Hacía tiempo que no acudía a este restaurante, desde su anterior ubicación, ahora en un espacio más amplio y con una terraza para el verano. Uno de sus propietarios Alzal Tariq, ahora esta en la sala en lugar de en la cocina.
Nos dejamos aconsejar por Maica, que nos preparo una serie de entradas y platos principales para compartir. Todo nos gustó, excepto el cordero Madras en el que se habían pasado con el picante.
Bodega climatizada, carta de vinos corta pero bien pensada, copas aceptables y servicio del vino inexistente (nos trajeron el vino incluso ya descorchado).
Servicio de sala correcto al igual que su relacion calidad-precio.

Fuimos hace unos día a celebrar mi cumpleaños. El local ya lo conocí hace un año más o menos. No ha cambiado mucho ni los platos ni la "gran" Maica.
La comida como siempre muy bien, perfecta en relación picante-sabrosa, no peca en absoluto de que una mate a la otra, muy bien compensado. La carta de vinos es corta pero no se dedica eso, asi que bien, se come a gusto y es una comida original.

Restaurante pakistaní muy agradable, con relación calidad/precio muy buena y curiosa decoración (la pintura rosa...para gustos)
La primera vez que vas (y las siguientes si no avisas) te sirven los platos "europeizados", es decir, más suaves, menos picantes, y te seleccionan los mas populares. Se trata de una buena opción si quieres introducirte en la comida hindú.
Si avisas....ya es otra cosa. Fabulosa la concentración de sabores, especias, picantes, aromas...No me atrevo a resaltar ningún plato, aunque yo fui con la recomendación de la berenjena al curry y no me defraudó en absoluto.
La carta de vinos, corta y mejorable, pero puedes encontrar referencias interesantes, aunque ciertamente es complicadísimo maridar esa potencia que desprende cada uno de los platos con cualquier vino...¿quizás con un cava?

No se por qué, la pintura del local se me antoja un tanto estridente, pero este curioso efecto se pasa a los 5 minutos de sentarte. La verdad es que las tres veces que he ido, no he coincidido nunca con Maica, así que no puedo comentar nada sobre su servicio. Sí en cambio puedo hacerlo sobre el propio Tariq, que rebosa amabilidad. Sí te guía un tanto a la hora de pedir platos, pero lo considero algo normal en caso de no conocer a fondo el tipo de cocina. Es una cocina de sabores fuertes, pero a la vez agradable y sencilla. El ambiente no es nada ruidoso, y en verano tiene un agradable patio donde comer. La carta de vinos es corta y no muy imaginativa, pero contiene referencias que ayudan a salir del paso estupendamente. Los postres, muy buenos, especialmente el de pistacho y el de mango.

Comida original pakistaní. Cabe destacar su fabuloso postre de pistacho. El arroz basmati: exquisito, comida algo indigesta pero con excelente contrate de sabores agridulces.
No resulta nada encantadora la dueña del local, que no te permite elegir los platos que deseas degustar.

De acuerdo con los comentarios escritos.Es de esos restaurantes que a mí, al menos, de vez en cuando me da "mono". Insuperable la berenjena al curry y algún plato, fuera de la carta que ofrecen de vez en cuando.La carta de vinos, normalita.

Excelente restaurante pakistaní con un sinfín de olores a especias como el curry, cardamomo, metti, canela.... aconsejo probar la berengena en salsa de cebolla, el nan paneer, el kebab de pollo y el cordero roganjhos, todo muy suave pero con un toque picante, marida muy bien con los tintos sobre todo con el Pago de los capellanes y con el Meztizaje e incluso con un rueda como el Martivillí todos ellos con muy buen precio. Decir que el local es nuevo, moderno y no sobrecargado. El trato es amistoso, el local muy limpio, la iluminación es curiosa y de fondo ponen música pakistaní que te permite conversar agradablemente. Por cierto no olvideis tomar como postre el kulfi( helado de pistacho, coco y almendra) y el chai ( té con leche, canela y cardamomo).
Enhorabuena a todos los que hacen posible que disfrutemos en el TARIQ!!!!!

Soy un habiyual de este local desde que abrió, y en mi opinión comida es buena, y el servicio acepatble, aunque Maica me resulat excesivamente "cargante" (a menudo intenta "colarte" platos).
La carta de vinos es correcta aunque como ya habeis apuntado, sin imaginación y previsible.

Me atrevería a decir que es el mejor paquistaní de Valencia. El local ahora es muy bonito, acogedor, te sientes muy cómodo. Intereante todo lo que nos aconseja Maica, aunque a veces cuando no nos acierta en algo le vemos levantar la ceja, pero se le consiente de sobra. La vajilla y cubertería por fin mejorada. Bodega limitada pero con algunas opciones correctas para éste tipo de comida. muy buena R.C.P.

Reconozco que esta vez he ido guiado por los comentarios de DaniC.aun siendo este un tipo de cocina que no me atrae en exceso, me descubro ante las formas.El local tiene su punto de gusto, maderas de wengue en las mesas, paredes de color fucsia, profusion de blancos en los caminos de mesas, adecuado servicio de mesa tanto en cristaleria como vajilla y cuberteria te hacen pensar que no estas en un restaurante tematico, en este caso pakistani.
Si te dejas aconsejar encuentras ese punto de sensatez entre lo que te gusta y lo que nunca pedirias, en ese momento disfrutas de una gran cocina.
Su carta de vinos parece estar sacada del manual de los vinateros, algo de aqui, algo de alla y tenemos unos vinos a precios asequibles que son en general los mas solicitados.
Creo que a nadie dejara sin buena percepcion, es muy recomendable y como siempre bienaventurados aquellos que viven en la periferia, en este caso Godella y su zona de influencia, justo en la calle de enfrente de colegio Domus.
Buen oficio, ganas de agradar y diferente yantar para los que prefieren gustos culinarios distintos.A la hora de pagar...se agradece incluso el precio de un excelente Loriñon.