Nueve días después.

Otra botella disfrutada, comprada sin duda por error, ya que había varias de 2011, que son las que queria adquirir y solo una del 2012, en el departamento donde yo acaparé las existencias, sin duda ha sido problema de mi visiòn.

Las sensaciones idénticas a las expresadas más abajo, en esta ocasión lo consumimos con algunos pastelillos portugueses, tipo pastel de nata, algunas queijadas y brisas, entre otros, aunque yo solo los olia.

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