No sé si ponerme filosófico... quizás mejor en otro momento. Por muchas palabras y adjetivos que pronunciara me quedaría corto. Es demasiado bonito como para no vivirlo en primera persona. Es una inagotable sinfonía de orgásmicas sensaciones. Es un magnífico concierto orquestado por los más grandes músicos de la restauración. Una auténtica experiencia celestial.

Otorgar una calificación menor de "10" sería ser infiel a mis principios y dar la espalda a mi corazón. Sería un tópico decir que dicha vivencia fue de menos a más, lo más correcto sería decir que fue de más a demasiado. Desde que entramos a las 13:30 h hasta que salimos 5 horas más tarde no podía ni quería despertar del sueño. Fueron varias horas de pura poesía.

Menú Degustación (115 €)

Snacks

- Olivas Caramelizadas.
- Bombón Bellini.
- Espina de anchoas de l'Escala con témpura de arroz de pals.
- Crujiente de pollo con patatas.
- Tortilla de caviar de arengada.
- Parfait de pichón.
- Brioche de boletus edulis con caldo de escudella

Menú

- Ostras al Cava Agustí Torelló, compota de manzana, jengibre, piña, limón confitado y especies.
- Higos con foie.
- Lenguado a la brasa con aceite de oliva virgen, hinojo, bergamota, naranja, piñones y perfumes del mediterráneo.
- Escudella de bacalao.
- Cochinillo ibérico con cebollitas a la brasa, melón y remolacha.
- Sorbete de destilado de limón.
- Vainilla, regaliz, caramelo y oliva negra.

Vinos (Maridaje 45 €)

- Agustí Torelló D.O. Cava.
- Grans Fassian 97 Apoteke Auslese Mosel.
- Rocallis 05 D.O. Penedés.
- Nelin 08 D.O. Priorat.
- Terra Remota Camino 07 D.O. Empordá.
- Monzinger Halenberg Emrich-Schönleber Spätlese 06 Nahe.
- Olivares 06 D.O. Jumilla.

- Cafés.

* Sorpresa mayúscula con la visita del amigo Jerónimo y su mujer Rosa. Interesante tertulia con Joan Roca, siempre dispuesto a argumentar cualquier inquietud o pregunta que le formules. Igual de interesante el poder hablar con Pitu Roca, gran profesional y mejor persona. Tuvo la gentileza de enseñarnos la "sala de operaciones". La sencillez de ambos me cautivó. No podría olvidar al resto del servicio, los cuales rayaron a un nivel altísimo.

Y por último no podría dejar de mencionar el afamado postre "El gol de Messi" con la narración de Joaquim Mª Pujal. Ahí no valen sentimentalismos de ningún tipo, ni políticos ni deportivos, ahí hay que valorar el sentimiento de las personas que ejecutan esa obra de arte.

Como colofón final unos magníficos GT a los cuales fuimos invitados.

Gracias a todas y cada una de las personas que hicieron que ese día fuera un hombre verdaderamente feliz. Gracias a ti también amigo Jerónimo, no hace falta que te diga el porqué.

Un saludo.

Con listas de espera para cualquier día de la semana y sobre todo para los fines de semana de más de 9 meses, El Celler de Can Roca se ha convertido, más aun después de la 3 estrella michelín y de ser el 4 mejor restaurante según la guia S. Pellegrino, en visita imprescindible para cualquier aficionado a la gastronomía.

No existe ningún restaurante del mundo donde la simbiosis de conocimientos de tres hermanos, funcione tan bien. Jordi con sus innovadores postres, Pitu que se ha convertido ya en un mediático sumiller y Joan, recuperando y actualizando recetas de la tradición catalana utilizando las últimas tecnicas gastronómicas.

Es dificil decir algo nuevo de este restaurante que no se haya dicho ya por aqui, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de comentarios que se han escrito en los últimos meses.
Me limitaré a redactar una serie de apreciaciones sobre todo comparándolas con mi anterior visita.

Nos pusieron en un reservado con unas vistas fantásticas al patio interior. Gran detalle.

