Restaurante Los Avellanos (CERRADO) en Torrelavega
Restaurante Los Avellanos (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
54,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Martes noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
72 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
9.3
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.0
Opiniones de Los Avellanos (CERRADO)
OPINIONES
13

Siempre con la incertidumbre que da el ir con un bono gastronomico , algunas experiencias no han sido buenas , pero como he visto , no es cuestión de bonos , es cuestión del sitio y Jesús , el propietario de los avellanos , como el mismo comento , o se hacen las cosas bien o no se hacen , y doy fe que se hacen bien.

La cuestión es que cogi , en una famosa pagina , un cupón para cena con maridaje en el restaurante avellanos , por 115€ , y fue un acierto pleno , como veréis.

Local moderno y no demasiado grande, pero muy acogedor , vajilla y demás de primera.

A continuación os pongo el menú y el maridaje, todo muy bueno, a destacar la alta calidad de los aceite , la vaca de Cantabria al aceite de carbón , y sobre todo el mejor pescado que nos hemos comido , lubina patata-limón la piel brillaba como si estuviese vivo , además , la textura y el punto de cocción estaban impresionante , el servicio de pan , un euro por comensal , un arroz para la niña 6€, un heladazo 6€ , los gin-tonic , dos , ambos de ginebras que no conocía y que Jesús me preparo muy hábilmente y muy ricos , uno de bloom con tónica britvic y otro de ginebra Mayfair con tónica thomas henry , a 9€ , cada uno , bien para la calidad del combinado.

Respecto al servicio del vino , yo tenia concertado los vinos , Jesús fue muy generoso , nada de miserias , yo soy bebedor , vamos que bebo mucho , y siempre me llenaba la copa , por demás , me quede perplejo , y eso que era un bono , fuera aparte de esto , por lo que me fije en otras mesas , vi algún vino francés , el servicio de lo mejor , así como la atención , se nota que a Jesús le gusta lo que hace y lo hace bien , y la joven que le acompañaba en la sala también muy agradable y profesional .

MENU GOURMET- MARIDAJE

Degustación de Aceites del País

Crema de Boletus Edulis con Pan especiado

Anchoa-Jamón

Vaca de Cantabria, Aceite de Carbón, Queso Divirín de “Las Jarradillas” (recordando un Carpaccio)

Risotto de Azafrán y Regaliz

Lubina Patata-Limón, Arbequina

Manitas de cerdo ibérico sin trabajo, cremoso de Berza y “Quesetas”

Queso Gomber de Oveja y sus dulces

Isla de Chocolate Ocumare

Petit Fours



Maridaje:

Champagne Philipponnat Brut Royale
Blanco Terra de Guiomara 2010. Sicília (Italia)
Tinto Nietro 2009. D.O. Calatayud
Vodka Belvedere. Polonia

El día 15 de agosto mi pareja y yo tuvimos una cena romántica en este delicioso restaurante. Antes de nada estoy obligada a decir que no soy una entendida en vinos pero mi compañero sí y según él la carta de vinos era increíblemente extensa, muy buena y asequible.
El lugar presenta una decoración minimalista en tonos fundamentalmente blancos, jugando con el verde y el malva. Un lugar muy bonito y acogedor. Vajilla y cubertería de primera. Muy cómodo. Baño muy limpio y agradable.
El servicio, tanto de la camarera como del propio Jesús de Diego fue inmejorable. Tanta atención y amabilidad nos dejaron sorprendidos. ¡Eso sí es estar como en casa! Incluso compartieron los secretos de su cocina con nosotros y por ello les doy las gracias.
La carta que había en ese momento no coincide, como es lógico, exactamente con la que hay ahora pues nosotros acudimos en verano.
De forma general decir que tratan con una materia prima de temporada excelente, muy fresca; la cocinan lo justo, respetando muchísimo el producto con el que cuentan. Cocina moderna pero sin pasarse; sabores, aromas… Se nota que se cocina con cariño, con amor por el oficio y esmero por hacer feliz a la gente.
Nosotros pedimos sopa de coco con sardina al curry (espero que sepan disculparme pero no recuerdo bien el nombre de este plato); carpaccio de vaca tudanca (que no había probado nunca), mostaza violeta y aceite de carbón; lubina, patata-limón y arbequina; pichón de Aráiz ligeramente ahumado con risoto de piñones; y, este nombre tampoco lo recuerdo bien, algo así como una piña colada deconstruída. No puedo resaltar ningún plato, como hago habitualmente, porque sencillamente todos, TODOS, fueron deliciosos y sorprendentes. La sardina dulce salada con ese punto del curry, excepcional, el carpaccio sencillamente perfecto (en el cielo deben servirlo), la lubina muy pura, el pichón muy rico aunque hecho un poco de más para mi gusto y el postre, no de los más sabrosos que he tomado pero sí muy apropiado después del atracón anterior.
Me encantaría volver y probar todos y cada uno de los platos de la carta y saludar a esas personas tan excepcionales que llevan el establecimiento con tanto cariño y elegancia.
Gracias de nuevo, D, por una velada inolvidable!

