Existen en España vinos que pasaron de moda para un determinado grupo de población. Quizá parte de la culpa la tuvieran las propias bodegas, algunas veces por no darles la importancia debida, y otras por devaluar sus productos. Ignoro exactamente qué es lo que pasó con Monte Real. He probado en determinados momentos de mi vida varias botellas viejas, con buenos resultados. Cacé 70, 73, 81, 87 y 96 que han salido bien o muy bien. Con este 2008 encontramos recuerdos de aquellos clásicos: fruta negra, cueros, pólvora, trufa, caza, madera vieja, piedras… Una paleta que me ha sorprendido mucho y que me trae anécdotas de antiguas etiquetas.

Color rojo oscuro, menisco atejado, capa media, limpio, lágrima intensa.

En nariz tiene buena intensidad de presencia de aromas de fruta roja, notas de especias y maderas nobles con una intensidad media pero con elegancia.

En boca es fresco con cuerpo medio, destaca la presencia de fruta madura compotada, acidez notable, buenas especias, taninos bien maduros formando un conjunto muy equilibrado como un Rioja clásico con tintes modernos.

Un valor siempre seguro

Corcho que sale entero, nuevo y perfecto, apenas bañado en vino rojo picota por el interior que huele muy bien.

Visual: rojo picota claro de capa media-alta, ribete cereza-granatoso sin apenas destellos atejados (no los veo por ninguna parte), limpio, brillante y con buena lágrima.

Nariz: de muy buena intensidad a fruta roja y, sobre todo, fruta negra madura, regaliz, canela, vainilla, tostados, finas maderas, laurel, trufas, ligeros herbáceos y, sobre todo, muchos lácteos, chocolate y toffee.

Muy buena complejidad pero, para mi gusto actual, con exceso de lácteos a frutos rojos y negros del bosque (yogurt) en nariz. Creo que necesita unos años para que esos lácteos se domen y sea el Monte Real Reserva de Familia que espero pues este perfil de ahora mismo es demasiado moderno para mí.

Boca: ataque de buena frescura y potencia, muy buena acidez, se expande en boca y es amplio y maduro, con buen cuerpo, estupenda estructura y muy buena densidad. Vino golosete y sabroso, equilibrado y con buen fondo de maderas pero, de nuevo, más lácteos en el paso por boca que me empalagan un poco. El tanino es sabroso, dulce pero, a la vez, con una notable astringencia aún (creo que le vendrá bien 3-5 años más para terminar de domarlo). Final largo y frutal amargoso con ligeros chocolates en retrogusto y con una retrasal a monte bajo, regaliz, vainilla, canela, setas, trufas y maderas finas que lo redondean muy bien.

Muy buen vino, EMHO, en el principio todavía de su vida. De un corte mucho más moderno que los Monte Real Reserva (mucho más viejunos) que vengo catando últimamente.

Está en un buen momento al que le gusten los Reservas jóvenes, de corte relativamente moderno (dentro de su clasicismo), con brío, lácteos y tanino astringente. En mi caso, creo que es un poco pronto aún para disfrutarlo en plenitud y que, con 8 años, requiere todavía de 4-5 años más, como poco, para terminar de domar taninos y, sobre todo, terminar de integrar mejor esos lácteos excesivos que, en mi caso, me recuerdan a mucho vino de corte moderno y algo verde al que últimamente no estoy tan acostumbrado y que me cansa ya ya un poco. De acidez va muy bien, por lo que los años de buena evolución en botella los tiene garantizados si se conserva adecuadamente.

Su PVP está en torno a 10-12€ aunque yo pude conseguir las botellas que tengo, en varias compras, entre 5-8€ la botella. Excelente RCP en cualquier caso. Seguiremos evolución, en pasar unos cuantos años, al resto de botellas que me quedan.

Un Rioja clásico, en un buen momento de consumo.

Rojo cereza con ribetes tejas.

Nariz de gran intensidad, potente, notas de frutos negros maduros, vainillas, tostado y especiado.

En boca es potente, amplio y muy sabroso. Llena la misma. El tanino es maduro, dulce, aterciopelado. Invita a beber. Notas de buena crianza. Muy persistente y largo. Muy equilibrado.