La mayoría de los comensales pedimos el menú festival 9 platos, más 3 postres (145€) y con el maridaje de vinos (65€) aunque algún comensal pidió otro menú. Por teléfono se nos dijo que no habria ningun problema, pero el chico que nos atendió al principio nos dijo que no podía ser, aunque al final rectificó.
Los aperitivos, grandiosos, en especial las aceitunas, de las que ya se han hablado, colgadas de un bonsai de olivo.
Los platos, fantásticos, con unos sabores limpios y sutiles a la vez y con algunas obras maestras, como La escalibada ahumada al humo de encina, con una textura del tomate, berenjena, cebolla y pimiento parecidas a los gnocchis; El lenguado con sabores del mediterráneo , hecho a las brasas de encina y con unas salsas aterciopeladas como acompañamiento (hinojo, bergamota, naranja, piñones y olivas verdes) que hacian que cada bocado fuera diferente a la vez que mágico; La adaptación del steack tartar con unos matices en cada bocado que podían llegar casi hasta el infinito...
La parte dulce más de lo mismo: 3 postres impresionantes, en especial la vainilla "deconstruida", un postre que consistía en una serie de ingredientes, puestos a un lado del plato (oliva negra, caramelo, regaliz) que juntos en la boca tenían el sabor a la vainilla y en la otra parte del plato, un helado de vainilla; o el soufle de rosas, que a diferencia de las famosas adaptaciones de los perfumes de Jordi, aquí lo han hecho al reves, primero han ideado el postre y luego el perfume.

Respecto al vino, poco más que decir de una de las mejores bodegas del mundo con unos precios muy razonables (2x precio tienda), con algunas referencias valencianas y con un espectacular maridaje de 13 vinos servidos en las mejores copas, siempre en el momento que tocaba y con la profesionalidad del sumiller que nos atendió (mucha paciencia tuvo toda la tarde).

El servicio de sala perfecto con un ritmo perfecto entre plato y plato y con mucho cuidado a la hora de interrumpir las conversaciones, cosa que muchas veces no se tiene en cuenta en algunos restaurantes.

Pero no todo fue perfecto (¿hay algún restaurante perfecto?). Para empezar, la camarera que nos atendió era algo brusca sirviendo el cava y el agua, saliéndose en ocasiones y salpicando claramente el mantel (siempre me he preguntado si es tan difícil evitar esto). Respecto a la comida, algún comensal percibió algo de arena en el plato de calamares aunque lo que más me llamó la atención fueron las raciones, en algunos casos ridículas (el postre del soufle de rosas o el plato de cordero por ejemplo, se podían comer de un bocado perfectamente) , sobre todo si lo comparo con mi última visita en la que al menos los platos principales y los últimos postres no eran para nada pequeños.
Esto se puede ver como positivo o negativo, ya que llegas al final del menú con una sensación de hambre parecida a la del principio y pudiendo disfrutar de todos los platos por igual, pero en mi caso fué que salí casi con hambre. Me quedé con las ganas de haber comido más pan (por cierto, excelentes variedades).
Para acabar, la subida de precios desde mi última visita no está justificada porque no aprecié un aumento de la calidad y menos de la cantidad, y creo que responde a un tema de demanda (aumento de la demanda, aumento de precios) debido sobre todo a la tercera estrella y a otros premios.

De todas formas, hay ciertos detalles que compensan y que hacen que salgas con una sensación muy positiva: la invitación improvisada de un PX del 58 y de los Gin Tonics, además de no cobrarte ningún tipo de servicio de pan y similares, pero sobre todo la amabilidad de Joan y Pitu. Es increible ver a Joan a las 7 de la tarde paseándose por las mesas y charlando con tranquilidad y sin prisas con los clientes (nos comentó bromeando que él lo tenía fácil porque vivía encima del restaurante).

Para acabar comentar que tuve la suerte de poder compartir mesa durante más de 5 horas, con amigos de verema que aun no conocía en persona, FrancescF y Frederic (y sus respectivas esposas), unos auténticos cracks y apasionados del vino que hicieron más especial esta gran experiencia gastronómica.

he optat per reproduir el correu electrònic que els he enviat aquest migdia:

Vàrem estar dinant el 30/10/2010 a la taula al costat de la bodega.

Gràcies pel tracte rebut. Ens vàreu fer sentir durant 5 hores com uns autèntics privilegiats, especialment mentre em fumava el cigar tot gaudint dels petit fours i la copeta.

Gràcies pel menjar i el beure. Ens ho vàrem passar d'allò més bé plat rera plat i vi rera vi. Les meves disculpes al sommelier i a la cambrera per fer-me tan pesat, cosint-los a preguntes i distraient-los de la seva feina. Mercès especials per canviar-me el plat que portava formatge (no vaig adonar-me abans) i l'Olivares dolç, i pel PX Etiqueta Doble de 1958 i el Calisay de Mollfulleda, que varen acabar d'arrodonir un àpat memorable.

