Restaurante Arrocería Tapería Pepe García en Elx/elche
Restaurante Arrocería Tapería Pepe García
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
28,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
28 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
3.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.0
Comida COMIDA
4.0
Precio medio entorno ENTORNO
5.0
RCP CALIDAD-PRECIO
1.0
Opiniones de Arrocería Tapería Pepe García
OPINIONES
1

Expondré mi lamentable experiencia de ayer, domingo 26 de mayo de 2013, en este restaurante.

Reservamos una mesa para las 14:00h. Llegamos un poco pasadas las 14:00h y el local, bien decorado, con una barra nada más entrar y un salón medianamente grandecito con un apreciable número de mesas, muchas botellas de vino en la decoración, por las paredes y en otras partes del local, más la aparente sensación de limpieza y pulcritud parecían indicarnos que el disfrute estaba asegurado (pardillos de nosotros).

Éramos 3 adultos y una niña de algo más de 2 años para la que pedimos una tronita.

Nos sentaron en una mesa circular con asientos de obra de 3/4 de círculo, mullidos y acolchados, bastante espaciosa y pintaba bien todo pues nos sentaron bastante rápidamente.

La cristalería no era maravillosa pero sí aceptable, así como los cubiertos. Servilletas de papel de color rojo aceptables también para el tipo de local.

Una carta de bocadillos, tapas, entradas y otra carta de arroces.

Ni rastro de la carta de vinos (la pedimos pero no nos la dieron).

- Sentados a las 14:10h empiezan a pasar los minutos.

- Las 14:25h y no se habían asomado por nuestra mesa ni para toma nota de la bebida.

No teníamos muchísima prisa pero tampoco toda la tarde pues a las 17:00h teníamos partido del Elche (Elche CF-Real Madrid Castilla) y teníamos que dejar a mi sobrina con mis padres antes de ir al campo del Elche.

- Las 14:30h y vemos que nadie se acerca y que no hacen más que pulular la "maitre" (la chica rubia que nos atendió inicialmente y nos llevó a la mesa), y otra camarera con apariencia (por su forma de trabajar) de bastante inexperta. Y digo inexpertas por la forma y ritmo de trabajo: demasiado pausado para los comensales que ya empezaba a haber en sala y llevando a las mesas las cosas a cuentagotas: plato a plato (una camarera con un plato en la mano y nada más para volver a por otro plato en otro "paseíllo" por todo el largo de la sala después).

En la mesa de detrás, una mesa circular con 6 personas que parecían venir con algún cupón de Groupalia, Groupon o similar, llevaba ya la "maître" 10 minutos explicando cosas a los comensales.

- 14:35h: llevamos casi media hora sentados sin nada que comer ni beber ni comanda tomada ni nada de nada. Nos empezamos a impacientar de verdad, y parece que alguna de las camareras se da cuenta (no sólo por nuestra mesa sino por otras) y llega un platito de patatas fritas voladoras pero caseras, bastante buenas, a modo de "picoteo" de cortesía... pero ni rastro de tomar comanda ni bebida ni nada.

Veo que la maître ha tomado la comanda de las opciones del menú y bebida a los de la mesa de detrás y pasa por delante de nuestra mesa con la libreta en mano, pero ni caso a nosotros (aún cuando veía que no teníamos ni bebida en la mesa y llevábamos casi media hora sentados). Lo lógico, a mi entender, no es hacer tantos "paseos" sino aprovechar los paseos para tomar varias comandas a la vez.

- 14:40h: Por fin viene la "maître" a ver qué queríamos de beber. Le digo un vino blanco pero que, mejor, me traiga la carta de vinos. Me dice que si quiero un Rueda Verdejo joven... Le digo... vale, venga (sin carta de vinos ni precio)... Sé que hice mal pero lo hice por agilizar pues, viendo el panorama, veía que se nos hacían las 10 de la noche allí. Se va sin tomar más comanda (otro fallo) y sólo al decirle en voz alta que viniera que también queríamos además del vino una botella de agua y una cerveza sin alcohol toma nota. 5 minutos para traer el vino, descorchar y lo deja en la mesa.

- 14:45h: dice de traer una cubitera. Le digo que vale. Otros 5 minutos para traer la cubitera. La trae pero sin lito (paño de sumiller) por lo que, cada vez que cogía la botella terminaban cayendo gotas de agua por media mesa (me tocaba poner la mano debajo para evitarlo y mojarme la mano).

