Restaurante Agorregi Jatetxea en San Sebastián/ Donosti/ Donostia
Restaurante Agorregi Jatetxea
País:
España
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
36,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
45 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
4.8
RCP CALIDAD-PRECIO
8.9
Pichon de Araiz, a la sarten, pure graso a la salvia, hongo, jugo agridulce
Merluza, carabinero asado, patata rota y mahonesa de limon
Revuelto de trufa y patata con trufa fresca
Guisantes lágrima, esparrago, yema de huevo de corral y panceta
Foie gras mi cuit, cereza negra de Espelette y pistachos
Croquetas de jamón ibérico
Milhojas de crema
Rape negro asado
Cigala envuelta en panceta
Opiniones de Agorregi Jatetxea
OPINIONES
4

Tras habernos recorrido 583 km desde Montpellier con el propósito de disfrutar al máximo durante 3 días de la bella Easo y de sus alrededores llegamos a Donostia a eso de las 12h30 del mediodía del sábado 18 de marzo

Una vez hecho el check in en nuestro hotel, primeramente nos dirigimos a la estación de tren, para recuperar a nuestra hija que se desplazó desde Madrid para disfrutar con nosotros esos días en San Sebastián y seguidamente buscamos algún lugar en el barrio viejo para comer, pues eran las 15h y para MC y yo empezaba a ser bastante tarde... Fue un desastre, todos los bares de pintxos a los que nos dirigimos, de buena reputación , estaban llenos hasta los topes y era imposible atravesar el umbral de la puerta, por lo que nos dirigimos para sustentarnos a uno menos conocido y de cuyo nombre no quiero ni siquiera acordarme pensando en el postre que íbamos a tomarnos en La Viña, en donde a Dios gracias, si que pudimos hacernos tres huecos en el fondo de la barra para degustar su excelente tarta de queso, en la que soñábamos tras haber leído la crónica de Diego (Abreunvinito) del 8 de marzo pasado (Ver foto en el 1er comentario)

Tras este preámbulo, pasaré a relatar nuestra visita al restaurante Agorregi, donde habíamos reservado mesa a las 21 horas.

El restaurante está situado algo lejos del centro, en una zona de actividades comerciales, justo al lado de la concesión de Volkswagen. Al frente de sus fogones se encuentra el chef Gorka Arzelus, que ha hecho parte de su carrera junto a Berasategui, Arzak y Subijana, y elabora una excelente cocina vasca de mercado y de producto de proximidad con buenas materias primas. Posee un sol Repsol y un plato Michelin (hasta hace muy poco disfrutaba de un Bib Gourmand y no entiendo porque lo ha perdido).

El local está dividido en dos partes, nada mas pasar el umbral de la puerta nos encontramos con una salita frente a la barra del bar y tras esta se encuentra la sala donde estuvimos ubicados y desde la que se accede a la cocina. La decoración de tonos claros, es de estilo minimalista, moderna... deben haber si no recuerdo mal unas diez mesas, amplias, bien vestidas, bastante bien separadas las unas de las otras (el local es pequeño), vajilla y cubertería contemporánea, buenas copas. El servicio de sala es bueno, cercano y agradable, está llevado a cabo por dos camareras y por la jefa de sala y sumiller, Beatriz Bengoetxea, esposa del chef. El Servicio de vino es bueno, descorche, primera carta y servicio bastante regular. La carta de vinos no es muy amplia, una cincuentena de referencias entre vinos y espumosos, pero lo importante es que encontré lo que buscaba .

Por la noche proponen dos menús degustación y la carta, optamos por el menú degustación largo.
Mientras nos decidíamos nos sirvieron en un pequeño cuenco aceite de oliva, de sabor muy intenso y perfumado, que hizo que acabásemos rápidamente con una buena parte del pan.

Para empezar nos trajeron un aperitivo Croquetas de jamón ibérico Una por persona. Muy buenas, un buen signo anunciador de lo que iba a seguir.