Gràcies a tot el personal per fer de El Celler de Can Roca el que és. Us mereixeu les 3 estrelles i alguna més... Ara entenc el que va sentir el meu fill quan, amb 4 anys, li vàrem dir que havíem de marxar d'Eurodisney...

Només un únic "però": Dos dels comensals vàrem trobar sorra als calamarcets, fet que només demostra que sou humans.

Ja que no vaig tenir ocasió de fer-ho personalment, voldria demanar-vos que em féssiu el favor de felicitar a Jordi Roca i tot el seu equip per les postres i els petit fours. Em consta que més d'un ens vàrem quedar amb ganes de repetir.

Espero poder visitar-vos tan aviat com es recuperi la meva cartera. No és que m'hagi semblat car, en absolut. El que passa és que el meu sou no em permet donar-me totes les alegries que voldria...

Per darrera vegada, gràcies

Només afegir el meu agraïment per al Frederic, la Mª Carme, l'Álvaro (Almolo) i la Isabel, que ens varen acompanyar en aquest àpat tan especial, i al Jerónimo, que va pensar en tots el detalls.

Espero que l'Almolo pengi en breu un comentari amb fotos al seu blog.

Hemos estado un grupo de amigos el 12 de octubre. Tomando el mismo menu que el comentario anterior. Pitu ha mejorado los maridajes y ahora el resultado es aún mejor y más sorprendente.

No voy a añadir nada a lo anterior porque pocos restaurantes tienen tanto consenso. Creo que muy muy pocos.

Yo creo que es la experiencia más completa que se puede tener.
El unico punto negativo: eramos 8 en la mesa y el sumiller que nos atendía hacia equilibrios tratando de llevar las 8 copas en las manos... No se si es muy justo hacer enfasis en esto pero creo que lo deben evitar porque afea innecesariamente un trabajo de los 3 hermanos maravilloso y extraordinario.
Estoy escribiendo esto y tengo ya ganas de volver...
He hecho un video, como siempre, de lo que llamamos GTC, por Gastronomic Touring Club y creo que puede ayudar a ver en que consiste la experiencia:

http://www.noselepuedellamarcocina.com/2010/10/16/el-celler-de-can-roca-el-tercer-destino-de-gastronomic-touring-club/

Con mucha impaciencia e ilusion esperaba la cena en El Celler de Can Roca.

Todas las expectativas se cumplieron.

Maravilloso restaurante, de los mas grandes que he visitado.

Grandisima cocina, con un producto insuperable.

Bastante se ha hablado ya, sobre la cocina de los Roca. Todo halagos, con razón.

Optamos por el Menu Festival.

Para abrir boca unos snacks.

-El famoso bonsai de aceitunas caramelizadas
-Tempura de arroz con espina de anchoas
-Bombon Bellini
-Crujiente de pollo rustido.

-Brioche de boletus con caldo de escudella
-Tortilla de cavier de arenque
-Parfait de Pichon.

Que manera de empezar !!

Empezamos con los platos:

-Escudella al horno de encina. Con texturas de tomate, cebolla, pimiento y berenjena.
-Crema de Foie, con higos. (un clasico)
-Gamba a la brasa, arena y esencia de gamba.
-Particular sopa de cebolla con nueces crespià y queso comté.
-Lenguado sabores mediterraneo. Espectacular cada trozo un sabor diferente. Hinojo, bergamota, piñones, naranja y aceite de oliva
-Calamares con roca de cebolla.
-Salmonetes con suquet y manteca.
-Adaptacion de tartar. Sublime. Con bolitas de helado de mostaza, patatas soufle, tomate, encurtidos, avellana, salsa bearnesa, pimienta sechuán, etc, etc.
-Cordero con terrina de albaricoque.

Mundo Dulce.

-Sorbete de destilado de limon. Increible. con una nube de leche, con textura de nieve.
-Soufle de rosas. Buenisimo. con Lichis y guayaba.
-Vainilla, regaliz, caramelo y oliva negra. Sublime. Uno de los mejores postres que he tomado. Jugando con una bola de helado excepcional de vainilla, en la otra punta del plato los sabores desgranados: la propia vainilla, regaliza, oliva negra, caramelo...

Maravilloso menu. Con platos sobresalientes, magnificos.