- 14:55h: vienen a tomar la comanda de la comida. Nos dice si menú o a la carta. Lo teníamos claro, a la carta: salmorejo, calamares a la andaluza y ensalada mixta. De plato principal arroz de marisco para 3.

- 15:00h: traen el salmorejo, un cuenquito para cada uno. La camarera trae dos cuenquitos con las manos y tiene que hacer un segundo viaje con todo lo larga que era la sala para traer el tercer cuenquito (mala forma de ser eficiente en el trabajo pues con una bandejita con los 3 cuenquitos se ahorra un viaje y ganamos tiempo).

Salmorejo muy bueno (lo mejor de la comida junto al pan y al vino blanco).

- 15:05h: terminando el cuenco de salmorejo trae la chica una bandeja rectangular con pan casero con aceite calentito. Muy bueno pero ya nos lo comimos casi sin salmorejo... aunque bastante bueno también el pan.

Empieza lo gordo en cuanto a mal servicio y esperas.

Pasan los minutos, pasan los minutos... el salmorejo lo habíamos finiquitado hace tiempo, casi también la bandeja del pan, media botella de vino larga (mi cuñada no bebía, sólo mi hermano y yo). El agua había llegado pero no la cerveza sin alcohol para ella y la reclamamos pero decían que sí, pero no llegaba.

Veíamos que el servicio era un caos, la chica de barra salía también a ayudar a sala, las mesas mal atendidas en su mayoría, gente molesta, esperando, una chica de una mesa de 10 personas se levantó para reclamar (porque les faltaban cosas en mesa, claro). Las chicas haciendo 20 viajes de barra/cocina a sala para llevar 1 plato en cada viaje o, a lo sumo, dos. Vemos a la maitre con una botella de vino dando 20 vueltas para a los 5 minutos descorchar delante de la mesa por la que estaba pululando. De "pesadilla en la cocina". No paraban de hablar entre las camareras y de hacer viajes inútilmente como confundidas o no sabiendo qué hacer en cada momento. Me dieron hasta ganas de levantarme y ayudarlas con mucha más sangre. Llevaban platos que no eran de una mesa dada, daba la impresión de que las mesas las tenían sin numerar y los platos salían de cocina sin saber ni a qué mesa correspondían.

- Las 15:30h: nos traen 3 raciones más de salmorejo (la misma chica que lo trajo). Ligeramente disgustado le digo que no, que no toca más salmorejo, que estábamos esperando calamares y ensalada. Me dice: "Ya decía yo que aquí ya había traído el salmorejo hace un rato...". Me dice sonrojada: "Enseguida"... Podía haberlos dejado pero eso habría retrasado más el resto de entradas (al ritmo que se veía).

- 15:35h: nerviosos pues faltaban dos entradas que no llegaban y ya nos estaba terminando de hacer la digestión el salmorejo, voy a barra y le digo a una de las camareras que por favor los calamares y la ensalada o nos íbamos.

- Pasan 5 minutos más, las 15:40h y mi hermano ya molesto llama a la "maître" y le dice que llevamos 1 hora y media sentados y, de 3 entradas, sólo hemos tomado una y que, o nos sirven, o pagamos lo tomado y nos vamos.

Nos dice que nos tranquilicemos, que enseguida llega todo. Que va a dar prioridad máxima a nuestra mesa. Que las chicas (camareras) son jóvenes y novatas y ha habido problemas con la cocina. Le decimos que es que la forma en que trabajan no deja lugar a que las cosas sucedan de forma distinta: que no se puede hacer 3 viajes para servir 3 platos iguales en una misma mesa. Se nos pone algo "chulita" como echándonos en cara que no somos nadie para decirle cómo debe trabajar y que está el local lleno cuando era evidente que no era así pues había 5 mesas libres que en total sumaban 24 puestos de un máximo de 70-80 comensales de capacidad del local. Nos dice que en Nochevieja ha llevado cenas de 100 personas. Nos da lo mismo, el servicio está siendo auténticamente desastroso, nos sentimos abandonados, sin apenas comer, vemos una desidia, una dejadez y una falta de profesionalidad con nuestra mesa y el resto que ni el Chef Ramsay ni Chicote podrían solucionar.

Nos dice que no nos vayamos, que enseguida sale todo.

