Alojados en el extraordinario Parador d'Aiguablava, decidimos la noche del 24 de mayo cenar en su restaurante.

Al frente de los fogones de este, se encuentra el Chef Roger Puiggros, que colaboró el pasado año con los hermanos Torres en la elaboración de un menú conjunto en el Parador donde el Chef preparó un suquet de pescado de roca con gambas y almejas.

Dió la casualidad que del 30 de abril al 5 de junio se celebraba en Begur la "Campanya gastrònomica del peix de roca" (Campaña gastronómica del pescado de roca) y el restaurante del Parador participaba con un menú en el que estaba presente el dicho suquet, asi que decidimos cenar en el Parador.

El comedor es amplio, moderno, con muebles de diseño y con vistas al mar. Las mesas bien separadas las unas de las otras, bien vestidas, con la vajilla, cubertería y cristalería clásica de Paradores. Nos situaron en una mesa al final del comedor desde donde divisábamos toda la sala , que por cierto se llenó e incluso hubieron varios turnos ( es la primera vez que veo esto en Paradores...)

El servicio de sala, fue correcto, agradable y algo desorganizado. El Servicio del vino se limitó al descorche, cata y puesta en cubitera.

Solicitamos a un joven camarero que queríamos degustar el menú del Peix de roca de Begur, y este no estaba al corriente de su existencia. Tras ir a preguntar  a la cocina, vino otro camarero que si estaba al corriente del menú, pero que no estaba al corriente de los vinos incluidos en este, etc...( Tienen impreso el menú del peix de roca y no lo presentan a las mesas...)

Una vez aclarado el tema, tomamos pues el dicho menú a 60 € /persona para mesa completa, incluyendo el agua, vino o Cava de Castell de Perelada (uno de los organizadores del evento) y cafés.

Paso pues a detallar el menú :

Pop de roca a la planxa amb escuma calenta de patates a l'all cremat. Pulpo de roca a la plancha con espuma caliente de patatas al ajo quemado. Pulpo en su punto perfecto de cocción y la espuma muy sabrosa.

Crema freda de galeres i fesolets blancs al vermut amb perles d'oli verge extra.

Crema fría de galeras y frijoles blancos al vermut con perlas de AOVE. Muy buena

Suquet de peix de roca amb gambes de costa, cloîses i patates guisades. Suquet de pescado de roca con gambas de costa, almejas y patatas guisadas. El pescado utilizado fue el rape, muy bueno. Buena materia prima y plato muy bien elaborado.

Como postre, nos sirvieron unos Taps de Begur flamejats amb rom, café i canyella . Taps de Begur flambeados con ron, café y canela. Los taps no habian sido flambeados antes de servirlos ni se flambearon, como debe hacerse normalmente, delante nuestro.. De los dos bizcochos solo uno era comible el otro estaba durísimo e incomible. Un postre fallido

El pan que acompañó la parte salada fue bueno.

Para beber tomamos una botella de agua mineral sin gas y la botella de cava incluida en el menú ,Stars Brut Reserva 2017 DO Cava. Castell de Perelada, Cepages : Xarel·lo (45%), Parellada (30%), Macabeo (25%). Crianza: Mínimo 9 meses en botella, antes del degüelle. Creado en 1987, este espumoso es un homenaje a los artistas que participan cada año en el prestigioso Festival de Música de Perelada. Burbujas finas, bien equilibrado, potente y largo en boca. Acompaño bien la cena.

Finalizamos con 2 cafés.

La cuenta ascendió a 60 €/persona. muy buena RCP. Era la primera desde que visito Paradores, y hace ya muchos años que lo hago, que iba a calificar la comida como muy buena, pero el postre va a hacer que solo sea anotada como buena. Recomiendo alojarse en el Parador d'Aiguablava, que es una maravilla y si es posible en una habitación con vistas a la Cala d'Aiguablava y Fornells. En cuanto a la cocina no puedo juzgarla de manera general ya que tomamos un menú temporal y especifico y aun así... pero si puedo afirmar que su situación permite frecuentar muy buenos restaurantes.

Este fin de semana estuvimos cenando en el parador, la cena fue horrible, incomestible, en muchos restaurantes la comida es preparada pero casi no se nota, en esta ocasión pedimos raviolis de setas, vista, gusto y olor nada apetecibles, raviolis de marisco, más de lo mismo. Los primeros ensalada puf!, y de postre coulant de coco que dejamos sin casi probar, tenía gusto a quemado, de hecho todo tenía gusto a quemado.
En fin, mucho, pero mucho que desear a precios poco asequibles. Sólo se salvan los camareros, muy amables.

Sala de comedor un tanto anticuada, a la que le con vendría una urgente puesta al día.
Cocina que pretende ser típica de la región, sin demasiado éxito, buena materia prima y cocción pero poca cosa más.
Servicio de vino francamente horrible; la carta es corta, antigua, y llena de tópicos sin interés. Vino servido a temperatura “;ambiente”; aunque el ambiente sea de 28 grados; lo guardan a la vista del público en unas estanterías y el blanco lo enfrían en champañeras; copas banales . Un desastre.
Lo mejor las habitación es y las maravillosas vistas del lugar .