Dorado brillante, burbuja media y escasa.
Media intensidad en nariz donde se muestra complejo y mineral, francamente definido. Notas florales, frutas blancas de hueso, manzana asada, toques de piel cítrica, anisados, hinojo, ligeros ahumados y frutos secos. Con múltiples capas, dando sensación de enorme profundidad.

En boca es un vino directo y austero, muy joven todavía, con un largo recorrido por delante, vertebrado por una magnífica acidez y con un paso redondo y estructurado, largo en el final dejando una persistente huella mineral y de frutos secos amargos, con un carbónico muy bien integrado.
Cuvée procedente de una vieja viña del Grand Cru de Oger, plantada en 1949, un vino que en la excelente añada del 2008 está todavía muy joven y que sin duda agradecerá una buena guarda donde irá a más por su potente estructura y marcada acidez. Un excelente blanc de blancs. Unos 45 euros, buena RCP.

Dorado pálido. Carbónico intenso.
Buena paleta aromática aunque algo tímida al principio. Poco a poco abre y es cuando detectamos cítricos, anisados, toques herbáceos, almendrados y minerales.
Boca menos armada que en otras añadas y algo más fresca. Excelente acidez, burbuja abundante, paso largo y primario. Apuntes parecidos a los descritos en la fase anterior.
Final largo con un regusto campestre y a frutos secos.
Un excelente Champagne que en 2008 me ha parecido más lozano que en la anterior añada, con un estilo menos corpulento. Se bebe de manera más fácil aunque es igual de complejo.