- A las 15:45h nos traen calamares y 2 minutos después la ensalada. Los calamares regular, no eran gran cosa. La ensalada mucho mejor pero como a "medio hacer" (aunque desconocemos si es esa la forma de hacerlas ahí o es que querían servirnos rápido y colocaron los ingredientes por zonas y en tamaño grande y nosotros que nos troceáramos las hojas de lechuga, los trozos grandes de tomate y, lo que parecían, trozos grandes de ventresca de atún). Daba igual, nos daba ya todo igual: a comerrr!!!... por hambre y por la hora, estábamos hasta las narices de estar ahí sentados ya y se estaba haciendo insufrible todo.

La cerveza sin alcohol sin venir.

- A las 15:55 vienen para decirnos que fuéramos acabando que el arroz salía ya así que, todo lo que no habíamos comido en 1 hora y media lo comimos en 5 minutos. Quedaba algo de ensalada y se lo querían llevar pero yo dije que me lo tomaba yo mientras traían la paella. Nos dijo de emplatarla, dijimos que no, que al centro (vimos cómo emplataban otros arroces y tardaban un montón para emplatar y, además, se las veía con muy poquita pericia y pensamos que mejor paella al centro y tiempo que ganábamos).

- 16:00h: viene el arroz. Aparentemente bien pero muy escaso para 3 personas. Pusieron 2 gambas arroceras medias-pequeñas (ya medio peladas) por comensal y algunos trozos de calamar pero poco más. Arroz había justo para dos personas, no para tres (pero nos cobraron para tres). Encima a mi cuñada le tocó una parte bastante quemada: la paella tenía muy poco tomo (fina, como debe ser) pero estaba quemada por esa parte. Por mi zona estaba mucho más sabrosa y aunque no era fantástica de la muerte, se podía comer. Se notaba que habían "arrebatado" el arroz para sacarlo deprisa y que por unas zonas se hizo más que por otras. Comimos aún menos pues dejamos parte de la zona más quemada.

Mientras comíamos el arroz, por fin trajeron la cerveza sin alcohol de mi cuñada (casi hora y media después de pedirla cuando tomaron nota de la bebida).

- Terminamos de comer el arroz a las 16:10, tampoco había demasiada cantidad y fue rápida de comer por hambre y porque ya se nos echaba la hora encima. Llamamos a una camarera para que tomara nota de cafés pues no íbamos a tomar postre (ni de lejos) ya que queríamos literalmente "huir" del local. Pedí un solo largo para mí, un cortado mi hermano y como mi cuñada no toma café y se quedó con hambre, pidió otro cuenquito de salmorejo (se extrañaron pero el que manda es el cliente y ella quería salmorejo de nuevo aunque fuera de postre).

Al minuto llega el salmorejo y en 3 minutos llegan los cafés y le pido directamente la cuenta a la chica (que ahora nos atendía la que había estado en barra al inicio).

- A las 16:15 pasadas traen la cuenta y la repaso bien por si acaso. Todos los ítems correctos, precio: 84 euros los tres (mi sobrina de 2 años y medio no contaba pues comía poquita cantidad de arroz y algo de calamar a la romana de lo nuestro). El vino famoso traído sin darme la carta que sí estaba muy bueno (Senda los Olivos Blanco 2012) 16 euros, algo subido de precio a mi entender (y más sin habernos dado carta de vinos ni haber avisado de su precio). Los arroces a 12 euros caros porque, como digo, la cantidad de arroz y marisco era limitadísima y nos habíamos quedado con hambre los tres.... nos cobraron 3 raciones de un arroz para comer 2 personas.

- Vemos que no vienen a cobrar y, conociendo el tema, eran las 16:20h, decidimos levantarnos e irnos a la barra. Allí sale el dueño y le digo de abonar la nota, le doy 90 euros, me devuelve 6 euros y, por supuesto, no dejo ni un ápice de propina (la merecíamos nosotros por aguantar esas 2 horas y pico ese servicio tan nefasto).

Dicho dueño (supongo que Pepe García), no nos da ni una disculpa, ni una mínima explicación, ni un mínimo detalle: muy poca amabilidad y muchísima sequedad al cobrar. Por supuesto, de las camareras y de la "maitre" (sí, la que alardeaba que había llevado cenas de 100 personas en sala), ni saludo ni disculpas, ni nada. Como si fuéramos "números" y pagando una pasada de precio por persona para el infumable servicio y mal rato que pasamos. Y digo una pasada de precio porque, aunque a muchos os parezca que 28 euros por cabeza es poco, no es poco para los tiempos que corren si las circunstancias fueron las que fueron y el "NO DISFRUTE" fue el que fue: 28 euros por persona puede ser muy barato o muy caro según lo comido, bebido y el servicio recibido.

