De guarda. Gran vino

10 años después de los últimos y controvertidos comentarios sobre este vino, expongo mis impresiones. La primera fue inquietante. El corcho de baja calidad y convertido en migajas.Tanto es así, que al retirar el plomo se percibían aromas licorosos del vino, buaaaa¡¡¡¡.
Segunda inquietud: color. No teja, marrón, marrón café con leche. Capa muy ligera, decaído, se ha muerto, pensé.
Pero no, comienza lo bueno Y lo cueros?, y la caja de puros? y el pelo de perro mojado? y el desván? y los terciarios masivos?. Pues están , pero leves, integrados macando longevidad y enjundia, pero permitiendo una sensación frutal, genial, distinta, sólo posible en un vino de guarda . Una sensación de fruta dulce, no licorosa, especias dulces, canela, lavanda, incienso. En boca no tiene un recorrido interminable, pero es tan elegante, tan redondo y tan equilibrado que deslumbra. Regalices y toques tostados dulzones se funden, con una tanicidad tan afinada que confiere al vino una livianidad y ligereza inigualables. Ah¡¡¡ y todavía con una acidez marcada, puede perdurar más. Todo un privilegio que está de moda

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