Todo ello acompañado con un maridaje estupendo. 14 vinos a cual mejor, donde destacan el Riesling, Jerez, Priorat, Borgoña, Cava...

4 horas y media de autentico disfrute y deleite. Incluida visita a la cocina y bodega.

Le he dado muchas vueltas a cómo expresar realmente lo vivido ayer en el Celler de Can Roca. No creo que se pueda expresar sólo con palabras las emociones, sensaciones y demás experiencias que ayer compartí con mi mujer; aunque lo intentaré.
Lo primero y más importante: GRACIAS a mi mujer por haberme preparado esta sorpresa para mi 33 cumpleaños. Salimos de Tarragona sin saber yo dónde íbamos. Al llegar a Girona, y tras varias vueltas fuimos a parar delante de la puerta del restaurante. Mi mujer comenta que mi cara de incredulidad, asombro y felicidad completa, sólo la recuerda comparable al nacimento de nuestros 2 hijos. Es la primera vez que comemos en un restaurante tan estrellado, aunque sí es verdad que nos gusta buscar la calidad en la gastronomía. Inicialmente sentí algo de temor, como un escalofrío al entrar, ¿ y si no estoy a la altura, y si me decepciona...? Todo lo contrario, superó con creces mis expectativas, y porque no, mis sueños...
Me considero (y lo soy) un neófito en lo que se refiere a la gastronomía y al mundo del vino. Me cuesta hablar y entender de texturas, temperaturas, consistencias, y otras cuestiones técnicas. Sí reconozco mis gustos y puedo asegurar que las 4 horas que pasamos degustando el menú festival con el maridaje de vinos, han sido de las más maravillosas de mi vida, una experiencia inolvidable, que se ha de probar aunque sea una sola vez en la vida. En mi cabeza se me acumulan imágenes, gustos, pensamientos, GRACIAS CELLER !! Me pareció todo increible, TODOS los platos ( en especial la escalibada al humo), los postres (probamos El gol de Messi), los vinos (aquí tengo que poner el único pero de la comida, y me explicaré, aunque seguramente no tenga razón, pero es lo que sentí: el sumiller (Manuel)no nos llegó a transmitir esa pasión por el vino que yo suponía en un restaurante dónde ese mundo es de capital importancia. Leía la etiqueta en voz muy bajita sin nigún tipo de explicación complementaria con el plato que maridaba), el personal atentísimo, el interior del restaurante, la bodega que nos enseñaron al finalizar la comida, etc.
De nuevo dar las GRACIAS a mi mujer por haberme hecho cumplir uno de mis sueños.

El pasado mayo estuvimos en El Celler de Can Roca haciendo el menú degustación mas completo.. la verdad es que fue una gozada.. y desde luego se cumplieron de sobras nuestras expectativas

Dado que no queríamos hacer maridaje, hicimos , después del Cava de los aperitivos un riesling para la comida en general que nos recomendó el sommelier y luego para las carnes un par de copas de tinto (Toro)

La verdad es que estuvo todo magnífico y no hay un solo pero al menú.. todo increíble y sorprendente .. que es lo que uno busca en estos restaurante..sensaciones y gustos distintos..

Felicidades.. ¡!!

Alguno de vosotros me ha preguntado que menú le recomendaría en su visita al Celler de Can Roca, como la mayoría viven lejos y no tienen demasiadas ocasiones de visitarlo, les recomiendo el menú festival, pero el Celler dispone de otros menús aparte de la carta.
En esta ocasión acudí acompañado de un amigo argentino y del Barça, (la compañía ideal para disfrutar del nuevo postre del Celler, el gol de Messi), y me planteó la misma pregunta ¿Qué menú pedimos? Mi respuesta fue rápida, le recomendé el menú clásico, por varias razones.

El menú clásico bajo mi punto de vista, es una pequeña recopilación de los platos que hicieron al Celler ser lo que es hoy, por lo que para conocer en profundidad su cocina creo más acertado empezar por sus orígenes, siempre en el caso de tener otras ocasiones para degustar sus últimas creaciones.

El menú clásico se compone de los típicos entrantes del Celler,
El Olivo Bonsái con sus riquísimas olivas caramelizadas,
Una sorpresa, el Bombón de Campari ha sido sustituido por uno similar cambiando el campari por no recuerdo qué.
Las Espinas de anchoas.
Otra sorpresa, el Crujiente de grué y cacao se ha sustituido por un chip de patata relleno de carne. (otra creación de Jordi).
El Parfait de pichón.
La Tortilla de caviar de arenque.
Y el exquisito Brioche trufado con caldo de escudella.

