Restaurante Adegas san nicolau en Oporto
Restaurante Adegas san nicolau
País:
Portugal
Localidad:
Dirección:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
22,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
24 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.3
Opiniones de Adegas san nicolau
OPINIONES
6

Fuimos a este restaurante situado en una de las partes más turísticas y bellas de la ciudad de Oporto, en una calle adyacente a la famosa Riveira, porque habíamos leído varias criticas interesantes, así que sin mirar otras opciones nos fuimos directamente a su búsqueda.

Es un local pequeño, tendrá en total 15 mesas contando las de la terraza, en la que hay unas 7. Es un local sencillo, de ambiente acogedor y romántico, ya que desde la terraza se puede ver el Douro, eso sí aunque el restaurante no es muy grande, se aprovechan al máximo el espacio, lo que puede resultar un poco agobiante, ya que es fácil que coincidas espalda con espalda con la mesa de atrás.

A pesar de que en Portugal el horario de cenas es entre las 20 y las 21h en los lugares tradicionales, sobre las 21:30 nos pasamos por allí para preguntar si tenían mesa y directamente nos indicaron que esperáramos en el lateral, en unos escalones de piedra, donde había más gente esperando, lo cual denota el éxito del local, tanto con extranjeros como con autóctonos, algo que es muy interesante a tener sobretodo fuera de tu ciudad.

No esperamos mucho y en unos 20 minutos nos colocaron en una mesa de la terraza, ya que si queríamos cenar dentro teníamos que esperar más tiempo y sobretodo dentro hacía demasiado calor, eso sí cuando nos dieron la mesa nos indicaron que sí llovía no nos la podían cambiar.

Cuando nos sentamos en la mesa, directamente nos pusieron un plato con aceite y un cesto con pan. Ojo en Portugal se utiliza mucho la artimaña de servir entrantes que no has pedido y que en el error de pensar que son cortesía de la casa, te los comes muy a gusto y luego te los cobran igual de a gusto, en algunos locales te lo indican y en otros, como es este caso no.

Para empezar, el menaje era correcto excepto las copas que eran muy básicas y mejorables. Vimos que en otras mesas habían copas de más calidad, por lo que pensamos que cuando nos trajeran el vino nos las cambiarían, pero no fue así, tampoco nosotros lo pedimos.

Pedimos un vino verde, “típico” de la zona,muy fresco, fácil, que iba muy bien con la comida y con un precio muy competitivo, menos de 10 euros, como es habitual allí.

Revisamos la carta, bastante clásica y tradicional y nos decantamos, de primero por una sopa de legumbres. Se lo recomiendo a todo el mundo, sobretodo cuando ya hace frio, es muy típico en Portugal y aunque es un plato que no tiene complicación alguna, suelen estar muy sabrosas y son muy baratas, pedirlas suele ser un acierto.

Para pedir los principales, nos centramos en los platos del día que aparecían enunciados en la carta. Yo pedí pulpo rebozado sobre una base de arroz que a su vez contenía pequeños trozos de pulpo. La ración era generosa y el plato estaba muy rico,el pulpo estaba bien cocinado y en conjunto me pareció muy agradable. Mi pareja sin embargo, no tuvo tanta suerte. Se decantó por el plato típico portugués por excelencia y pidió un bacalao. Se lo sirvieron en una sartén con una guarnición de patatas al horno, la presentación no era especialmente atractiva pero si le daba carácter tradicional y casero. La ración era muy grande, podrían haber cenado perfectamente dos personas, pero para nuestra sorpresa el pescado estaba tremendamente soso, apenas sabía a nada, por lo que tuvimos que pedir sal y echarle bastante, y sobretodo y más importante, el pescado no estaba nada jugoso, es más estaba realmente seco y en boca era como si masticaras un chicle, ni echándole por encima parte del jugo mejoró la cosa.

Dado que las raciones eran bastante generosas, ya no pedimos postre y directamente pedimos un par de cafés.

Cuando pedimos la cuenta, no pudimos evitar decirle al camarero que el bacalao estaba muy seco, quien se quedó mirándonos con expresión de perplejidad para pasar a una de “estos no entienden”. La cuenta rondó los 50 euros, y nos pareció un poco caro, ya que en Portugal los precios son más asequibles que en España y sobretodo porque nos fuimos de Portugal sin haber probado un buen bacalao. Quizá el chef tuvo un mal día. En fin tendría que volver para comprobarlo.

Ultima cena en Oporto y decidimos ir a la Ribeira a la aventura. Vimos que este lugar estaba lleno y ademas tenia comentarios de foreros “de fiar” bastante aceptables.

Nos indicaron que en 5 minutos quedaría libre una mesa en la terraza y esperamos. Observamos que rotaron hasta 3 veces algunas mesas en las casi 2 horas que estuvimos allí.

La noche era ideal y nuestra mesa muy buena ya que esta en el lateral de mesas individuales ( en el otro lateral se come codo con codo con la mesa de al lado y ademas son de hasta 4 personas).

Un atento camarero nos trajo cartas de vino y menus. En el vino, de nuevo por desconocimiento, pedimos el que había pedido el forero Pablo Iñigo en el ultimo comentario sobre el restaurante: Nieport Dialogo. Acertamos

En cuanto a la comida:

El aperitivo cobrado y servido sin pedir: 2 croquetas de camaroes y 2 de bacalao: Muy ricas ( 5€). Aquí no cobran nada mas por el cubierto

- Lo primero a lo que íbamos ya que es lo mas típico de Oporto: Tripas a la moda de Oporto: Una cazuela de callos muy buenos donde lo único que criticamos es que viene con alubia blanca y predomina esta ultima sobre los callos. Nada picantes , aspecto que solucionamos pidiendo un poco de tabasco. Buen pan del que dimos cuenta con la salsa
- Costeletas de sardinas rebozadas con arroz de tomate. Excelente fritura acompañanda de una pequeña cacerolita con arroz blanco con tomate casera. Esplendida y sencilla combinación.
Cafes.

