Marqués de Villamagna Gran Reserva 1970
Marqués de Villamagna Gran Reserva 1970
FICHA TÉCNICA
Bodega
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Graduación (vol):
12,50%
Varietales:
85% tempranillo, 7.5% graciano, 7.5% mazuelo
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 30 a 49,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.41
/
97
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
10,0
ELABORACIÓN
Selección de la uva de viñedos con mayor edad propiedad de la Bodega Campo Viejo, antiguo propietario de la firma Marqués de Villamagna, en la localidad de Navarrete. Permanece durante 24 meses en grandes tinos de roble de 5.000 litros, cada variedad de uva por separado, en los que realiza las fermentaciones y se estabiliza antes de ser trasegado. Transvase del vino a tintos de 10.000 litros en los que se ensamblan las tres variedades para su posterior envejecimiento. Trasiego a barricas usadas de 225 litros de roble americano. Más de 60 meses de envejecimiento en las bodegas de Logroño. Embotellado a finales de 1977. Permanece durante un mínimo de 2 años en los calados de la bodega acabando de redondearse en botella antes de ser comercializado en 1980. Pertenecía al calado nº3 y tenía el número de botella: 6873.
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OPINIONES
9

Calado n°4 / botella n° 20363. De intenso color rubí oscuro y denso. En nariz, mezcla armoniosamente notas de cerezas desecadas, matices tabaqueros y toques amaderados : algo parecido al perfume que persiste largo tiempo en una vieja caja de puros. En boca, es pura elegancia, pura delicadeza, el colmo de la finura : textura de seda, perfecta redondez, frescura absoluta. Plenamente frutal - fresa cocida, arándano rojo - pero sin derroche de potencia, jugoso y concentrado, engendra sabores singulares en final de boca, a medida que se abre y gana profundidad : recuerdos de hongos otoñales y de carne curada. En la Rioja, hay tantos marqueses que no lo parecen : éste no usurpa su título.

Calado Nº 4.
Botella Nº 20390.
Burdeos algo apagado con ribete teja. Medianamente cubierto, limpio y sin excesivo sedimento. Para abrirlo hemos utilizado el "método Audouze" y se nos ha dado bien.
Flor marchita, fruta negra, algún toque a pasas, endrinas, After Eight, miel, canela, zurrón, carne cruda, hojas de sen, hojarasca y humedad.
Boca masculina en la frontera entre el líquido y el barro, aunque de momento la percibimos con fluidez. Excelente frescura, madera presente, tanino aún guerrero. Nervio y algún toque primario, mantiene el músculo propio de la añada, los terciarios no son aún protagonistas.
Postgusto largo y complejo.
Un setenta en perfecto estado físico. Posee las mejores virtudes de la añada y se mantiene vivo, de hecho, la acidez es enorme. Placer.

Y vamos con una tercera botella, abierta 9 meses después. En esta ocasión nos la llevamos al restaurante de nuestro amigo Fernando junto un con un Don Miguel de Comenge. Abrimos la botella una hora y media antes de la cata a 18°C:

VISUAL: De un color rojo rubí apagado, sin diferencia con el ribete y de capa baja. Un vino muy cristalino y luminoso (86).

OLFATIVA: En nariz vuelve a ser espectacular. ¡Qué exageración en el número de matices! De nuevo predomina en primer plano la fruta roja en compota, madura y una mineralidad que en las anteriores botellas no apreciamos, como a arcilla mojada. Al agitar empieza la sinfonía, ese bosque otoñal matutino, con notas de musgo, romero, tomillo, laurel, ortigas y hojarasca húmeda. En el segundo acto desarrolla aromas especiados, una pátina interminable: vainilla, canela, nuez moscada y pimienta negra. Su final, aunque estaríamos horas y horas oliendo este divino elixir, despliega un portafolio de terciarios apabullante: tostados, tabaco de liar, chocolate negro, duelas envinadas, guindas en licor, regaliz y maderas finas... buuufffff... No tiene fin amigos y su intensidad es alta, como buen 70. Me quedo sin palabras (98).

