Color rojo rubí denso y cálido.
Nariz de gran singularidad en la que destacan las notas de monte bajo con su laurel y tomillo. Aparece el metal y la brisa yodada, la fruta negra y el ozono que refresca el ambiente. Se sigue abriendo y ofrece especias cárnicas (pimienta, pimentón) y fina marroquinería. Cambiante. Boca sensual y sabrosa, con frescura, largura y sabrosura. Potencia al tacto, fruta jugosa, salinidad y volumen para dejar al final una chispa picante metálica.
Diferente, curioso, singular.

El vino Tintilla 2013 de Bodegas Luis Pérez tiene un color rojo picota de capa media.
En nariz ya te indica que estás ante un perfil de vino muy diferente al "habitual": monte bajo con todo su ramillete de matorrales, notas cálidas yodadas y cárnicas, frescura balsámica, pimientas varias y fruta negra, pinceladas metálicas contenidas y elegantes, notas minerales frías y oscuras. Juega y juega, gira y gira.
En boca el ataque es potente y fresco, salino y frutal, voluminoso y sabroso, con un punto metálico ligeramente picante. Gran personalidad, diferente, jugoso, de gran largura y persistencia.
Se pueden hacer grandes vinos en el sur que no le deban nada a nadie, más que a ellos mismos.

A la vista presenta un color rojo rubí, de capa media alta.
El vino llama la atención desde el principio por su nariz compleja y atractiva. Hay mucho y muy bueno. Tiene notas carnales, de cuero, con un toque de caballeriza, un fondo de laurel, frutillas del bosque y un toque, mineral, con notas de ozono y yodo.
La boca es arrebatadora, sabrosa y carnal, es especiado con un toque picante, de pimienta, sale y marca la mineralidad, y la acidez mas que correcta que nos regala frescura. Tiene músculo, su tanino es maduro y sabroso.
Es un vino persistente y que invita a seguir bebiendo. Es amplio y largo, largo.

Rojo rubí y con capa media. Aterciopelado.

En naríz es yodado y recuerda al már. Tiene un mentolado con un puntazo de hierba fresca buenísimo. Es metálico y mineral y tiene un aroma como al de un pate de campagne, posiblemente por su especiado.

La boca es salina, jugosa, frutal, metálica, corresponde con su nariz. Tiene un tanino maduro, honesto, te dice lo que es. Un tostado de barrica muy elegante y un café casi que torrefacto.

Lo que que da es disfrutar de el en su paso por boca que cada vez entra mejor. Muy rico esta tintilla y demuestra que en el sur hay algo más que jerez.

Rojo rubí de capa media alta.
En la nariz es distinto, marca, señala, precisa tiempo. Surgen flores de violetas,un hilo a fósforo, y un grato fondo vegetal envuelto en una fruta roja fresca y jugosa y una fruta negra de fondo que gusta, nos trae a las moras y aun toque licoroso de cerezas, ahora al fondo. Punto de yodo, mentol y eucalipto.

En la boca es amable y al mismo tiempo se agarra, tiene estilo, elegancia, es tan sabroso, picante y salino, con potencia y ese estupendo peso frutal, esparce placer con longitud, es apasionante, ahora te atrapa con un rico dulzor mezclado con un caramelo de violetas, es sabroso, terroso. El alcohol ni se nota ni se siente.

Al día siguiente confirma, reafirma lo que ha expresado desde el inicio, si cabe ahora se calibra, se fraguan en él todas sus virtudes, se consolidan, se ensalzan, llega con respeto, es profundo y sereno diría que hasta dichoso, difunde sentimientos, pasión, emociona, es grande, singular y eso vale mucho.
Respecto al día de ayer surge la crianza en barrica con un acento algo más marcado como respetuoso, hay un fino toque tostado, un suave toffee dentro de un fondo láctico a crema chantilly y caramelo solano.

En la boca es agradable se funde con el paladar, es fresco y jugoso, largo y etéreo, rechupeteas, cuando crees que no esta renace y surge de nuevo, calienta, saboreas la fruta que en este vino es su valor primario y principal, es un vino sincero, claro, directo y natural. Una gracia, ahora solo deseo una cosa y no es más que volver a caer en sus encantos.

Fase visual: rojo picota que se confunde con rubí y granate.
Fase olfativa: inmediatamente aparece el olor a establo o caballeriza y a barro. Esos recuerdos tan evidentes, se entremezclan con notas vegetales como el matorral o la hierba. Se van haciendo más presentes los aromas mentolados.
Fase gustativa: en boca es muy picante y sabroso, con gran cuerpo. El tanino ya maduro, junto a ese punto picante y una marcada acidez, se alarga hasta devolverte en retronasal sabores tostados como el cacao.

Visual:

Picota con tonalidades rubis y ribete en transición al anaranjado.

Olfativa:

En un primer instante está algo cerrado. Le proporcionas un baile en copa y se va abriendo poco a poco. Lo que en primer momento es establo se va convirtiendo en ozono y fósforo. Agitas de nuevo la copa y aparece con vigor la fruta negra, la flor de violeta, los tostados, el vegetal, un ligero punto metálico, salino y yodado, los mentolados, la terrosidad y unos lácteos en forma de un delicioso caramelo de café con leche.

Gustativa:

Tiene buena carga frutal con una fruta negra bastante opulenta así como regaliz negro. Tiene un punto picante, una acidez cojonuda, es largo, el tanino está maduro, es intenso, placentero y exuberante. Un vino con una personalidad arrolladora. Aqui hay terruño amigos!!!