Vino blanco casi transparente, con poca lágrima.
En nariz poco que decir y en boca insípido total...dicen que es semiseco, pues eso, semiseco...y se acabó lo que se daba...
Vino que si no hay nada más, se puede tomar...
No sé de dónde ha salido pero sé dónde ha terminado.
Un vino de color pajizo pálido con intensidad media-baja en nariz, agradable ella, y anodino en boca, pues pese a ser graso al tacto pasa y se despide de puntillas.
Lo que se dice siempre en estos casos: "Hombre, para acompañar..."
Nosotros, para guisar.
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