GUSTATIVA: El ataque de este vino es elegante donde los haya, de acidez imponente pero de una suavidad en su paso por boca que emociona. Puro terciopelo. Los taninos en su justo punto, pulidos pero con un brillo que centellea, que los hace estar presentes, totalmente armonizados en la estructura del vino. Otro de esos viejunos esféricos, con un retronasal acompotado y un tanto balsámico, con apuntes especiados. Persistencia de casi 4 minutos, algo increible. La mejor de las tres botellas hasta el momento, pero es que creo que con el tiempo está mejorando. Bendito Campo Viejo y bendita añada la de 1970. Obras de arte como ésta quedan pocas por lo que hay que disfrutarlas en toda su dimensión y... vive Dios que lo he hecho!! (96).

La RCP la de siempre excelente, ya dije que conseguimos en las Navidades de 2014 unas cuantas botellas por 17 euros.

En esta ocasión me acompañaron mis dos grandes colegas Pepe y Jesús de comilona. Maridamos esta delicia con un suculento entrecotte a las brasas. Para este vinazo el cuerpo nos pedía "caaaaaannneee", y se la dimos... Maravilloso maridaje cómo no, suculenta y jugosa carne roja y un viejuno esférico digno de Dioses. A "gosar" amigos.

Aquí estamos de nuevo, 6 meses después, a disfrutar de otra botella de esta joyita. Abrimos la botella (con un nivel de líquido excelente, por encima de los hombros) con nuestro abridor de lamas y con un poco de paciencia conseguimos sacar el corcho íntegro. Salió húmedo en su totalidad, muy largo pero todavía compacto. Lo dejamos respirar durante 90 minutos y lo catamos a 18°C.

VISUAL: Posee un color rojo rubí, algo atejado, sin ribete y de capa media-baja. Muy brillante. Apreciamos una menor intensidad de color que en la anterior botella.

OLFATIVA: En su reposo ya no es tan modosito como lo fue en Febrero, nos muestra fruta roja madura y un toque a eucalipto mentolado pero con intensidad. Al agitar volvemos a sumergirnos en ese bosque umbrío con notas de humedad, musgo, pino mediterráneo, sotobosque, trufa, tomillo, romero, hierbabuena...todo un fantástico abanico de herbáceos. Y de las entrañas de la bestia surgen también aromas florales a rosas marchitas así como especiados a canela, clavo y pimienta. Volvemos a sentir la grandiosidad de las largas crianzas, aromas de duelas envinadas, y toda la retaila de terciarios, tabaco de pipa, cuero ruso, chocolate negro, café jamaicano, regaliz y como no....roble, mucho roble. Volvemos a disfrutar de este manantial de aromas que nos embelesa a cada cata. Por supuesto que su intensidad en nariz es alta, abrumadora diría yo.

GUSTATIVA: En boca no se anda atrás y nos maravilla de nuevo. Su suavidad aterciopelada en el paso por boca unida a su amplitud y opulencia es una obra de arte, delicada y grandiosa, como un cuadro de Botticelli, capaz de emocionarnos. De una acidez inusitada, con los taninos aún perceptibles, tiene una estructura megalítica, puede mantenerse en pie como un dolmen, por los siglos de los siglos. Quien diría que tiene 45 años...en cata a ciegas podría pasar por un 94 tranquilamente. En retronasal volvemos a apreciar su carácter frutal, el toque mentolado y esos recuerdos especiados de pimienta negra, canela y vainilla. La persistencia es una barbaridad, más de tres minutos.

Respecto a la cata del año pasado tengo las mismas sensaciones...estamos ante un vino grandioso, de los que no se olvidan. Tan solo ligeras diferencias, en el color, algo más pálido, en la nariz, que parece haya crecido en intensidad y en boca que sigue redondeándose, algo increíble, digno de elogiar. No me cansaré de recalcar que este vino es un ejemplo de libro de la intensa nariz y de la colosal acidez de las que presume la maravillosa cosecha del 70 en la Rioja. En cuanto a su calificación le subo la nota una décima, se lo merece. Qué placer disfrutar de un vino así y los años que le quedan de cuerda.

