El Rincón de Diego, está situado cerca del puerto de Cambrils. Es un restaurante de cocina creativa, principalmente de pescado y marisco. Al frente de sus fogones esta Diego Campos, galardonado con una estrella Michelin y la sala está dirigida por Montse, su esposa.
El restaurante cuenta con varios niveles y una terraza comedor en la azotea.

Fuimos a cenar un viernes por la noche, tras haber reservado anteriormente. El local es moderno y funcional. Solo pude ver la sala de la planta baja que es muy agradable, y está muy bien decorada. Nos situaron justo al lado de una fuente que nos acompaño con su agradable murmullo durante toda la velada. Las mesas están bien vestidas, suficientemente separadas la unas de las otras, con buenos cubiertos y copas Riedel. El servicio de sala es profesional ,relajado y agradable. El servicio del vino es bueno, tienen unas 300 referencias de vinos españoles y cavas y un amplio surtido de vinos franceses y champagnes.

Entre la carta y los 5 menús que proponen, optamos por el menú degustación.

Comenzamos con unos snacks :

En el centro de la mesa :

Chips de frutas y hortalizas
Tortillitas de camarones
Salsa de queso
Edamames
Bolas de remolacha y queso fresco
Esferificacion de gin-tonic

e individualmente un Tartar de atún con salsa de mostaza y un Muslito de codorniz en salsa

Todos los snacks fueron excelentes. Se presagiaba lo que iba a seguir a continuación.

Comenzamos con un Bacalao y langostinos con tartar de tomate, helado de olivas verdes, anchoas y escarola con romesco Excelente producto y preparación. Buen contraste del helado con el resto de ingredientes.

Seguimos con unos Guisantes lágrima con gelée de jamón ibérico y cigalas a la plancha Chapeau, a degustar sin moderación.

Después tomamos un Canelon trufado con gamba de Tarragona Muy bueno...

A continuación nos sirvieron una Duxelle de hongos con lenguado y salsa de cebolla Perfecta cocción y excelente presentación y sabor.

Excelente surtido de panes, a cual el mejor.

Como postres tomamos :

Frutas de temporada, infusión de naranja y pasión Delicioso y de buena presentación.
Buñuelos con salsa de crema inglesa, chocolate y helado de vainilla Muy bueno

Seguimos con unos deliciosos petits fours :

Macaron a la fresa
Trufa de chocolate
Infusión de hibiscus
Pastelito de avellanas
Croquant de almendras

que acompañaron a unos buenos cafés. Regamos la cena con un Mas d'en Compte 2010, DOQ Priorat, blanco, Crianza, 50% Garnatxa Blanca,25% Picapoll Blanc y 25% Xarel-lo, del Celler Cal Plà de Porrera. Vino blanco agradable, fresco y mineral que nos gustó y que acompañó perfectamente la cena. También tomamos una botella de 1l de Vichy Catalán

Pagamos 79,29 €/persona (Precio menú sin vino, agua y café :66 €). Buena RCP. Recomendable, si se está por la zona.

Habiamos visitado este restaurante con anterioridad y la verdad, guardabamos un buen recuerdo, no obstante esta vez, no puedo decir que saliera satisfecho.
El local, que es distinto aunque cercano al de nuestra anterior visita, esta decorado con gusto, pero en mi opinion esta demasiado aprovechado el espacio y las mesas quedan demasiado juntas.
El servicio dejó que desear, la señora que nos recibió no hizo ni el menor gesto para que nos sintieramos bienvenidos y la chica que nos sirvio los platos tenia serias dificultades para explicarnos en que consistian.
Optamos por el menú degustación 65 euros por persona, me parecio decepcionante, ninguno de los platos llamó nuestra atención ni nos cautivó,buena materia prima y puntos de coccion aceptables, pero creo que eso no es suficiente para el menú degustación de un restaurante de esta categoria. No voy a comentar los platos porque la verdad creo que no vale la pena, sólo hacer referencia en que como carne en el menu te sirven un plato llamado carpacció de solomillo o un nombre similar, que es un solomillo de ternera de un grosor mucho menor que el habitual y con cuatro verduritas por encima.
Ultimamente hemos visitado varioa restaurantes que estan ajustando los menus de precio y en consecuencia utilizando productos de menor coste, sin por ello reducir, ni la calidad de las elaboraciones ni el servico, ni la atención que se da al cliente, creo que ese es un buen camino y no por el que opino ha optado este restaurante que es directament reducir la calidad, el servicio y la atención.
No creo que volvamos.

No digo que lo hagan mal pero para tener estrella esperaba otra cosa.
Estube con mi compañero esta semana pasada, la comida no estubo mal pero el pescado que comi podia haber estado mejor y un poco mas de cantidad para lo que cobra, el servicio de vino bien , no el precio del mismo,los aperitivos los podian mejorar. Al salir opinamos mi compañero de trabajo y amigo, y nos preguntemos ¿don de esta la estrella michelin?. NO es que seamos muy exigentes, pero nos gusta comer con la calidad-catidad que pagamos 65,00€ cada uno.
Estamos por trabajo en la zona, probaremos otros restaurante.

Después de esperar mas de 2 horas en la puerta de entrada a que nos dieran la mesa reservada, no vale la pena dar comentarios de este restaurante.