Siguieron :

Foie gras mi cuit, con cereza negra de Espelette y pistachos acompañado de unas mini tostadas Muy bueno, foie gras de gran calidad, muy bien elaborado.

Guisante Lágrima, espárrago, yema de huevo de corral, sisa y panceta Un platazo. Nos encantó a los tres.

Revuelto de trufa y patata con trufa fresca Bis repetita, delicioso, para repetir hasta saciarse.

Pescado del día (merluza), carabinero asado, patata rota y mahonesa de limón Perfectamente cocinado, todo muy bueno.

Pichón de Araiz, a la sartén, puré graso a la salvia, hongo y jugo agridulce En la misma línea, muy bueno.

Las fotos de los siguientes platos, dado que en Verema solo pueden cargarse seis, aparecen en el primer comentario

El pan artesano que nos sirvieron fue bueno.

Como postres tomamos :

Jugo de frutos rojos, helado de yogur e Idiazabal Muy bueno

Tiramisú También bueno.

Para beber tomamos una botella grande de agua y una botella de rioja blanco Remirez de Ganuza DOC Rioja 2014 fermentado y criado en barricas nuevas de roble francés durante 9 meses. Viñas viejas. Cepajes: 70 % Viura, 20% Malvasia 10% Garnatxa blanca y otras. Vino de un color verdoso, muy sabroso, elegante, muy largo en boca, fresco y muy equilibrado. Me gusto mucho.

Finalizamos con unos buenos cafés y unos "petits fours" (Tejas)

La cuenta ascendió a 66,90 €/persona. Muy buena RCP. A titulo de ejemplo la botella de vino la pagamos 27,50 € y la he visto en la red a 25 y 27 €. Buena cocina de producto con excelentes materias primas y muy bien elaborada. Un restaurante para volver. Recomendable.

  • Pichon de Araiz, a la sarten, pure graso a la salvia, hongo, jugo agridulce

    Pichon de Araiz, a la sarten, pure graso a la salvia, hongo, jugo agridulce

  • Merluza, carabinero asado, patata rota y mahonesa de limon

    Merluza, carabinero asado, patata rota y mahonesa de limon

  • Revuelto de trufa y patata con trufa fresca

    Revuelto de trufa y patata con trufa fresca

  • Guisantes lágrima, esparrago, yema de huevo de corral y panceta

    Guisantes lágrima, esparrago, yema de huevo de corral y panceta

  • Foie gras mi cuit, cereza negra de Espelette y pistachos

    Foie gras mi cuit, cereza negra de Espelette y pistachos

  • Croquetas de jamón ibérico

    Croquetas de jamón ibérico

Nueva visita al restaurante comandado por el chef Gorka Arzelus, en este caso tras una reforma de su comedor principal (8 mesas) que no tuvimos la ocasión de conocer en la anterior visita (estuvimos en una de las 4/5 las mesas de la entrada, donde está situada su barra). Comedor pequeño pero bien iluminado y con suficiente espacio entre mesas, sillas cómodas. Mantelería y copas correctas. Las dos camareras que nos atendieron algo frías, pero profesionales.
Disfrutamos de un menú cerrado de 39€ (similar al Gourmet Plus de 44€) en el que aportamos nuestra botella (Paternina Rinsol años 60). No nos cobraron el descorche (3€/pax) ya que el menú incluía el vino. No valoro el apartado vino, ya que el servicio se limitó a una cubitera con hielos, pero en su carta tienen buenas referencias a precios razonables.
Raciones pequeñas aunque bien medidas dada la extensión del menú: aperitivo, 3 entrantes, pescado, carne y 2 postres.

El pan artesano, uno de los puntos fuertes del local, a escoger entre multicereales, chapata y otro tipo que no probamos. Reposición constante, una delicia en cualquiera de las versiones.

