El arte de perder clientela, 2º parte

Animados por los comentarios de amigos sobre la oferta japonesa en el "Mijapo",situado el piso superior del establecimiento, acudimos a cenar la vispera del día grande de nuestra querida tierra.
Local realmente cómodo, cubertería muy adecuada, copas Riedel, comida de muy buena calidad....y confirmación de la histórica frase de A. Einstein; "Hay dos cosas infinitas, una es el universo y otra la estupidez humana...y del universo no estoy seguro".
Cuatro personas; para beber, un Quinta Apolonia y una botella de Riesling,-no recuerdo el nombre, si funcionara su web lo diría-, mejor el segundo.
El que hacía las funciones de "sumiller", un personaje de pelo moreno, con gafas y sobre los cuarenta, - vamos, como yo pero con gafas-, me da a probar el primero de ellos.
Tras darle tres giros en copa, sólo tres, -ya sea por costumbre por que suelo beber tintos, por oxigenar el vino aunque sea joven y no lleve madera o por que me dé la gana-, le comento que lo deje en cubitera por que me gusta un poco más frío, a lo que me responde que: "el vino está bien, pero con los giros que le has dado en copa, ha perdido cuatro o cinco grados", (sic).
Lo miro a la cara, la observo, veo que no vale la pena discutir, y le digo que deje la botella en cubitera.
Veamos; el vino baja de temperatura, sobre todo, por varias circunstancias que no tienen nada que ver con moverlo tres veces en copa, a saber;sacarlo de cámara frigorífica, descorcharlo y, sobre todo, por ponerlo en copas que, por muy buenas que sean, están a una temperatura muy superior al vino al estar recien lavadas, como era el caso.
Afortunadamente, el Riesling lo sirvió otro camarero más normal.... bendito sea Dios.
Comida de excelente calidad. Problema; nos preguntan si alguno de los comensales es alérgico a algo y le contestamos, -si, al famoso "sumiller"-, que mi mujer es alérgica a cualquier vegetal en crudo mientras que otra de las comensales a los frutos secos.
Bien; después de la cena, me comenta mi mujer que en el primero de los sushi servidos había tres trozos de pepino crudo de considerable tamaño y que le produjeron dolor de estómago, pero que no me lo había comentado por que conocía cuál iba a ser mi reacción. Afortunadamente no hubo hinchazón ni shock anafiláctico
¿Para que narices preguntáis, si luego os pasáis las indicaciones por la entrepierna?, ¿Hay que ir a cenar con Urbason?.
Lo dicho; excelente comida, pero hay gente que, o por que no alcance, por que esté amargado, o por lo que sea, hay que despedir del trabajo y que se dedique a otros menesteres.....por cierto, tengo testigos, el recibo de la visa, y mi DNI está a vuestra entera disposición por si queréis emprender acción legal alguna, acciones que debería emprender yo.
En el servicio del vino influye el "sumiller", o lo que sea.
Huir.........

  1. #1

    praga

    P.D. Por supuesto, no hace falta que lo diga, que estoy a la entera disposición del dueño del restaurante para identificar al sujeto en cuestión.

  2. #2

    Antoni_Alicante

    Flipo! Desde luego... Te fastidian la velada por un detalle tan desagradable

  3. #3

    praga

    en respuesta a Antoni_Alicante
    Ver mensaje de Antoni_Alicante

    Pues sí; una falta de profesionalidad absoluta por parte del camarero en cuestión.
    Una cosa es ser un tocape..., y otra que puedas acabar en urgencias; menos mal que no pasó de un intenso dolor de estómago, pero a mi mujer le amargaron el resto de la cena.

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