A continuación el menú clásico compuesto de,
“Timbal de Manzana i foie”, plato del 1.996
Seguido de “Parmetier de bogavante con trompetas de la muerte” creado el 1.988
Y por último el “Lechón ibérico” del 1.999
De los tres, no sabría decidirme por uno en concreto, el timbal es simplemente espectacular, pero el parmentier y el lechón, o le van a la zaga, y me he quedado con ganas de volver a probar otros de mis preferido como el “carpaccio de pies de cerdo” o el “rabo de toro deshuesado” en fin habrá que volver otro día.

De postre en esta ocasión hemos cambiado Cuba por Argentina, y en lugar del “Viaje a la Habana” hemos querido comprobar “A qué sabe un gol de Messi” y la verdad es que los goles de Messi saben muy bien.
Si queréis comprobarlo mirar el siguiente enlace,

https://www.verema.com/foros/restaurantes/temas/793579-otro-golazo-hermanos-roca#respuesta_793579

Lástima que Jordi, el autor del Gol estaba de viaje por el extremo oriente, ya que me habría gustado felicitarlo personalmente.

El precio del menú clásico, 95€ que regamos con,
1 Gramona Imperial, 26 €
1 Gran Claus Rosat 2009, 19’44 €
½ Martin Berdugo 2006, 15 €

Unos cafés y GT’s en la salita de fumadores y como de costumbre un trato cordial, atento y profesional tanto por parte de los hermanos Roca, como por el personal que nos atendió Quim, Eric, Xavier y el resto del personal.

Hay restaurantes a los que no se va sólo a comer, se va a disfrutar de una experiencia en que la parte más importante, sin duda, es la gastronómica, pero donde entran en juego otras sensaciones como la diversión, la sorpresa, la emoción o la exclusividad bien entendida. Nada que ver con un parque temático, como hemos leído por ahí, sino algo mucho más complejo.
Y el Celler es uno de esos restaurantes donde todo, absolutamente todo, está encaminado a que el comensal disfrute desde que entra hasta que sale.

Para empezar, el comedor es precioso y elegante, con esa especie de jardín interior acristalado, sus amplios ventanales, y una estupenda iluminación – que crea una sensación de intimidad al mismo tiempo que permite distinguir perfectamente todo lo que llega a la mesa-, las mesas lo suficientemente separadas como para no entrometerse en conversaciones ajenas y magníficamente vestidas. Cubertería y vajilla de calidad, con distintas copas para cada tipo de vino.
Atención en sala estupenda: profesional y cercana, con el grado de implicación que el cliente va solicitando.
Pedimos el Menú Festival para poder probar cuantas más cosas mejor:

Snacks
-Nos trajeron a la mesa un Bonsái (olivo), del que colgaban 4 Olivas caramelizadas, rellenas de anchoa, que había que arrancar de las ramas del árbol. Perfecta puerta de entrada para entrar en el juego de la cocina de Joan Roca. Divertido y técnicamente muy bien resuelto, no se trataba de un mero fuego de artificio.
-Bombón de Campari: un delicado bombón rosado de paredes muy finas, que explotaban en la boca soltando el licor. Técnica y sabor otra vez.
- Espina de anchoas con Tempura de arroz de Pals.
-Crujiente de grué y cacao.

Tapas
-Parfait de pichón, con un sabor intenso y suave a la vez.
-Tortilla de caviar de arenque: especie de coulant suavísimo, con el intenso sabor de las huevas.
-Brioche trufado con caldo de escudilla: tradición, técnica y sabor una vez más.

