La pequeña producción anual de unas 8.000 botellas de media, hace de este vino un tesoro extremadamente raro, muy solicitado por los amantes de la variedad Riesling y coleccionistas de todo el mundo. La Familia Trimbach mantiene las botellas de 5 años en el sótano para el envejecimiento antes de la liberación. Es un vino potente, mineral, floral.
Le Clos, que representa 1,38 hectáreas, propiedad de más de 200 años en la familia Trimbach.
El subsuelo de piedra caliza permite que el producto Riesling desarrollar un aroma específico y una concentración de fruta notable con un borde mineral en el final, típico de muchos de los "Clos Sainte Hune".
Una añada no muy buena pero su frutosidad hace un vino muy rico y redondo, muy seco, mientras que la longitud en el paladar aumenta y lleva a un final mineral elegante.
Color amarillo dorado, denso, brillante y limpio. En nariz ya comienza su fuerza y espectáculo, Comienzan, como no con aromas derivados del petroleo, muy complejo, mucha mineralidad y mucha fruta. En boca entra muy bien con muy buena acidez, elegante al máximo, muy seco, pero fresco, envolvente, con mucha estructura, hedonista y muy largo. Si esta no es muy buena añada cómo serán las buenas. Extraordinario y un placer.