Corcho de aglomerado suficiente para este tipo de vinos pero bañado hasta más de la mitad del mismo (la botella estaba acostada en nevera de vinos).

Visual: amarillo dorado con destellos a oro viejo claro (dorado, en general, bastante oscuro: es la principal diferencia visual con la cata anterior de hace casi 15 meses donde los colores amarillos y dorados eran mucho más claros). Limpio, brillante y con más lágrima que lo recordaba. En visual se ve bastante evolucionado.

Nariz: de media intensidad, aromática, cítricos y fruta tropical aunque de menor entidad que la fruta almibarada de hueso (que gana mucho terreno). Tierra húmeda, sotobosque y toques salinos y minerales. También en nariz se nota la evolución. Más complejo.

Boca: entrada fácil y fresca, pero con muy buen volumen, notable complejidad, sabroso, goloso, mantiene acidez todavía aunque menor que la recordaba, toque dulce que se mantiene. Final medio-largo con toques ácidos/dulces/amargos que invita a seguir bebiendo.

Buena evolución de este blanco manchego de fácil trago. Eso sí, yo lo consumiría (añada 2012) durante este verano de 2014 (o, como mucho, hasta finales de este año). No me la jugaría en dejarlo 1 año más pues pienso que corremos el riesgo de que esté fuera de su mejor momento de consumo.

Bonita botella bordelesa cilíndrica con hombros cuadrados en ángulo recto muy moderna. Etiquetas y cápsula de vanguardia.

Visual: amarillo pajizo con destellos dorados claros, limpio, brillante y con lágrima aunque poco abundante.

Nariz: bastante intensa y aromática, cítricos, fruta tropical, mucha fruta de hueso almibarada como albaricoques y melocotón en almíbar, heno, sotobosque, tierra húmeda con un toque mineral y salino.

Boca: entrada fácil, sabrosa, golosa, con una magnífica acidez, ligeramente dulzona, muy fresco y de paso ágil. Final con un toque sutil a mezcla dulce/ácido y reminiscencias amargosas (de la verdejo) que invita a seguir bebiendo.

Vino blanco joven manchego muy fácil de beber, fresco, sabroso y de calidad. Ideal para arroces ligeros, pescados, mariscos, aperitivos y multitud de tapas. El vino de muchas de las noches de verano que se nos avecinan en las próximas semanas.

Su precio es de 3.75 euros, no es barato, pero tampoco excesivamente caro dada su presentación visual y su calidad. Buena RCP.