2 adultos, 1 niño y 1 bebé.
No pregunta por fumador o no fumador, nos colocan en primera mesa pero todo correcto, y curiosamente ese día nadie fumaba. Llamamos 1/2 hora antes y nos aceptaron reserva. Es decir de entrada genial.
Menú rincón de diego: pequeñas tapitas de aperitivo (3 tapitas de ibérico, bacalao y no me acuerdo que más, simplemente deliciosas.
Ensalada templada de girgoles y langostinos: expectacular
Fideos con Bogavante, GENIALES
pequeño capricho dulce, con bandeja de pitifouas
Precio 36+iva
Mas unos calamares (17 euros, aqui se han pasado, ya que normalitos)
agua y cerveza sin (habia que conducir) con zumo y cafes
total: 116,53
Local muy interesante con buena materia prima y con diversos menus que hace adecuado realizar otras visitas.

He vuelto después de casi un año y he salido más satisfecho que hace un año y eso que la otra visita fue del todo complaciente. Destacar los aperitivos de la casa, muy amplio surtido y todos muy buenos (pan con diferentes sales para degustar el aceite de la cooperativa de cambrils, un gazpacho muy suave, un carpacio de boqueron con otras cosas que no recuerdo, un mini sandwich de iberico y mejillón con su gelee), todo el aperitivo gentileza del resturante. Esta vez seguimos a la carta sin coger el menu degustación. De primero una ensalada de gambas de Cambrils con patata y escarola con romescu y otro primero de foie con cebolla caramelizada, sobre unas tostadas y algo más. Todo execelente y la presentación destacable. De segundo me deje aconsejar y me trajeron el rape con caviar de berenjena, muy bueno y un rodaballo muy bueno acompañado con ceba de figueras caramelizada, tomate confitado, creo, y otras cosas. Como postre "nuestro colacao" y un surtido de postres que rezaba en la carta "pequeño surtido de nuestros postres", bueno, pues de pequeño nada, surtido mu gererono y con 7 postres creo haber contado!!! Excelente todo. Como vino un viñas del vero gewurtraminer 2008 a 17 euros, excelente (mi blanco favorito español). Junto con los cafes los petits fours que siempre están excelentes y para rematar un pedro ximenez Alvear 1927, un habano y para bajar todo un Gin tonic. Menaje, mateleria, y copas a la altura. Pan para escoger entre varios tipos. Destacar el buen precio de todo el vino salvo el de postre, que va por copas, que a mi parecer está totalmente desorbitado, conociendo el precio de la botella. Y como cometan por aquí el servicio del vino se queda algo corto, pero para mi y debido al vino que pedí fue correcto, aunque la conservacion en la bodega que tienen es excelente. Ponga lo que ponga en la nota, puntuo mejor que hace un año la calidad culinaria. Totalmente recomendable.

Sí, la mejor cocina de Cambrils, pero probablemente no el mejor restaurante de Cambrils que para mí es Can Bosch. Me explico. Es un fantástico restaurante, pero el servicio es mejorable (especialmente el de vino) y en particular la jefe de sala (que creo que es la mujer del dueño). Tomamos un Sot Lefriec del 2000 (un vino excelente para el que no loconozca) que fue decantado fatal. Un lástima, porque el menú de degustación es sencillamente brutal, especialmente para el precio (58 €), y los petit fours (como dice otro comentario) increíbles.

Volví despues de mucho tiempo y quede plenamente satisfecho. La única pega que yo le sigo viendo es que hay demasiedas mesas. Y en pleno mes de vereno el servicio quizas no sea el más adecuado por la cantidad de gente que hay. No obstante en esta ocasión nos decantamos por el menú degustación y todo estaba muy bueno. Desde la ensalada de vieiras, hasta el solomillo, pasando por el mouse de foie con higos, el rape con pimento de la vera y los postres y aperitivos. Como vinos un Gewurtraminer de la Alsacia (St. Hipolite) y un Roda para la segunda parte del menú. Un pedro Ximenez con el postre. Excelentes los petits fours que acompañan al café. Menaje, copas y manteles de excelente calidad. Volveremos.

Lo de la estrella michelin no lo acabo de entender.
Se supone que en un restaurante de esta categoría la cocción del pescado debería estar en su punto, sin embargo para dos de los seis comensales no fue así, pues nos sirvieron una lubina y un rodaballo pasados de cocción, es decir, secos. Los calamares a la romana tampoco nos acabaron de convencer. El resto de los platos estuvo bien , los postres y la carta de vinos, muy bien y los aperitivos excelentes.
El servicio lo salvó una camarera encantadora, porque Montserrat, la jefa de sala además de no hacer su trabajo, rayó la mala educación cuestionandonos nuestras demandas de malos modos en lugar de darnos otras alternativas y Diego, su marido, solo saludaba a sus amigos.
El local necesita un reciclaje, sobre todo los lavabos que son superpequeños y además tienen dos sillas pegadas a la puerta por si está ocupado….. En resumen que me quedo con Casa Bosch.

Buen restaurante en términos generales aunque con algunos contrastes negativos.El espacio resulta agradable , cómodo y distinguido. Buena presentación de la mesa. Excelente carta de vinos nacionales, sobre todo de la zona, a precios más o menos razonables.El servicio del vino es muy limitado aunque correcto, pero alejado del nivel de la carta. El menú degustación de 55 e es una buena elección aunque también con altibajos. Excelente atún con helado de mostaza. recomendable sopa de violetas con albaricoque y helado de pomelo. Muy pobre el envolvini de ternera, bien presentado,original, pero sin potencia , soso y sin sabor. El servicio es correcto en general, aunque algo acelerado e intempestivo en ocasiones, en otros casos inexperto aunque con voluntad. No obstante , el restaurante estaba lleno y eso agudiza defectos. debería ajustar precios