La RCP ya lo comenté anteriormente, excelente...

Para celebrar la apertura de esta delicia de vino preparamos una Vichissoise fresquita como entrante y un solomillo con salsa de moras y papaya con crujientes de ajo como plato fuerte. El vino se creció con la crema francesa y ese toque de tomillo que le dimos y jugueteó con los aromas frutales de la salsa del solomillo, una combinación realmente acertada. No me cansaré nunca de gozar de estos viejunos. Que maravilla!!
Adjunto fotos en comentarios...

Rojo rubí, ribete ligeramente atejado, capa media-alta.
Nariz de media intensidad que sorprende por su limpieza de registros, revelándose como una botella en plena forma. Notas de fruta roja muy madura y casi licorosa, registros minerales como de grafito, maderas viejas, ahumados, trazas de piel curtida y especias, tonos fúngicos, trufa, boletus, tabaco de pipa y hojarasca.
En boca destaca por su tremenda acidez y frescura, es un vino muy vivo y que llega en plenitud a los 45 años, paso de corte ligero y elegante pero sin perder cuerpo, final con buena longitud y sobre todo muy balanceado, dejando recuerdos de fruta en licor, especias y los tonos balsámicos. Tanino fino y perfectamente integrado.
Campo Viejo es todo un icono de la Rioja, una bodega que todo el mundo conoce, siendo esta referencia un plus en su gama y en años como este 70 -que fue su inaugural- muestra una asombrosa plenitud, se trata de un vino de enorme equilibrio y que se disfruta de maravilla. Fantástico.

Y hoy la traca final del primer trimestre del 2015 en la India. Hemos guardado un Marqués de Villamagna GVA de 1970. Como bien dicen abajo, la joya de Campo Viejo y de las cuales, afortunadamente, nos hemos agenciado unas cuantas botellas. Pero vamos al trapo: Abrimos la botella 75 minutos antes de la cata con el abridor de lamas y lo servimos a 18°C. El tapón estaba perfecto aunque mojado hasta los 3/4.

VISUAL: Posee un color rojo cereza, de capa media-alta, muy cristalino. El ribete presenta tonalidades atejadas y cobrizas. Adjunto foto.

OLFATIVA: En la quietud se presenta modosito, cauto, asomando notas de reducción, de día lluvioso, de trufa negra y setas, hojarasca húmeda, con recuerdos de tabaco habano y chocolate negro amargo. Al mover la copa pasamos del otoño a la primavera, aparece la fruta roja muy madura, mermelada de higos, las notas herbáceas de tomillo y ajedrea, con unos recuerdos especiados de pimienta, canela y vainillas. De intensidad media-alta, se muestra muy en forma. Con algo más de aireación apreciamos las duelas envinadas, notas de eucalipto y laurel, algo de algarroba, e incluso unos sutiles toques de avellana. Al final asoma de nuevo el chocolate negro y el tabaco habano, es un vaivén aromático que desearíamos disfrutar durante horas. Magnífica nariz. Otra buena muestra de lo que fue la cosecha del 70.

GUSTATIVA: En boca… que delicia por Dios!… que suavidad!, es puro terciopelo, pero al momento, como por obra de magia, explota en la boca una bomba ácida, una demostración de poderío mostrando su señorío, que fenómeno!!. Con 45 anyos y con esa vitalidad, sorprendiendo al mas "pintao". Los taninos están dulcificados y poco a poco van surgiendo del alma de este vinazo...se trata de un ente benigno, que junto con su tremenda acidez, acaba de imprimirle su gran personalidad. En retronasal apreciamos la fruta negra en compota, finas notas de tomillo, acabando con magníficos terciarios de cueros y puros habanos. De persistencia eterna, casi tres minutos. Joder (con perdón)... que vino nos estamos tomando!!. Que grande puede ser la Rioja, otra obra de arte más... Un vino maravilloso, redondo y con una personalidad fuerte, un señor vino. Creo que está en un momento óptimo de consumo aunque si duda alguna, con esa colosal acidez, aguantará unos cuantos años más. Sencillamente maravilloso. Como me alegro de haber podido hacer acopio. Lo disfrutaremos.

