Siete años después volvemos con este maravilloso Margaux viejuno de 1.978. En 2016 vaticinamos que el vino aguantaría 10 años más sin despeinarse, a ver si nos equivocamos o no. Abrimos la botella y servimos en la copa para agilizar su oxigenación. Esperamos 45 minutos y procedemos con su valoración a 17°C. El corcho se nos partió con el abridor de tijeras y lo acabamos de sacar con el de lamas. Humedecido un 50% de su longitud.

VISUAL: Color rojo picota de capa media-alta, con un amplio ribete en tonalidades cereza y teja. Presenta una ligera turbidez y su lágrima es escasa, gruesa, lenta y transparente (93). 

OLFATIVA: Delicioso a copa parada, con un increíble puntito frutoso y acompotado de entrada pese a sus 45 años. Hay mermelada de cereza, uvas pasas y fruta escarchada (orejones). Agitamos y percibimos notas de montebajo mediterráneo, tomillo, romero y hoja de pino. También asoman especiados de canela, vainilla, y poco a poco nos vienen los aportes más viejunitos, flores marchitas, notas de humedad y musgo. Ahora asoman terciarios de cacao y un puntito de duelas envinadas, muy elegantes. Y de fondo la madera aparece con fuerza, apuntes tostaditos señoriales y recuerdos del roble muy presentes, todo muy equilibrado, en ese estado mesetario que adoramos. Su intensidad además es media alta (94).

GUSTATIVA: Maravilloso y delicado de entrada... se aprecia una gran calidad en el fruto y en el ensamblaje de las cuatro viníferas, las cuales le aportan una gran complejidad aromática. El paso por boca es de gran amabilidad, con un tanino pulidito de lo más delicado, pura seda. Con una alta acidez, buena pegada, pero en boca de inmediato se percibe tan cremosito y aterciopelado, que esa acidez pasa a un segundo plano, tornándose un vino extremadamente amable. En retronasal nos vienen fragancias de rosas marchitas, así como un toquecito especiado de vainilla, mientras que en el post-gusto nos deja flipando con la fruta como actriz principal, mostrando apuntes dulzones de fruta escarchada junto con las notas de montebajo y los matices amaderados omnipresentes, roble, duela envinada y ebanistería fina. En definitiva, no nos equivocamos en lo vaticinado hace siete años. ¡¡Se ha mantenido genial, acojonante viejunito francés!! (96).

La RCP atendiendo a que nos costó 24 euros, me parece excelente, más bien increíble ):

MARIDAJE: Abrimos la botella con unos T-boncitos de cordero al tomillo con trigueros y all-i-oli. Otro día acompañó nuestro espectacular Porterhouse steak de 1 Kg al romero, y nos lo terminamos con un delicioso arroz al horno. Extraordinario en todos los maridajes. Si hay que destacar uno, me quedo con el del último día con el arrocito. Los intensos sabores cárnicos, grasos y especiados del plato, armonizaron fabulosamente con las notas frutosas y amaderadas de nuestro excepcional viejunito francés. ¡Tremendo disfrute amigos!

VIDEOCATA:  https://youtu.be/uBl79oXu2q0

Salud-os!!

Hoy le toca el turno a el único vino francés que nos trajimos a Ecuador este trimestre. Se trata de un curioso coupage de cuatro cepas predominando la Cabernet Sauvignon y la Merlot. Es un vino de Bourdeos de la cosecha de 1.978 con la "Appellation Margaux Controlée" y una crianza de 12 meses en barrica. Nos atrevimos a abrir la botella con el abridor común de tijeras y afortunadamente sacamos el tapón de una pieza aunque tintado en el 90% de su longitud. La etiqueta presentaba una pequeña mancha en la esquina superior izquierda, pero por suerte no era por pérdida de líquido de esta botella. Dejamos airear el vino durante dos horas previo a su cata a 18°C:

VISUAL: Nos muestra un bonito color rojo picota de una increíble capa alta dada su edad y con un ribete burdeos amplio. Lágrima escasa, densa y transparente (93).

OLFATIVA: Ya hace rato que la estancia se ha aromatizado con el vino. Estamos ante una nariz impactante, de alta intensidad en la que apreciamos notas de fruta roja muy madura, acompotada. Al agitar la copa aparecen sutiles aromas especiados de fenogreco y vainilla así como frescos herbáceos de ajedrea, estragón y unas notas añejas a flores marchitas. A continuación muestra matices tostados, recuerdos de regaliz, zarzamora, algarrobas y un elegante apunte mineral de tinta china. Nos ha maravillado ese bouquet, un acierto la combinación de las cuatro viníferas. De verdad que es una delicia acercarse la copa e inhalar, qué magnífica, compleja e intensa nariz (96).

GUSTATIVA: En boca también es sorprendente, con mucho empaque. Amable, de buen ataque, amplio y con una alta acidez que le dota de una recia estructura. Los taninos muy dulcificados ya, redondeado maravillosamente, sin arista alguna y con mucha personalidad. En retronasal nos trae notas de duelas envinadas y de regaliz de palo así como sabores dulzones que recuerdan la mermelada de higos. Su persistencia es alta, de unos tres minutos y medio, con un final lácteo, semi-dulzón, agradable y ...adictivo!!. Qué pena que no tengamos más que esta botella. Un vinazo en toda regla con 38 años a sus espaldas aunque con toda seguridad podrá aguantar en plena forma otra década más sin despeinarse. Fantástico vino, elegante... "aristocrático" creo que es su mejor definición... digno de reyes!! (95).

La RCP la considero excelente pues me pude agenciar esta botella por 24 euros y realmente creo que vale mucho más.

Nos tomamos este delicioso vino en dos ocasiones. En la primera lo maridamos con nuestro surtido de ibéricos y en la segunda con un delicioso entrecotte acompañado de unos espárragos trigueros. Con el jamón ibérico fue delicioso, pero con el entrecotte... tocamos el cielo!!
No puedo sino aplaudir y rendirme una vez más al buen hacer de los maestros franceses en Burdeos. Chapeau Messieurs!! Qué gozada !!