Menú
-Cerezas con ventresca de atún y jengibre: de consistencia parecida a un gazpacho. Magníficas las dos cerezas que culminan el plato (especialmente la helada) y la ventresca. Excelente.
-Escalibada al humo de brasa con encina. Como dice la propia carta: textura nueva, recuerdo ancestral. Viene servida en una campana de cristal que mantiene el humo y, al levantarla, salen los aromas en todo su esplendor. Muy vistosa y riquísima. Gran plato.
-Gamba a la brasa, arena de gamba y esencia de gamba. La cola prácticamente cruda y la cabeza pasada por la plancha. Nos gustó mucho pero la textura de la gamba quizás no era tan superlativa como las que tomamos en Etxebarri unos meses atrás. Con este plato nos sirvieron dos vinos, uno para la cola y otro para la cabeza, realmente estupendos.
-Sopa de cebolla y nueces de Crespià con comté y bizcocho de nueces.
-Lenguado con aceite de oliva y sabores del Mediterráneo: otro plato excelente. Dos lomos de lenguado, perfectos de punto, acompañada de distintas salsas (aceites aromatizados) para combinar: hinojo, bergamota, naranja, piñones y olivas verdes. La idea era tomar cada bocado con una salsa e ir cambiando de sabores. Original y riquísimo.
-Calamares con roca de cebolla: el plato que menos nos agradó porque estaba claramente pasado de sal, aunque la materia prima fuese de primera calidad. Lástima porque podría haber sido otro gran plato.
-Salmonetes con suquet y manteca: buen producto, estupendo punto.
-Adaptación de steak tartar con helado de mostaza: otro de los platos estrella. Un steak tartar excelente acompañado de un conjunto de salsas para acompañar (a cada cual mejor), servida cada una con una pequeña patata soufflé. Como el lenguado, para comer cada bocado con una salsa, cada vez un matiz distinto. Espectacular.
-Cordero con terrina de melocotón y albaricoque: estupendo broche final para la parte salada. Cuello de cordero deshuesado y en timbal. Nos gustó la mezcla de sabores.

Postres
- Sorbete de destilado de limón, muy refrescante. Sabor intenso pero no agresivo.
- Souflé de rosas: el postre que más nos gustó, por originalidad y por sabor.
- Sorbete de sandía con coco y estragón: una combinación difícil pero bastante equilibrada que fue el perfecto punto final a la parte dulce.

Acabamos con dos cafés y unos buenos PetitFours.

Yo maridé el menú con la selección de Josep Roca: un vino por cada snak, tapa y plato. Desde el Cava de Albert i Noia para el Celler o el roé de Agustí Torelló Trepat, hasta los excelentes Oloroso del Puerto Lustau Almacenista, Domaine Yves Cuilleron Terres Sombres 05 AOC, Mozinger Helenberg Emrich-Schonleber Spatlese 07 o el Gerwuztraminer Spatlese 07 Okonomierat Rbholz VDP.

Nos gustaría destacar un par de detalles:
Primero, no añaden ninguna cantidad al precio del menú en concepto de pan, aperitivos ni nada por el estilo. Algo que dispara la cuenta otros 12, 14, 16 euros por persona en sitios como Arzak o Sergi Arola.
Segundo, la botella de agua mineral de 1l. tiene un precio normal (4 E.), al igual que los cafés (2,50 E.), y los vinos, muy lejos de los márgenes de otros estrellados (y no estrellados).
Por último, yo pedí el maridaje con el menú. Mi acompañante bebe mucho menos que yo y pidió que le pusieran dos o tres copas que le sirviesen para toda la cena.
A ella le sirvieron el Cava de Albert i Noia, y dos blancos y un tinto, de los cuales sólo uno fue distinto a los que a mi me sirvieron (no recordamos cuál fue). Pues bien, en la cuenta sólo nos cobraron la copa de vino blanco que le sirvieron distinta a las de mi maridaje. Grandísimo detalle.

Para finalizar, a la salida encontramos a un amabilísimo y cercano Joan Roca que nos enseñó su cocina mientras nos llegaba el taxi e incluso nos mostró un postre que estaba en fase de rodaje: El gol de Messi. Pero, como él mismo nos dijo, con el fútbol hay que tener mucho cuidado y le seguía dando vueltas.

Dos menú Festival (134,26 E c/u), 1 maridaje (60 E.), una copa de vino blanco (7 E.), un agua mineral y dos cafés (+ IVA): 372 E.
Sin duda, uno de los mejores restaurantes donde hemos comido.

Ese es el tiempo que pasó desde que entramos a las nueve en punto,cargados de ilusión,y salimos a las cuatro de la mañana con la sensación de haber tenido una experiencia gastronómica inolvidable.

Era mi cumpleaños.Fuimos dos parejas de amigos desde Madrid y allí nos esperaba otra pareja de amigos,él cliente y conocido de los Roca desde hace quince años.

Al llegar,nos sugieren tomar los ocho snacks de aperitivo en los sofas que tienen a la entrada.Todos a buen nivel,destacando el parfait de pichón y las olivas caramelizadas(llegan colgadas en un bonsai con forma de oliva).

