Celebración familiar

Nou Mandolin sea quizá el mejor restaurante en la ciudad de Alicante junto con el Piripi. En este último he estado en unas cuantas ocasiones con amigos y conocidos y estuvo genial.

En esta ocasión, y con motivo de una celebración familiar, asistimos unos 25 comensales a uno de los salones del restaurante Nou Mandolín, en la calle Castaños de Alicante. Para tal fin la carta ya estaba prácticamente cerrada y se nos dio a elegir entre tres platos principales y postres que luego comentaré. La carta fue la siguiente:

Surtido de bebidas a la entrada

Entrantes:

- Marisco hervido de la bahía Alicantina
- Jamón ibérico de bellota Joselito con pan a la catalana
- Foie de pato en escabeche con gelatina de moscatel
- Anchoa de bota con tomate de Mutxamel
- Láminas de alcachofas fritas

Platos principales: (a elegir uno)

- Arroz con rape y almejas
- Rodaballo con matices marinos y pequeña vinagreta
- Lomo bajo de vacuno mayor gallego a la parrilla

Postres: (a elegir)

- Leche frita flambeada con helado de turrón
- Leche, cacao, avellanas y azúcar... (o sea brownie)

Cafés e infusiones

Vinos: LAN (Rioja crianza) y blanco Verdejo de Rueda.

La verdad es que la comida fue toda una experiencia y más cuando algo así se comparte con la familia. Me recordaba por momentos a las escenas de la película el Festín de Babette.

Para empezar las bebidas servidas a la entrada estuvieron muy bien. Pedí una manzanilla y abrieron una botella al efecto. Y no solo la sirvieron en la copa adecuada, tipo PX y Jerez, sino que la sostuvieron por la base y la rellenaron. Empezaba todo muy bien.

Una vez en la mesa empezó, el festival de platos. Coincido con lo posteado por otros aficionados. La materia prima y los productos del Nou Mandolín y Piripi son de primerísima calidad. El pescado lo encargan directamente en la lonja del puerto, solo van al Mercado (y a los mejores puestos) cuando no lo pueden conseguir en la lonja. Esto último es algo que desconocía y que una amable señora tuvo a bien de informarme. El marisco hervido estaba muy sabroso. El jamón ibérico Joselito, según me informaron después era reserva del 2008, quizá sea de los mejores que he probado en mi vida.

Sentía curiosidad por el foie con escabeche. A diferencia de salsas dulces y mermeladas con la que se suele acompañar, este escabeche suave, con la cebollitas, ajos y la gelatina de moscatel resultaron ser un maridaje perfecto, aunque quizá el sabor del escabeche le restara algo de contundencia al sabor del foie. Pero bueno no es más que cuestión de gustos, resultó un plato con sabores equilibrados.

Las anchoas con tomate de Mutxamel hicieron las veces de ensalada, teniendo este último un sabor con matices que a veces no se espera en un tomate.

Y el último de los entrantes fue una auténtico placer. Las láminas de alcachofa fritas y crujientes hicieron la delicia de algunos niños y adultos. Me recordaba a las alcachofas con calamares de Benicarló. El orden de los entrantes fue ideal.

Ya en la comida principal yo me decanté particularmente por el rodaballo. Es un pescado cuya cocina no es fácil, ya que no se hace a la plancha. Se hierve un poco y luego se guisa para que su carne blanca no pierda la textura. Presentaron dos grandes lomos blancos, con paladar similar al cazón y al rape pero mucho mejores.

Del arroz solo probé una cucharada pues pese a ser de Valencia ya estoy algo saturado de este cereal. La gente como no, habló maravillas. Los lomos de vacuno ya tenían un aspecto realmente deslumbrante. Vi a algunos comensales haciendo cortes, y estaban en su punto perfecto.

Ya casi no quedaba sitio para algo más y vinieron los postres y dos simpáticas niñas con una tartita. Yo pedí leche frita que resultó ser muy buena. El aspecto gelatinoso no lo había experimentado jamás en este tipo de postre. Ni que decir tiene que los niños disfrutaron con el cacao y las avellanas...

Una comida realmente de 10. Como suele pasar en las comidas grandiosas el café llegó prácticamente frío. Y también un comentario respecto a los vinos. Yo personalmente, y estando en Alicante me hubiera decantado por los maravillosos blancos de la Tierra, como un Marina Alta que tan bien hubieran maridado con el marisco de la bahía, entre otros.

En cualquier caso la comida fue una experiencia memorable. Mucho se podría escribir de cada uno de los platos, su origen, gastronomía, evolución... En fin.