Color marrón muy oscuro.

Aromas de buena intensidad donde destaca su frutosidad, hay frutos muy dulces y atractivas, notas de mermeladas y de frutos secos, también se detectan leves notas de cereales y ahumados, en general una buena nariz, para un vino que se encuentra en una escala muy competitiva de precios.

En boca es bastante mejor, el paso con buen equilibrio y bastante redondeo, aunque la batalla la gana el dulzor y la frutosidad en el paso de boca, los taninos bien, el retronasal igualmente bien, con muchos de los arómas de la buena nariz, el final es largo y tiene buena persistencia.

Es un buen Oporto, teniendo en cuenta su precio, aunque necesita más botella.

Embotellado en 2010.

Taylor’s es hoy por hoy una de las casas punteras en Oporto, sino la número uno (si excluimos rarezas como los Noval Nacional pre-filoxéricos), por lo que siempre es una garantía de calidad.

En este caso, este tawny envejecido 20 años en barricas es un jovencito todavía.

Bonito color rojizo claro con irisaciones ambarinas y pardas, brillante, de lágrima densa.

Nariz de calidad, ligeramente alcohólica, donde priman los frutos secos tostados, toques de resina, ligeros apuntes de arrope y caramelo tostado, pero con distinción.

Boca potente y concentrada, da la sensación de tener la musculatura contenida en un corsé, porque no avasalla sino que va entregándose gradualmente, apareciendo frutas en licor, higos y torrefactos. Final bastante largo y potente.

Muy bueno y con mucho tiempo por delante, agradece ser abierto con mucha antelación.