Posteriormente,aparece Josep Roca.Nuestro anfitrión le pide que nos enseñe la bodega.Nos dirigimos hacia la bodega impresionante en continente y contenido.2700 referencias y 30000 botellas.Con imágenes en dos pantallas,con música de fondo y con el tono,la expresión y la pasión de un poeta,Josep nos explica sus denominaciones favoritas:Champagne,Jerez,Priorato y Borgoña.Respondió a nuestras preguntas con interés y cuando salimos y él nos dirigia hacia la mesa,todos nosotros salíamos con los pelos como escarpias por la PASION y los conocimientos de Josep sobre el mundo del vino.

LLegamos a la mesa.Sala minimalista,íntima,acogedora,luces indirectas,una pasada.Optamos por el menú festival.Cuatro aperitivos,nueve platos y tres postres.
-Ostras al cava
-Escalibada al humo de brasa de encina.Textura nueva,recuerdo ancestral.
-Higos con foie
-Gamba a la brasa,arena de gamba.
-Sopa de cebolla y nueces de Crepiá
-Lenguado con aceite de oliva y sabores del mediterraneo
-Calamares con roca de cebolla
-Cambiamos el cordero,por el clásico Parmentier de Bogavante
-Adaptación de steak tartar
-Souflé de rosas
-Sorbete de destilado de limón
-Sorbete de sandía y coco.

Casi todos los platos fueron sobresalientes,y digo casi,porque bajaron el nivel en mi opinión,las ostras al cava,el potente cava anulaba el sabor de la ostra y el lenguado con aceite de oliva,que nos parecio un plato sin mucha difícultad en el que la materia prima no nos pareció excelente.
Excelentes fueron la escalibada al humo,que llega a la mesa en una esfera de cristalen la que el humo oculta el interior,al levantarla se visualiza el plato y llega un aroma increible a brasa en encina.También la adaptación del steak tartar,por su sabor y por la combinación con la mostaza que la daba un toque mágico.
Los postres,buenos,destacando el sorbete de sandía.

El servicio,inmaculado,éficaz.ágil,discreto,cercano,incluso hasta demasiado servicial.La presencia de un comensal "asiduo" ayudó mucho.

Para beber:
-Tarlant Rosé,AOC Champagne,para los snacks
-Mandelgarten 06 Riesling,muy bueno.48E
-Silex 04 Daguenau.80E
-Chassagne Montrachet 06 Clos Boudriotte.60E,tinto joven maravilloso para mí.No tanto para mi amigo, con el que suelo coincidir,la discrepancia a veces es buena.
-Pierre Gonon 08.Sant Joseph,para el steak tartar.30E
Nos atendió Carlos Aymerich,mejor sumiller de España 2009.Servicio perfecto ,explicaciones didácticas,elecciones para mí adecuadas.Quizás,por poner alguna pega le faltó un poco de naturalidad.

Copas de altura,Riedel vinum,Spigelau.También Riedel para el agua.

Pasamos nuevamente a la sala de los sofás y allí,aconsejados por otro sumiller,tomamos gintonics de Junipero con Boylan y G`vine con Fever Tree.Nuestro anfitrión de lujo dio cuenta de un puro.

La factura,1195 E.Para lo comido y bebido,buena RCP.

A las dos de la mañana aparece Joan Roca,con el que nos hicimos fotos y con el que mantuvimos una animada charla sobre restaurantes y peridiodismo gastronomico.Me pareció un tío culto,con los pies en el suelo,sosegado,apacible y sobre todo HUMILDE.A las cuatro,cuando nos ibamos allí seguía Joan...
Me gustaría hacer una mención sobre mis compañeros de mesa.Gente con cultura gastronomica,simpática,ocurrente,divertida.Compañía de tres estrellas michelín.
En definitiva,quizá faltó algún plato de los denominados memorables,quizá bajo el nivel algún plato anteriormente comentado,pero disfrutamos dela cocina pulida y de gran pureza de Joan Roca.

Seguramente no hay ningún restaurante en España en el que se disfrute de una experiencia GLOBAL tan satisfactoria como en el Celler de Can Roca,quizás sea el restaurante más completo de España.Dicho esto,en lo estrictamnete culinario me gustó un punto más la cocina perfeccionista y el virtuosismo de Berasategui que visite en 2008.

Experiencia única.Nunca olvidaré mi 34 cumpleaños.