Restaurante La Senia Denia - Hotel Nou Romá en Denia
Restaurante La Senia Denia - Hotel Nou Romá
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
17,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.3
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
arrocito meloso de sepia
entradas
Opiniones de La Senia Denia - Hotel Nou Romá
OPINIONES
4

Poco que añadir al comentario de Antoni, muy bien desarrollado
Tienen un excelente menu de mediodia q ya hemos disfrutado en varias ocasiones y q se compone de lo siguiente:
4 entradas a compartir
Ensalada Valenciana lo menos destacable
Buñuelos de bacalao, riquisimos con una crema de miel y ajoaceite
Mejillones buenos también
Gambas, pequeñas pero muy buenas
De plato principal, no nos dejaron pedir 2 arroces distintos para 5 y nos decantamos por uno meloso de sepionets y verdurita, q estaba bueno aunque para mi gusto un poco falto de sabor
Postre un variado con los 5 elegidos riquisimos
En resumen, buen servicio y buena rcp
Buena carta de vinos y buen servicio, pedimos enate chardonnay

  • arrocito meloso de sepia

    arrocito meloso de sepia

  • entradas

    entradas

Dadas las características de la cena y los condicionantes de la mesa (14 adultos + 5 niños pequeños) estuvimos pensando mucho dónde podíamos recalar. Se trata de una “quedada” anual de buenos amigos que, por unas u otras razones, no podemos pasar juntos la noche de fin de año nunca y queríamos darle ese “toque especial”. Se propuso la Sènia, local que no conocía, y fue un total acierto.

Como se comenta, el restaurante está en los bajos del hotel “Nou romà” y pertenece a una familia de restauradores que posee varios locales en Dénia (Casa Federico, La Seu, Els tomasets, Ca Pepa Teresa, El forn…). Una de las señas de identidad de este “holdin” es aprovechar casonas con encanto de la ciudad y decorarlas con sumo gusto. En los locales “de Federico” se está a gusto, con un cuidado extremo a la hora de combinar estilos, respetando siempre lo rústico (piedra tosca, pisos de barro, piezas de anticuario…) y dándole el justo toque de modernidad con los elementos secundarios (ilumniación, pinturas…).

Dos amplios salones y un precioso patio interior configuran el restaurante. En uno de ellos se ve cierta animación y nos ubican en el otro para que estemos solos. Los niños felices, en una mesa a nuestro lado. Los adultos aún más, sin preocupaciones por si se molesta a mesas colindantes y pudiendo “olvidarnos” un poco de los menores. Nuestra mesa, redonda, es enorme. Caben catorce adultos, aunque por una baja inesperada, al final sólo somos doce. Nos dan las cartas y, a la vez, nos ofrecen dos menús, uno con tres pases individuales (entrantes y plato principal a elegir) y otro “menú de tapas” con 5 tapas al centro (al fin fuero más) y platos principales a elegir y compartir entre dos personas. Sin preguntar precios y exentos de cualquier preocupación, optamos por el segundo. Sólo tuvimos que preocuparnos en “configurar equipos de dos” y elegir el segundo entre lubina, rape, rodaballo, entrecot o manitas de cerdo. Vamos a ello:

- Aperitivo de cortesía: cucharita de bonito con encurtidos: bocado muy fresco y rico

- Jamón, pan i tomate: El pan estaba muy rico y el Jamón era digno. Servicio auxiliar de aceite artesanal.

- Anchoa con mandarina: Un pequeño bocado individual consistente en una anchoa de calibre mediano sobre una especie de gelée de mandarina.

- Ensalada: muy normal, tipo “valenciana”. Si no recuerdo nada de ella es porqué no era destacable.

- Buñuelos de bacalao: realmente deliciosos. Muchas veces ofrecen el buñuelo y realmente dan croquetas. No fue así en esta ocasión. Textura esponjosa, etérea y cierto sabor a la calabaza con la que se hacen los buñuelos típicamente valencianos.

- Pulpo a la brasa: servido ya a rodajas a diferencia de la pata entera que tan de moda está. Cada rodajita montada sobre un cúmulo de puré denso de patata y un tomate deshidratado frito.

- Fritura de pescado: varios tipos de pescadito con excelente punto de frescura y rebozado.

- Gambita a la plancha: parece ser la marca de la casa y en todos los locales regentados por esta familia la ofrecen en los menús. Aun no siendo de tamaño considerable, se agradece su frescura y, sobre todo, su precio.

- De segundo yo tomé rodaballo: estaba rico, pero la porción que me tocó a mi tenia demasiadas espinas. Tal vez se podía haber retirado alguna más con un poco más de dedicación y oficio. Los otros segundos servidos en la mesa tenían también muy buena pinta.

- El postre era elección individual. Yo tomé un milhojas de crema catalana con helado de vainilla y chocolate caliente. Salieron también titamisús, tarta de queso, carpaccio de piña y helado de coco… Ninguno de ellos emocionó.

Bebimos algunas jarras de cerveza al principio (3 de litro, creo recordar), 3 botellas de Enate Chardonnay y tinto La Montesa de A. Palacios (3). Agua en abundancia, algún refresco, cafés y mojitos y GT para acabar (no todos, pero sí una mayoría). También se pidieron algunos platos para los niños que hacen subir un pelín la cuenta final, pero que deseo mencionar para que se tengan en cuenta a la hora de valorar el precio por persona (resultante de dividir todo entre los 12 adultos). El menú resulta a 18 € (excelente RCP).

Entramos a las 21.30 y salíamos felices y contentos pasadas las dos de la madrugada sin ninguna muestra de impaciencia o desagrado por parte del personal que nos atendió. Estuvo el servició muy amable y sonriente toda la noche, cosa que agradecimos mucho. Como se puede desprender de la lectura detallada de la valoración, una opinión muy buena la que nos llevamos y otro local a tener en cuenta en futuros eventos.

Estuvimos el pasado sabado, toda la familia.
La comida no estaba mal, los arroces mejorables, y lo peor fue el servicio, posiblemente porque estaba lleno, pero eso no deberia repercutir en el cliente.
Servicio muy lento, 30 minutos para que nos trajeran el pan y cuando llego nos trajeron el de otras mesas.
Pedimos arroz de pulpo,setas y alcachofas. Y nos trajeron arroz a banda y tras esperar hora y media, preferimos no discutir.
En definitiva una pena porque se podria haber disfrutado pero no fue asi.
Entramos a las 14:30 y acababamos a las 17:20, un servicio muy lento y poco efectivo.

Hotelito dentro del pueblo que creo pertenece al grupo "Casa Federico" con varios establecimientos en Denia.
Comimos en el patio del Hotel, muy agradable en primavera, en verano casi conviene entrar dentro y disfrutar del aire acondicionado.
Tomamos el menú de 20€. Tres entrantes a elegir ensalada que pone la casa y Arroz a banda. Muy bién los entrantes, el pescadito "lluçets" con un punto de fritura fantástico, surtido de cocas, pulpo brasa. El arroz esta vez lo acertaron paella grande, justa cocción, sabroso y con algo de socarraet. Casi ni llegamos a los postres.
Carta de vinos mejorable precios decentes. Enate Chardoney 2008 a 15€
El problema de servicio fue la tardanza, el local estaba lleno por ser festivo y la demora arrruinó el sobresaliente.

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