Restaurante situado en el barrio de Tanos, a las afueras de Torrelavega, casona de piedra con casi ningun distintivo, ni cartel con lo que hace que pase un poco desapercibido.
Cena del viernes, dos comensales, recibimiento muy agradable a la puerta y recogida de chaquetas.
Comedor amplio con un estilo minimalista, mesas amplias, muy bien vestidas, sillas muy comodas, vajilla y cuberteria de gran calidad, cristaleria Spiegelau.
Elegimos para la ocasion el menú gastronomico 45€+IVA:
Degustacion de aceites con sal especiada del mar del norte, en este caso se trataba de Castillo de Canena Primero Royal Temprano y otro de La Rioja que quedó totalmente eclipsado por el primero.
Aperitivo: crema de boletus con picatostes, un sabor intenso.
Milhojas de perdiz, foie gras y manzana, un plato muy sutil.
Arroz cremoso de azafran y regaliz, puro sabor a azafran.
Seguido metimos un plato que nos ofrecieron fuera de carta, Huevo a baja Tª, patata y trufa tuber melanosporum, 16,80€ c/u, plato que se presenta con el huevo sobre un puré de patata y al que posteriormente se le ralla la trufa con bastante generosidad delante del comensal, aroma y sabor unicos.
Salmonetes con parmentier de sus higaditos al estragon, muy buen punto.
Pichon de Araiz ligeramente ahumado con risotto de piñones, sabor superconcentrado y el risotto para no parar de mojar pan.
Torrija caramelizada, almendra y avellana, sin estar mal quizas lo mas flojo de la cena.
En el apartado de vinos tienen una carta muy amplia y con precios razonables para un estrellado, haciendo referencias a casi todas las D.O españolas y casi todos los paises con produccion vinicola, nos apetecia cava y en este caso nos dejamos aconsejar por el maitre, Gran Torelló Brut Nature 2002 a 33€, muy buen cava, servido perfecto de Tª y con unas explicaciones sobre el mismo, llenando las copas siempre que fué necesario y con la carne unas copas de Cousiño Macul Finis Terrae 1996 a 5,50€, un vino chileno con una nariz brutal y con los postres un Castaño Dulce 2006, invitacion de la casa.
Terminamos con unos cafes y petit fours.
Buena comida, mejor vino y un trato insuperable, sin duda volveré mas veces.

En este nuevo recorrido por estas tierras cantabras, no podian faltar algunos restaurantes de renombre y Los Avellanos es un estrella Michelin, a tener en cuenta. Comedor modernista y minimalista, el cual no inspira el calor (especialmente por las pocas mesas ocupadas), dedicacion y buen hacer que con posterioridad lo largo de esta nuestra visita logró con una alta apreciacion por los comensales. La atencion y profesionalidad del personal de sala, imprime el caracter que se le supone a un Michelin, pero aumentado con una eficiencia personal sobresaliente. Dadas la caracteristicas iniciamos, con un Kir Royal, con algo de exceso de cassis, para mi personal gusto. La comida se desarrolló por recomendacion del Maitre, con medias raciones. En inicio una degustacion de aceites. Un gazpacho de cerezas con queso fresco. Ambos de ofrecimiento. Como primeros: Carpaccio de Carne Roja Mostaza de Violeta y Aceite de Carbón. Milhojas de Perdiz Foie Gras y Manzana. Chipirones y Mollejas de Cordero, Ralladura de Naranja y Teja de Tinta. En segundo Merluza de Pincho con Salsa verde y Almeja, quiza el de más tradicional elaboracion de todos los platos. Como postres: Bizcocho Chorreante de Avellanas y Helado de Albaricoque. Isla de Chocolate. Dentro de la magnifica presentacion, elaboracion y calidad de todos los platos, llamó la atencion el Mar y Montaña de Chipirones y Mollejas, de delicada conjuncion dificil de conseguir en este tipo de plato, que sufre en ocasiones de una poderosa confrontacion de sabores muy diferenciados. En comida se pudo degutar un magnifico As Sortes 2006 - 2007 de Valdeorras (quizas con falta de algun grado menor de temperatura a nuestra apreciacion en su inicio). En postres un Porto LBV 2003 Ramos Pinto. Cafes y en concepto de destilados Grand Marnier Rojo y Orujo Los Picos. Petit Fours de ofrecimiento. En definitiva, una muy satisfactoria degustacion de sabores, con una conjuncion muy equilibrada y perfectamente recomendados por un muy eficiente equipo profesional en todos los ambitos de esta actividad.

