Peregrinar a Peñíscola

Esta es la tercera vez que comemos en Casa Jaime y siempre ha sido porque nos venía de paso, pero esto tiene que cambiar. Casa Jaime tiene una entidad propia y un valor gastronómico que se merecen una auténtica peregrinación a Peñíscola para disfrutar de su cocina.

Frente al mar, en un entorno privilegiado con vistas al castillo del Papa Luna, encontramos este restaurante de playa que, oh señores, hace las cosas bien, pero que muy bien. Comer en la terraza es un auténtico lujo, pero tampoco está mal cuidado el interior, que ofrece una ambiente sencillo pero agradable.

Cocina de mercado con evidente presencia del mar, de los productos locales menos conocidos por la mayoría. En casa Jaime se cuida la materia prima y la elaboración de cada plato. Que el propio Jaime te presente la carta es un espectáculo, conociendo al dedillo cada elaboración, cada detalle de cada pescado, marisco o habitante del mar que llegará a tu plato en breve.

Mientras esperábamos salieron unas sardinas en escabeche muy ricas. Y empezamos con las croquetas de erizo, puro sabor, ese punto yodado y la perfecta fritura. Las croquetas de galera también son dignas de mención, buen sabor y de nuevo el dominio de algo tan sencillo, pero tan difícil de hacer, como es una croqueta.
El tartar de atún con vieira es uno de los platos que uno no se puede perder de Casa Jaime, al igual que las llenguetes, un pequeño pescado del que no había oído hablar nunca y que aquí se prepara como si fueran angulas.

Y pasamos a los pesos pesados, arroz calabuig, con ortigas de mar y espardenyes y arroz columbretes, con erizos de mar y gamba roja. Es difícil decantarse por alguno de ellos. Los dos son puro sabor a mar, arroz en su punto y la posibilidad de probar productos que no siempre son fáciles de encontrar.

De postre probamos una torrija muy rica, el postre que más me gustó, una tarta de naranja y una tarta de manzana reineta.

Carta de vinos correcta, falta algo de originalidad pero permite un buen disfrute, al igual que las copas que son de buena calidad y el servicio es amable, cercano y profesional.

Lo dicho, volveremos exclusivamente a comer en Casa Jaime en cuanto llegue el invierno.

  1. #1

    Obiwan Ferran

    Uf, vaya pinta tiene todo! :-) Cómo me gustan estos restaurantes con buenos productos del mar! No hace mucho estuvimos en Cal Campaner y disfruté muchísimo. Ya hace tiempo que le tengo el ojo echado a Casa Jaime, a ver cuándo surge una buena oportunidad, porque pasar, nosotros pasamos muchas veces al año por allí. Saludos,

    Ferran

  2. #2

    jacomur

    Como se cuidan algunos. Si puedo le visitaré en octubre. ¿No había dátiles de mar?. La primera vez que los comí fué en esta casa. Saludos desde Comillas.

  3. #3

    Aloof

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    hay un cupo de capturas,es dificil conseguirlos.

  4. #4

    jacomur

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    No sabía que hubiera cupo y problemas para conseguirlos. El precio, supongo, por las nubes. Saludos desde Comillas.

  5. #5

    Aloof

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    desde hace tiempo,nosotros los tomamos por primera vez en c'an bermell,aqui en la capi(rest.cerrado por
    jubilacion)por 1985 y diez o doce años despues ya nos dijeron lo del cupo.saludos.

  6. #6

    Dani C.

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    Pues es una parada en el camino interesante que te deja a poco más de dos horas de casa ¿no?

    Merece la pena la paradita, lo que más cuesta es arrancar después ;.)

  7. #7

    Dani C.

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    No, no había en esta ocasión tienen en carta cuando tienen en el mercados, como caixetes, que también está bastante regulado.

    Un saludo

  8. #8

    Jansolo

    Sitio exepcional, estuve en una ocasion hace años y todavia no he podido olvidar aquel carpaccio de gamba roja. Me han llamado especialmente la atencion las croquetas de galera puesto que, a pesar de ser éste un marisco que se utiliza mucho en Castellon, nunca habia oido mencionarlo en croquetas.
    Saludos.

  9. #9

    G-M.

    Un 10 de Cervera!
    A ver si me llevas!

  10. #10

    Dani C.

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    Pues esto es coger el coche y está a tiro de piedra.

    El 10 es sencillo: producto difícil de encontrar, de buena calidad, cocina original y bien elaborada. ¿No es eso la perfección?

    Un abrazo

  11. #11

    Dani C.

    en respuesta a Jansolo
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    Yo tampoco lo había probado en croquetas. Es un "marisco al que me cuesta llamar así. Mi madre siempre hizo la morralla con un par de galeras que, dicho sea de paso, me parece un bicho feísimo. Probado años después ya como producto de calidad, casi a precio de producto de élite, mi sensación es que es un sabor sobrevalorado. Tal vez no sea para hacer morralla, pero la verdad es que de sabor, deja bastante que desear. Demasiado neutro. Lo he llegado a ver a precio de gamba roja, así que evidentemente me tiro de cabeza hacia las gambas.

    Un saludo
    Dani

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