Cabe destacar también la impecable presentación, pero sobre todo, la sutilidad y pureza de los sabores, magistralmente armonizados en los platos. Hubo variaciones en los platos que no nos explicaron (quizá fue por el género que tenían ese día), circunstancia que en cualquier caso no empañó la comida. Pero vayamos al asunto:

- Aperitivo: Croquetas de jamón, chorizo y all-i-oli. Lo más flojo del menú con diferencia. No entendí la idea ni la presentación. 3 cuencos con unas rodajas de chorizo sin piel, 2 pequeñas croquetas normalitas y una cucharada de buena salsa.

- Ensalada de foie, brotes y pato con vinagreta de yogur y frutos secos: 2 trozos generosos de un buen mi-cuit con una sabrosa carne de confit y el contrapunto refrescante de la vinagreta con toques de mermelada y pistacho. La original iba a ser de txangurro y bacalao.

- Cigala envuelta en panceta ibérica con carpaccio de trufa y patata limón: El mejor de los entrantes, pura filigrana de sabores con una cigala de hermoso tamaño, a la que la panceta aportaba un toque ahumado. Si a esto unimos la patata cocida al limón con lascas de trufa, la combinación es una explosión de sabores de la que se puede decir que lo peor es que se comía en 2 bocados. Platazo que justifica una visita. La original iba con piperrada y no con patata limón.

- Risotto de arroz negro con carpaccio de queso Idiazábal y un toque de all-i-oli: Arroz bien de punto con bastantes trozos de chipirón, unas finas láminas decorativas de Idiazábal y una gota de salsa, que combinaba muy bien con el plato. Correcto, pero sin emocionar. Aquí cambiaron totalmente el plato, que iba a ser un revuelto de hongos con foie-gras asado y jugo de pato.

- Rape negro asado, mayonesa de ajos confitados y patata limón: Otro platazo que salió de la chistera del chef, que a tenor de lo visto en ambas visitas, borda los pescados. Pescado jugosísimo, bien secundado por los toques de cebollino y ajo de la salsa, repitiendo con la versátil patata limón, que se podría haber sustituído p.ej. por el jugo del pescado. Aún así, exquisito.

- Solomillo de buey con hongo confitado, berza cremosa y lascas de Idiazábal: Obviando el apellido "de buey" del solomillo, hecho a gusto del comensal, carne estupenda y guarnición de gran nivel: para hacerse converso a la berza.

- Espuma de arroz con leche con frutas de temporada y bizcocho de mantequilla: Excelente forma de aligerar un postre contundente, con unas frutas sabrosísimas, bizcocho troceado y una deliciosa mousse ligera de arroz con leche (no llegaba a ser espuma). De nota.

- Milhojas con crema de vainilla y helado del día: El remate del menú es importante para conquistar al comensal, y doy fe que lo consiguieron. Deliciosa crema pastelera sobre 2 barquillos de hojaldre, rematados con almendra y un adictivo helado de avellana (mi preferido entre los clásicos).

Cafelito y felicitaciones personales al sonriente chef, con quien coincidimos al salir del local.

Detalle a mejorar: Precios sin IVA (La Ley 44/2006 debe de ser la más ignorada de todo el Estado).

Único Bib Gourmand de Donosti, bien merecido y totalmente recomendado.

