Un muy buen básico de Manuel Formigo, para ir descubriendo la D.O. a un buen precio y con una gran calidad.

Es un vino suave, ligero, tanto en su presentación como organolépticamente.

Amarillo pajizo con destellos verdosos, una nariz suave, con cítricos, herbáceos, vegetal, con fruta de hueso, pero muy ligera.

En boca se constata esa nariz, con una entrada secante, ligera, suave, en el que las notas herbáceas y cítricas predominan. Tiene un paso ligero y un postgusto amargoso largo.

Gran básico de Formigo!