Dorado, carbónico fino, limpio y brillante.
Sutil y femenino en aromas. Uva blanca, cítricos, tímidos anisados, panadería, nata, agua de azahar, madera vieja, mar y piedras. Se mantiene estable durante las dos horas que dura abierta la botella.
Boca fresca y conjuntada, con acidez, pero también con amplitud y un cierto armazón. Paso vivo, burbuja elegantísima que no decae. Sabores balanceados, no es el Champagne más complejo que he bebido, pero todo está muy bien puesto y al final cuando no queremos complicarnos la vida, éstos son los que más se disfrutan.
Final frutal de recorrido medio-alto.
Poco más que contar. Compren y juzguen por sí mismos.
- Si.
- Amarillo pálido, burbuja fina que no para.
- Cítrico, mineral y notas de levadura.
- Fabuloso en boca, fresco con una acidez que hace honor a la latitud de las viñas de Cramant, y se queda mucho, es largo.
- La Cantabria de Andrés Conde, de nuevo patroneando, esta vez nuestra incursión en la Côte des Blancs, con este ’2000.
- Esta casa elabora también con viñedos de Chouilly, Oiry, no sabemos como serán, pero este de Cramant es una gozada.
Amarillo suave con reflejos pajizos, burbuja pequeña, abundante y constante.
Excelente composición aromática, neta, franca, potente, donde priman las flores blancas, los cítricos, las manzanas y, sobre todo, las grandes sensaciones minerales.
En boca es potente, sabroso, de una gran limpidez y pureza. La acidez y la mineralidad estan bien equilibradas por una magnífica materia que otorga al vino una jugosidad y un frescor encomiables. Gran recorrido y muy buena persistencia mineral. Recto y elegante. Formato Mágnum.
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