Por las circunstancias vividas: estar más de 2 horas en un local muy mal atendidos, viendo la desidia y la falta de profesionalidad del servicio, sufriendo por su falta de atención y ligera chulería de la maître, esperando la comida eternamente sin explicación y ... encima quedarnos con hambre pues para mí, sólo hay tres palabras: lamentable, horroroso y penoso.

Por supuesto no pensamos volver más: ni mi hermano, ni yo ni nadie de mi familia y no lo recomendaré a ninguno de mis conocidos pues la sensación fue muy negativa. Y eso que fuimos pensando en ir a un lugar nuevo con ilusión de cambiar y comer decentemente bien. No esperábamos delicatessen, pero sí comida y servicio aceptables. Las primeras sensaciones del local, fueron buenas a nivel de decoración, mesas y hasta que nos sentaron... después ya: fatal.

Por si alguien piensa de nuevo que es por precio pagado y por si alguien aduce que hace falta gastar 50-100 euros por cabeza para estar dignamente servido en un restaurante decirle que he comido muchas veces menús de fin de semana por 20-25 euros en restaurantes dignos y, en todos los casos, he estado infinitamente mejor atendido y, sí, bebiendo vinos normalitos pero comida buena o, en algunos casos, hasta muy buena. Como digo, la excusa no es el precio y este servicio tan lamentable no lo había sufrido jamás ni en el bar o restaurante de carretera más batallero del mundo. Ni en menús de entre semana de los más baratos (6-9 euros) me había sentido tan mal atendido (al revés, en esos sitios de menú del día no hay servicio de vino ni zarandajas, pero no te falta la comida ni la bebida y la comanda y el tiempo de servicio suele ser extremadamente rápido).

Tuvimos suerte que fuimos mi hermano, mi cuñada y yo, sólo nosotros donde el "quedar bien" no era lo primordial y donde había confianza. Menos mal que no era una comida de negocios ni una comida con más familiares o donde "quieras quedar bien". Esto me demuestra que, cuando uno quiere quedar bien, experimentos "con gaseosa" y hay que ir a sitios y valores seguros, a poder ser conociendo el local bastante de antemano y, a poder ser, conocer también al dueño del local, con la preceptiva reserva y asegurándose que el servicio va a ser el mejor posible.

En un país con 6 millones de parados y cobrando a casi 30 euros el cubierto por 3 entradas sencillas (salmorejo, ensalada, calamares a la romana y un arroz mediocre con un vino blanco joven de Rueda), no se puede aguantar un servicio así de pésimo. Me habría gustado grabar las más de 2 horas de estancia, las camareras "trabajando", nuestras caras y las de muchos comensales de allí, pues habría sido un excelente vídeo para mostrar en las Escuelas de Hostelería y Restauración qué NO DEBE hacerse y CÓMO NO debe servirse una sala (y menos si está, como mucho, al 60% de su capacidad máxima).

Para terminar, señalar que estuvimos a punto de pedir la Hoja de Reclamaciones, pero no lo hicimos porque iba en nuestra contra en ese momento pues faltaba poco más de media hora para el partido: íbamos a disgustarnos más (y no valía la pena), perder el tiempo y, justamente eso es lo que, dado el mal servicio y las esperas sufridas, nos faltó. Al estadio llegamos deprisa y corriendo, justo casi a la hora de empezar, sobre las 17:00h (con 1-2 minutos empezado), ... que, en realidad, era lo de menos, la verdad. Lo peor fue la experiencia. Para una experiencia como la de ayer, prefiero mil veces más un bocata de atún con tomate y aceitunas con una cerveza en el sofá de mi casa pues lo habría disfrutado infinitamente más (y, de paso, no tiramos a la basura esos 84 euros que pagamos, que no están los tiempos para gastar el dinero en comidas fuera de casa para sufrir, pasarlo mal y no disfrutar).

PD: El Chef será conocido y de reconocido prestigio, pero necesita imperiosamente un cambio del servicio de sala de su local pues un mal servicio de sala arruina la mejor de la cocina y el trabajo del mejor de los chefs.

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