Dorado limpio y brillante.
Media intensidad aromática que va claramente de menos a más, estos vinos agradecen siempre el aire. Sutiles notas florales, una fruta de hueso definida, trazas de frutos secos, tonos herbáceos, un marcado fondo mineral, especias y ahumados. Se percibe un delicado velo de flor que ahonda la armonía del conjunto.
En boca es seco, directo y redondo, con una acidez fresca y bien integrada, de corte cítrico, media concentración y un largo final donde vuelven los recuerdos de frutos secos, levaduras y un carácter mineral, con un cierto tono ahumado. Buena persistencia. Un vino muy placentero en esta fase.
Con tantas cuvées como elabora Ganevat, es cierto que no todas tienen el mismo nivel ni el mismo interés, ésta en concreto es una de viejas viñas savagnin y chardonnay con 48 meses bajo velo de flor que resulta sutil y placentera y con buena capacidad de guarda como indica su nombre. Quizá un poco por debajo del Prestige y Vin Jaune pero muy recomendable por algo menos de 30 euros.

Dorado, limpio y brillante.
Aromas sutiles y elegantes, aunque también abiertos, nítidos y con una paleta amplia. Algún cítrico, pimienta blanca, lejanos toques a pegamento que no terminan de desvanecerse y que penalizan al resto del conjunto, almendras tostadas, yodo, algas, polvo de talco, laboratorio, vinagre balsámico, madera mohosa y un inconfundible tono lácteo que nos acompañará hasta el final.
Boca aterciopelada y voluptuosa. Suficiente acidez e inmensa mineralidad, en cualquier caso, sensaciones de gran frescura. Predominan la leche, la nata y las piedras. Como suele ser habitual, detectamos sobre todo cuando se calienta, ciertos picos de alcohol.
Postgusto largo.
Muy bueno. No soy un incondicional de Ganevat y además la chardonnay de esta zona suele parecerme prescindible. Sin embargo, esta "Cuvée de Garde" muestra una estupenda flor con longitud y mucha vida por delante.