Rojo cereza, capa media, borde ligeramente teja.
Muy buena intensidad, algo cerrado al principio, ha de despertar!, al rato aparecen mentolados, ahumados, especie exótica, cierto recuerdo a cuero “piel”, tostado, pan torrado, un espectáculo.
Se mantiene vivo, amplio y con nervio, tanino redondo aterciopelado, largo, punto salvaje y final complejo.

Sobresaliente en su expresión clásica. Ribera contundente y clásico, carnívoro, sangre, matanza, pelo e perro mojado, animal, muy balsámico, potente e impactante, cueros, fruta en almibar y en sazón. Boca voluminosa , largo, envolvente, sin astringencia, maduro, vivo,incita . Tiene el estigma de los grandes

Picota de capa alta y ribete atejado. Nariz que, curiosamente, aparece menos cerrada de lo que era esperable con un primer golpe de cierta intensidad que muestra ya la profundidad y complejidad que poco a poco nos va a ir regalando este fantástico vino, con múltiples registros en perfecta integración.
Fruta madura que se torna licorosa, notas de fina reducción (trufa, sotobosque, cueros finos, maderas nobles, tabaco, caja de puros, cera y panal de abejas), bollería, junto a algún destello floral, especias (canela, curry, clavo) y balsámicos de laurel, regaliz y barnices.
Boca carnosa, sedosa, tanino pulido, buena acidez (aguantará bien), y un final elegante, largo y tostado. En definitiva, un vinazo que se muestra complejo, pero, por encima de todo, fresco, jovial y lozano pese a su edad y elaboración.