  • Milhojas de crema

    Milhojas de crema

  • Rape negro asado

    Rape negro asado

  • Cigala envuelta en panceta

    Cigala envuelta en panceta

Gracias a unos amigos pudimos disfrutar mi mujer y yo de una cena degustación en el Agorregi. Ubicado en una zona industrial, lo único bueno del entorno es que hay bastante sitio para aparcar. Sin embargo, en cuanto se entra por la puerta el ambiente se torna cálido gracias a la jefa de sala y su simpatía, que nos acomoda rápidamente en la entrada del restaurante (tras darnos a elegir, todo sea dicho), dividido en dos zonas diferenciadas: el comedor del fondo, recomendado si se busca intimidad, y el comedor de la entrada, algo más frío y menos adecuado para una velada romántica, con una barra lateral.
Puesto que el menú ya estaba prefijado, optamos por cambiar el vino (Fincas de Landaluce Crianza tinto) por un blanco fantástico, el Crego e Monaguillo 2012. Bastante variedad en los vinos, y a precios más comedidos que en otros restaurantes de similar categoría.
Comenzamos con un "aperitivo" de aceite de oliva que es pura aceituna: frutal, intenso, de los mejores aceites que hemos probado. El pan casero de Galparsoro, estupendo también.
Seguimos con el jugo frío de melón con jamón ibérico, una forma distinta de presentar un clásico. Una lonchita de jamón sudorosa acompañada por el refrescante melón triturado. Normalito pero resultón. Pasamos a la ensalada de tomate confitado con láminas de bacalao y su brandada, que hacía de salsa para acompañar a los brotes y a los tomates, ricos ricos, casi con textura de tomate seco. A continuación el huevo atemperado con migas, un clásico de los restaurantes modernos que estaba muy bien resuelto, la crema de hongos de delicado sabor, las migas en su punto y el huevo también perfecto. No es el mejor que hemos probado, pero sí supera a otros de nivel de la zona.
Continuamos con el mejor plato de la cena, el bonito de costa asado: un pescado de categoría extra marcado en plancha y con el centro del pescado casi crudo, para realzar su sabor. El acompañamiento de la cebolleta y la salsa de guindillas, perfecto. Sólo por él merece la pena la visita. El taco de vaca, un punto por debajo del bonito, rayó también a gran nivel, con una carne jugosa y la patata como perfecta guarnición deshaciéndose en la boca.
Y para rematar, un sencillo y goloso postre digestivo: un helado de limón (a priori iba a ser de pera) acompañado de chocolate blanco fundido, fresas y melón. Bien.
Mesa bien vestida, tiempos de servicio correctos para disfrutar sin esperas y cercanía en el trato.

Un lugar ideal para disfrutar de una cena íntima en pareja. Recomendado sin lugar a dudas

Como no podía ser de otra manera siempre es un acierto hacer caso a los comentarios de David de Jorge y tras conocer a este chef en su programa y aprovechando que pasábamos el día en Donosti , en casa de unos amigos de Lasarte que casualidad conocían a la pareja que regenta el Agorregi nos acercamos a cenar tres parejas y cuatro crios.

El local esta apartado del centro en la zona de Portuetxe, no tiene el encanto del centro, pero es un local muy acogedor y llevado con mucho cariño, la mujer del chef te atiende en las mesas y también un joven muy simpático y profesional.

Tiene un par de menús bastante bien de precio, casualidad cogimos un menú especial algo arreglado de precio ya que además incluía el vino.

Aperitivo
• Foie-gras MICUIT, frutos secos, pera a la vainilla y brioche tostado
• Arroz negro de txipirones ligado con Idiazabal y ali olí
• Verduras salteadas, huevo a 65 grados, crema trufada, trufa de Álava
• Merluza, jugo de rustico, gamba roja y setas de monte
• Solomillo de vaca gallega, habas, patata trufada y cebolleta asada
• Queso artesano de Euskal Herria con dulces
• Pastel de almendra, leche de vainilla, helado de limón
• Bodegas Landaluce Rioja alavesa crianza, Sidra Zelaia y agua
• Pan artesano de Galparsoro.

Para beber elegimos un verdejo, en esta ocasión con su contra como dios manda y sacamos también un crianza de Landaluce, bodega que me gusta mucho.

De la comida deciros que fue un regalo de saber hacer y cariño, tanto por lo comido ,como por como nos lo sirvieron , producto cariño y buen hacer y a muy buen precio , quizás no este en el centro al lado de la concha o de lo viejo , pero serian los únicos peros para alguien que vaya de turismo para mi que iba a comer , de diez que merluza , que jugosa y el solomillo de vaca gallega increíble , se deshacía que sabor para no olvidar , recomendable y os lo dice David y otro tragón , vamos dos buenos estómagos .

www.agorregi.com

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