Color intensamente violáceo que delata su edad.
En él se huele la tierra y lo que crece de ella: madera de árboles, frutos de su bosque; frescura y calidez, alcohol y piedra, licor y suelo.
Boca de tanino brioso y protagonista, fresca acidez y fruta. Notas juveniles que precisan de calma y reposo pero que dan muy buenas expectativas.

Corcho no muy largo pero suficiente para la tipología de vino, poco bañado en vino rojo granate oscuro por el interior que huele bastante bien.

Abierto algo más de una hora antes de tomarlo. Servido a 14-16ºC.

Visual: rojo rubí granatoso de capa media-alta, ribete granate-transparente con destellos azulado-violáceos que denotan su juventud después de algo más de 2 años. Limpio, brillante y con buena y abundante lágrima de rápida caída.

Nariz: no muy intenso (intensidad media-baja), tenemos fruta roja fresca (fresa) y algo de negra (grosellas), sutiles hierbas de monte, balsámicos, regaliz, ligero tapenade, piedra, notas de granito y mineralidad junto a ligerísimos tostados y flores. Algún sutil recuerdo cárnico a la hora y media de descorchado.

Domina, sobre todo la fruta y, en segundo término los balsámicos y la piedra. El problemilla que le veo es que la intensidad es baja incluso a 16-17ºC (y hablamos de un vino joven).

Boca: ataque frutal, fresco y de buen poderío, muy seco, de buena estructura y cuerpo, densidad media tirando a media-alta (es un poco carnoso), acidez media-alta pero, sobre todo, destaca su tanino, muy poderoso y con notable astringencia aún que se hace notar en toda la boca. Este tanino puede resultar agradable a personas que les gusten los vinos vivarachos y poderosos del mismo pero a quien guste de un tanino elegante quizá no le guste tanto. El paso por boca es, en general, agradable y mejora con la temperatura en copa (aunque sea un vino joven está mejor con 18ºC que con 15ºC). En este paso por boca notamos la fruta y notas achocolatadas agradables. Final sabroso, licoroso-amargoso y muy astringente pero, en general, algo cortito para mi gusto (aunque sí notamos esa fruta, piedra y ligeras notas achocolatadas).

Muy buena visual (joven), nariz joven, fresca y con notas de complejidad pero de poca intensidad. Boca fresca, frutal, tánica y sabrosa pero algo corta y un poco excesivamente amargosa.

Supongo que con 1-2 años más de botella (es decir, a sus 3-4 años), estará mejor integrado, más equilibrado y con un tanino más pulido y elegante. Ahora mismo está disfrutable pero estando bueno, no es un vino que me enamore demasiado.

Su PVP según Verema son 7.80€ pero lo he visto en alguna web por 13.50€. Al primer precio, la RCP me parece correcta, al segundo, floja, por eso, en este caso, prefiero no puntuar la RCP.

Color cereza, capa media.
Nariz con predominio de fruta roja (fresa) sobre algunos tostados y toques florales, violetas.
En boca un poco duro por el alcohol, no muy fácil de beber.

Botella bordelesa, corcho correcto un poco corto, etiqueta cuidada con mención de los varietales; contraetiqueta con características del vino, tiempo de crianza, en catalán , castellano e inglés .
Color rojo cereza con tonos granate, capa media, lágrima abundante.
Nariz intensa, fruta roja y barniz, muy prioratino.
En boca frutal, punto alcohólico, vivaz pero un poco uniforme, se echan en falta matices pero el posgusto es correcto.

Rojo picota, sigue manteniendo ese ribete violaceo, tiñe la copa.

En nariz predomina la fruta por encima de todo, tostados muy ligeros y al fondo enmascarados en parte por el alcohol.
Buena entrada en boca, ácido, potente con cuerpo, vuelve a salir toda la fruta y un toque mineral. Los taninos mucho más redondos que los notados por otros usuarios meses atrás, aunque le puede quedar recorrido

El vino Peites 2014 tiene un color rojo picota muy violáceo aún y brillante, acorde con su corta edad.
Nariz frutalmente intensa, profusión de fruta roja y negra madura (grosellas y moras). Mucha calidez de alcohol no totalmente integrado llegando a dar sensación de licor que no llega a ser desagradable por su fresca acidez.
Mucha frescura (buena acidez) y un tanino muy presente. Estos factores junto con la buena calidad de fruta que se le intuye recomiendan que se vuelva a él en unos meses con un gran potencial de mejora.

De color lila.
En nariz destacan el alcohol y las frutas, pero sobre todo el alcohol.
En boca destaca el tanino y las frutas maduras.

Aunque su color delata su juventud encierra ahora una fruta ben madura, bien sazonada, mermelada, lo bueno es que sin perder la frescura. Se arraiga al terruño, es un vino que se expresa y sin embargo encierra contenido, esta en formación. El alcohol sale hacia arriba un tanto licoroso entremezclado con las notas minerales. Al tiempo surge una nota a acetato desligada del conjunto evolucionado y falto de coherencia, hay que pillarlo de inmediato.

En la boca quien habla y bien alto, es el tanino, llena la boca, con carácter, aunque no se apodera del todo, sabe diluirse en la jugosidad y en la madurez de las frutas. Es un vino que busca la comida y que pide tiempo en la botella para poder tramar todo su potencial. Un misterio.

El vino presenta un color violeta, brillante.
Tiene una nariz intensa, fragante, con notas de aceituna negra, algo de licor, mora y grosella negra.
En boca es carnoso, sabroso. Aparecen notas balsámicas y la fruta ahora se muestra cálida y aparecen notas de mineralidad. El tanino marca, es rugoso. La acidez nos aporta esa sensación de frescura.
El postgusto es largo.