Color amarillo pajizo con reflejos dorados.
En nariz hay que dejarle respirar, el principio empieza con algo de reducción, con la aireación aparecen aromas recordando la crianza y la fruta citrica ( pomelo), marcada mineralidad, la fruta recuerda el melocotón y el albaricoque, notas de flores blancas y herbáceos.
En boca tiene cuerpo, es intenso, seco, con excelente acidez que le aporta frescura, la boca se dice mucho con la nariz, con la mineralidad marcada, los toques cítricos y la fruta de hueso, ligeros tostados, con final ligeramente amargoso y cítrico.
Guardo una botella para ver su evolución.
Abro con expectación esta botella, difícil de conseguir al ser una serie limitada a 497 botellas.
Color amarillo pajizo, limpio y brillante.
En nariz lo primero que percibo si abundantes tostados aportados por la crianza en barrica. Posteriormente aparece la fruta, mezcla de fruta blanca de hueso y algo de melocotón. Y un fondo herbáceo muy claro. Mucho más sutiles los toques cítricos a limón.
En boca equilibrado. Mezcla entre fácil de beber por su buena acidez y aromas agradables en retrogusto, con una complejidad aromática alta en la que estoy seguro que se me escapan mil detalles.
Queda alguna botella, que guardaré tranquilamente para ver su evolución, ya que en la misma bodega nos lo presentan como un gran vino de guarda.
Visual:
Amarillo pajizo limpio y brillante.
Olfativa:
Es hundir la nariz y no tener ganas de despegarse. Es vegetal, tiene su punto de hidrocarburos, hay mineralidad por doquier, tiene fruta blanca y bolleria. Hay intensidad y frescura. Mueves la copa y se nota esa madera pero siempre permaneciendo en un segundo plano dando protagonismo a la fruta. Percibes esa terrosidad, algo de chuche ácida, sale más pastelería, unos lácteos bastante intensos, flores blancas y piel de cítrico. Interesantísimo en nariz.
Gustativa:
En boca tiene una entrada fresca, un recorrido cálido y un final amargoso. Sabroso. La fruta se mastica y entre esa fruta de hueso se impone el melocotón. Es floral y mineral al igual que en nariz. Es persistente, tiene buena acidez, notas esos matices de levaduras y una rica untuosidad fruto de un magnífico trabajo con las lías finas. Un vino muy equilibrado y con margen de mejora.