Destacable, excepcional diría yo el trato y recepción del cliente por parte del maitre del restaurante, cordial, amable, educado y atento, aportando todo tipo de comodidades para favorecer la comodidad del cliente. Por cierto, tras un error de pilotaje, llegamos a las 15h 30. No hubo ningún pero, sino todo lo contrario más amabilidad y facilidades. No digo que todos deban hacerlo, pero dadas las dificultades que estos retrasos ocasionan en las cocinas , se agredece sobremanera el detalle y se reconoce con mayúsculas. Local luminoso, sencillo y confortable. Excelente servicio del vino con la psosibildad de elegir el mismo en bodega, observar su magnífica preparación y degustarlo con todads las garantías. Amplias referencias y precios razonables. Menú degustación 45 euros y menú gourmet de 60.Elegimos el último Aceptable, a mi entender ,precisa desarrollo y profundidad. Algo estereotipado, como enfocado a la estrella en sus presentaciones y delicadeza. Los segundos , pichón y st bacalao algo pobres, sosos,sin mostrar demasiada cocina ni esfuerzo. Entrantes sencillos, st el gazpacho de cereza, agradables, ligeros, pero sin deslumbrar. Quizás lo mejor al final, con un postre de chocolate, que si parece rallar el sobresaliente, gustoso, elegante, potente y estimulante , a la vez delicado. En fin un buen restaurante, con una magnífica e inusitada atención al cliente y al vino, donde creo ( subjetivamente por supuesto), que la cocina debe mejorar, debe crecer hacia mayor consistencia Buena RCP , en su clase

Nueva visita a este estrellado de Cantabria.

Recepción de los cuatro comensales perfecta, siendo de destacar que haciendo más de un año que no acudíamos y sin ser clientes habituales, el maître tenia in mente el nombre de pila de los cuatro(por el sistema que sea), que queramos o no, es un detalle que agrada.

Local con buena luminosidad (ha tenido reforma) y con las mesas debidamente separadas, con todos sus complementos en adecuado nivel parar un local de este tipo.

Tras unos aceites a catar y una crema de boletus detalle de la casa, nos hemos decidido por:
3 de los comensales por media ración de Milhojas de Perdiz, Foie Gras y Manzana, notable, con buena conjunción y quizás sobresaliendo demasiado el foie
Y un cuarto por media de Carpaccio de Carne Roja (vaca adulta), cremoso de Foie Gras y Aceite de Carbón (2002) Sobresaliente, debiendo realzarse tanto la calidad de la carne como el detalle del carbón.
Los cuatro, medias de Pulpo del Cantábrico con Ajada y Hojas picantes, a falta de algo de tersura el pulpo, en esta ocasión se quedo en bien.

De platos principales:
Bacalao, Calabaza, Ciruelas y Pasas, quizás el bacalao era algo grueso y en el centro no acababa de integrarse el resto de sabores, pero tanto la idea, base, como la calidad del bacalao a nivel muy alto.
Magret de Pato con Risotto de Trigo Sarraceno, notable sin más comentarios.
Tallarines con setas y foie, notable alto tanto en presentación como en sabor y punto.
Un plato de cuchara, de garbanzos con almejas. Bien, bien cumpliendo a lo que se puede pedir a este plato, que no es poco.

Tres nos decidimos por postres:
Isla de chocolate, Helado de queso pasiego con zanahoria y chocolate, Crema pasiega con helado. Notable los 3, sin generar comentarios ni en un sentido ni en otro.

En cuanto al vino, muy buena carta tanto en presentación, como en cantidad y calidad. Precios el habitual en este tipo de establecimientos. El servicio impecable.
Nos decantamos, por: Schmitges - Riesling Kabinett vom roten Schiefer 2008 y Chapoutier Shiraz- 2005

La comida se completó con 3 cafés, unas petit fours y crema de café detalle de la casa y un GT, también detalle.

El precio es sin vino.

Tres visitas a Los Avellanos en un par de años. La cocina es acertada, pero escasean las nuevas ideas. En nuestra última visita lo mejor fueron unas anchoas en salazón preparadas por ellos mismos, a años luz de las que he probado envasadas, en cambio, otro entrante de foie me resultó insulso. Los segundos correctos, toda la mesa eligió pescados, y los postres sobresalientes. El servicio cercano y correcto. La nueva decoración un tanto aséptica, aunque creo que los aseos estaban mejor ubicados antes.

La verdad que de nuestra ruta por el norte es el que mas nos gustó y no es el más afamado(hemos comido en etxanobe(bilbao),jokin(bermeo) este es el peor, avellanos(torrelavega) y casa gerardo(asturias)). Estuvimos muy bien atendidos, en un entorno muy agradable y encima comimos muy bien. el mejor de la ruta del norte.

Restaurante conocido al que hemos acudido anteriormente en varias ocasiones. Esta nueva visita se realizó tras una reforma reciente del local.

Buen servicio con especial atención por parte del jefe de sala, que ejerce al mismo tiempo de sumelier, con buena carta de vinos y esmerado servicio del mismo.

Cocina en esta ocasión, hemos optado por platos de corte clásico como arroz meloso con almejas y queso, pochas de Navarra con carrillera, potaje de garbanzos con rape y almejas.

En el postre es de destacar bizcochos chorreante de avellanas.

En conjunto agradable local, buen servicio, mejor servicio de vino y una cocina que cumple un buen punto en los platos.

Restaurante encantador, magistralmente dirijido por un director de la sala magnífico, pendiente del cliente, amable y versado en vinos lo que permite un atención al mismo impecable y con precios razonables. Menú degustación con excelente relación precio-calidad. ambiente confortable y acogedor, eso sí hay que ir en coche. Destacar el carpaccio y la sopa de fresones. Muy recomendable

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