La RCP fue excelente, pues conseguimos unas cuantas botellas por menos de 17 euros la unidad.

Para rematar la jornada nos hicimos una paellita valenciana con los últimos bajocones que nos quedaban...je,je. Salió exquisita y el maridaje con esta "Joya" como bien dice Limonero, fue todo un acierto. La semana que viene ya estaremos por Benicasim, y... Madalena!!... Festa Plena!! Necesito esas vacaciones.
Pd: Ahí van unas fotos en comentarios...

Espectacular color rubí rojizo de capa media, muy limpio, brillante. Reflejos grandinos y anaranjados, refulgente, sin un asomo de precipitados. Brilla como un rubí. Borde amplio, atejado, apenas diferenciado del menisco.

Se despliega con gran elegancia, abierto, fragante. Hay apuntes de la más fina de las reducciones: maderas barnizadas, setas deshidratadas, hojarasca, musgo, y esa sensación otoñal de castaña en erizos. No se acaba!! Aires de gran vino, perfumado. Aromas de pétalos y clavo, cuero y lavanda, salvia, laurel... Va saliendo una pátina de cremosos y tostados a la que se suma un apunte vegetal a hoja de habano, hebras de tabaco rubio, almizcle.

En boca es la suavidad misma. Redondo, sabroso, lleno de fruta roja reducida, jugosa, fresca, y una acertadísima acidez. Toda esa madurez y reducción que habíamos olido desaparece ante tanta juventud. Taninos mullidos, sedosos, de gran calidad. Qué vino!!!

Una de las grandes referencias de Rioja de principios y mediados de los años 70 que ha acabado en el olvido y sin obtener el reconomiento que realmente merecía. Un gran reserva especial, de pequeña producción, con todo el empeño y los medios de la bodega. Se trata, y con mucha diferencia, de lo mejor que ha elaborado Campo Viejo. No todo lo que sucedió en Rioja a principio de esa década fue negativo. Hubo bodegas como Campo Viejo o Lagunilla que apostaron por la calidad.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/10/marques-de-villamagna-1970-gran-reserva.html

El corcho sale entero y en mejores condiciones que lo previsto
El color está totalmente atejado de capa baja.
Aromas propio de un vino tan viejo, champiñón, humus, cuero viejo, hierbas aromáticas, madera vieja, tono dulzón
Boca suave y desde luego muy equilibrada , ligero, la boca acredita su vejez aunque sigue sabroso y agradable de beber. Está muy bien y muy bien conservado para su edad pero desde luego, le falta el nervio y vitalidad que se encuentra en otros Riojas tan o más viejos que este.

Vino de Rioja de color rojo pardo con buen ribete teja, de capa media. Hay que tener cuidado con el poso, mejor mantener en posición vertical, 24 horas antes, para poderlo controlar. En nariz, iniciales notas de madera mojada y humedad, que con la aireación se torna en un bouquet complejo, de intensidad media-alta, formado por aromas de mermelada de melocotón y grosella, maderas nobles, leves aromas a almendra tostada, y notas terciarias de cuero viejo, hojarasca y setas secas. En boca tiene un paso sutil, de cuerpo medio, seco, equilibrado y redondo, pero lo más sorprendente, es su buena acidez, persistente, que le da viveza al conjunto. Leves tostados seductores por la retronasal. El postgusto, de gran persistencia, es dulce, con reminiscencias a melocotón maduro y a hierba Luisa seca (Marialluïsa). Muy rico. Se trata de un rioja maduro, que se muestra complejo y sabroso. Catado con dos horas de aireación en copa. Dicha copa es la Spiegelau 01. Buena armonización con una pierna de cordero al horno. Guardado en casa desde 1979. No lo valoro con puntuación, pero en mi modesta opinión, se situaría entorno al 8,5.

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