Color cereza bastante oscuro con borde violáceo.

Aromas de muy buena intensidad donde destaca su frutosidad, hay frutos rojos y negros con excelente madurez, frutos maduros como el melocotón, leves y buenos finos tostados, toques balsámicos y minerales, en general una muy buena nariz, no sólo por su calidad, si no también por su diversidad.

En boca es una verdadera maravilla, el paso de boca totalmente equilibrado y redondeado, fácil de beber pero al mismo tiempo con mucho caracter y personalidad, los taninos vivos aún, aunque lógicamente han perdido fuerza y virulencia, el retronasal magnifico con mcuhos de los arómas de la buena nariz, el final es largo, largo y tiene una muy buena persistencia.

Compre este vino el añod e nacimiento de mi nieta, y lo he catado por primera vez, yo sabia que este vino era un valor seguro, pero estaba ya muy impaciente y deseoso de disfrutarlo.

Grande, granda, en un momento idílico.

Llevaba tiempo que quería destapar esta botella y anoche, por fin, lo probé. Me pareció un vino muy elegante, profundo, con la crianza bien integrada, sabroso y, al menos a mí, me hizo reflexionar.

El color es de un rojo intenso muy brillante. En nariz, a copa parada, al principio las notas de la crianza tenían algo más de protagonismo del que esperaba pero había que darle un poco de tiempo para que La Nieta expresara los secretos que guardaba dentro de su envase. Conforme lo agitas y va pasando el tiempo, crece de una forma increíble, sale la fruta, las notas de café y las ciruelas maduras. Me pareció franco y sobrio. En boca es fino pero no por ello carente de una compleja estructura, se aprecia gran calidad, fruta roja madura, es expresivo y amplio. 

Sencillamente, un vinazo. 

Un gran vino, lo abrí en Año Nuevo y mantiene todas sus atributos. Frutal y elegante. Una delicia, aunque no es de las añadas más expresivas. Pero La Nieta, siempre es uno de mis vinos preferidos. Muy rico y un disfrute

No reconocimos a La Nieta que tan acostumbrados estamos. No se si sería la botella, pero...de la bodega a la mesa mejor trayecto imposible. Le faltaban toques de esta familia y de este vino. No me parecio que el problema fuese abrirlo pronto. Fino, delicado pero carente de se punto de intensidad elegante que suele presentarnos este vino. Piel de melocoton en boca. No recuerdo mucho más

Aunque no tan expresivo como el 3/8 y sabiendo que todavía es muy joven, me he atrevido a probar esta botella, que también es una gozada, aunque le queda mucho por decir, pero es un vino extraordinario y sensual, con un poco de aspereza, pero dejándolo airearse bien qué grande que es. Color rojo cereza oscuro y brillante. En nariz, después de dejarlo oxigenarlo, es muy aromático, aromas a fruta, especias, sobresale la buena madera y aparecen notas minerales. En boca, sin prisa entra bien, elegante, fino, aterciopelado, sabroso, muy frutal, van apareciendo los tostados, taninos con cierta aspereza, pero sabrosos y agradables. Un gran vino que le queda tiempo en botella, pero en cierto modo, se puede disfrutar.

Sorprendidos con los aromas de esta última Nieta. No tan Eguren , con recuerdos de madera distintos, menos cremossos y más ahumados, cedro, nogal, otros tipo de matices derivados de su fermentación y de su crianza en madera. Mantiene su potencia frutal y opulencia en boca de añadas previas