No recordaba haber probado este Champagne, pero ya me bebí una botella a finales de 2013, hace prácticamente dos años. Me alegra saber que en aquel momento ya tenía un gusto parecido al de ahora. Entonces le puse buena nota, y hoy también lo haré.
Dorado y luminoso. Burbuja muy fina.
Nariz compleja, me parece muy interesante la clara tonalidad blanc de blancs más definida pero también más austera que la de otros competidores. Cítricos que se mezclan con los anisados, laurel, flores secas, muy leve presencia de frutos secos, panadería, lácteos y un matiz pedregoso que envuelve el conjunto.
El paso es fino, pese a su gran acidez no agrede ni seca las encías, además muestra un perfecto carbónico, nervioso y minúsculo. Trago largo y refrescante. Aparte de lo dicho, encontramos pera y manzana.
Final largo y complejo.
Como me comentaba Eugenio, es muy bueno. Creo no obstante que es complicado de catalogar; no es del todo oxidativo, pero tiene algún matiz que nos lo recuerda, está ensamblado y sin embargo no lleva licor de expedición. La próxima vez me acordaré de él.
Dorado limpio y brillante, burbuja pequeña y escasa.
Nariz con cierta intensidad y que muestra un cierto desarrollo y complejidad. Notas florales, frutas blancas bien maduras, manzana asada, piel de cítricos, especias, lácteos, frutos secos. Con un tenue punto oxidativo y un marcado tamiz mineral.
En boca resulta delicioso por su equilibrio de registros, fresco y adictivo, buena acidez, paso cremoso, final largo y que muestra una gran madurez pese a su juventud, dejando sensaciones frutales, minerales y de frutos secos amargos. Carbónico bien integrado. Buena persistencia.
Los Champagnes de Olivier Collin son francamente originales siendo su especialidad los blanc de blancs, con un punto de balance entre mineralidad y oxidación que recuerdan a los de su maestro Anseleme Selosse. Este viene de un “lieu-dit” y es de la añada 09, de corte más cálido. Unos 45 euros, buena RCP.
Se muestra fresco, joven, con un aroma algo comedido, no por ello falto de intensidad. Hay una agradable manzana asada, notas de hierba fresca, agradable sensación cítrica, a pomelo, lima.
Al tiempo se abre y gana, tanto en profundidad como en complejidad, parece otro. Hay notas de crianza, ligera oxidación, tarta de hojaldre y manzana, mermelada de albaricoque...
En boca sucede lo mismo, va de menos a más, en el principio se muestra fresco y vivo, muy agradable y algo fácil de beber, y conforme va pasando el tiempo es cuando va dejando su impronta y se hace más serio. Confieso que es ahora cuando me gusta, lo disfruto, con esas notas de crianza y esa ligera, pero agradable oxidación. Mascas la manzana, jugoso y cremoso, hierbas alimonadas, burbuja viva y crujiente que se va transformando en pura crema, paso sedoso, untuoso. Hay notas de toffee y de un rico cítrico.
Dorado pálido. Carbónico fino.
Los aromas se muestran expresivos desde su descorche aportando muchos matices, algunos de ellos algo atípicos en la zona. Cítricos, manzana verde, tapenade, mantequilla, brioche, notas oxidativas y punzantes, caja de cerillas y mineralidad.
Atractivo en boca. Paso amargo, cortante aunque también corpulento y graso, dotado de una excelente acidez y de un gran trabajo de alcohol y barrica. Burbuja abundante, diminuta y nerviosa. Además de los tonos descritos en la fase anterior, predomina un peculiar deje ajerezado.
Final largo y pedregoso.
Champagne elaborado por Olivier Collin, influenciado al parecer por Selosse. Cultiva en biodinámica, no filtra, no clarifica y no añade licor de expedición. Me ha gustado mucho. Con aires distinguidos y decadentes.