En total 48 €. Muy buena RCP.

Por cierto, comentar que de camino a este lugar en Largo de Sao Domingos 78 hay una estupenda terraza de un restaurante llamado LSD donde tienen unos vinos por copas estupendos bien servidos y sabiendo recomendar. Tomamos un blanco del Douro: Planalto muy bueno

Con una situación que goza de mucho encanto, en una calle empinadisima cercana ya al rio con buena vista, consegui una mesa en la terraza a la sombra, se estaba fenomenal. Camareros muy amables intentando agradar sin molestar. Buena carta de vinos portugueses. Pedi un Redoma que no tenían (que casualidad¡). Ofrecieron unos buñuelos de bacalao como detalle de la casa de aperitivo que estaban magnificos. Ensalada de la casa, espectacular, ración enorme, buena presencia y muy rica la lechuga, todo con mucho sabor. Unas sardinas a la brasa y un Bacalao A Lagareiro que por su sencillez y su presentación el mejor que me comi en Portugal en 4 dias. presentado en la propia sarten con sus patatas enteras y olivas, muy rico. para beber una Botella de Niepoort Diálogo 2011, muy adecuado, y amuy buen precio. Recomendable si vas a Oporto y quieres un sitio cerca del rio y sin muchas complicaciones. El vino 13€.

Desconociendo la ciudad y despues de leer las criticas, reservamos para comer. La calle y el restaurante no tienen pérdida, todo cerca de la Ribera. Nos han puesto mesa fuera, pero a parte de ella le da el sol de pleno, y estamos a cerca de 40 grados. Sin problema, mesa dentro para cinco, con aire acondicionado. Mesa correcta, bien vestida y con vajilla y cristaleria suficientes.

A compartir para cuatro:

Almejas, ración grande en preparación parecida a "la sarten". Bien.

Salchicha que parece de chorizo, ahumada, rica.

Bolhinos de bacalao, especie de croqueta de patata y bacalao. Ricos.

Arroz con pulpo (dos). Original. Bueno el punto del pulpo rebozado. Correcto el arroz, aunque uno esta acostumbrado al bomba y esos arroces largos le gustan poco. Pese a todo, buen plato (que tengo pensado mejorar en mi cocina)

Para la niña, pechuga de polla plancha con patatas. Enorme. Correcto.

Postres: Flan de coco (muy rico), Tarta de naranja (rica) y dos de profiteroles rellenos de helado y con chocolate caliente (muy buenos).

Dos botellas de Albariño (vino verde) Quinta de Gomariz, excelente y a 13 E. Agua, refresco de naranja, tres cafes y dos Oporto Tawny diez años cierran mejor que bien.

Servicio rapido, eficiente y amable.

Lugar ya comentado anteriormente (casualmente por un cántabro) y por tanto definido su entorno, pero me permito añadir, que se encuentra en una calle ciertamente escondida, en su entorno interior es bastante concreto, limpio pero que como suele ocurrir en este tipo de locales es ligeramente incómodo, teniendo por ejemplo que servir los platos los camareros todos por un lado, pues la mitad de los comensales se tienen que sentar adosados a la pared.

Mesa relativamente amplia, no muy cercana a los vecinos y muy bien vestida, buena temperatura a pesar de hacer calor en la calle (dispone de las mesas una terraza en plena calle), buena vajilla y buen nivel de las copas.

Comenzamos compartiendo una salchicha típica de la zona, elaborado con pan y quizás algo de grasa del cerdo, ligeramente ahumada y rebozada posteriormente en trozos: nos gusto a todos los comensales.
Buñuelos de bacalao: muy logrados.

Almejas con ajo el perejil: bastante bien pero sin sorprendernos, quizás por nuestra procedencia y el nivel de nuestras almejas.

Llegó uno de los platos típicos de la zona, como es el arroz con pulpo: presentado el arroz al centro con el pulpo cocido y rebozado haciendo una corona en el plato. También en el arroz se observaban trozos de pulpo: fue el plato que más nos encandiló a todo, s quizás por la peculiaridad de rebozado del pulpo.

Vitela Barrosa a la plancha con patatas: buena carne y buen punto.

Cerramos con un postre de denominado Jesuitas y unos hojaldres del lugar: agradable pero estamos hablando de hojaldres, que íbamos de los seis comensales, tres somos cofrades del mismo.

Para beber hicimos honor a la bodega de los vinos de Niepoort: Alonso Quijano blanco de Portugal (Diálogo) 2011, Redoma 2010, Dialogo 2010 tinto y Bioma 2800 vintage.

Muy buen servicio tanto de vinos, como de sala, con la inconveniente reseñado en un principio de obligación de servir los platos todos por un lado.

No observe la carta de vinos y por una serie de circunstancias, no me enteré del precio final pagado por todos lo expuesto. Pero el capítulo de vinos se merece una consideración dado el servicio y el tipo de vinos que tienen.

Comentario:

En esta ocasión no existió ni precipitación ni falta de información para decidir dónde comer, íbamos perfectamente asesorados por gente que vive en Oporto y como era de esperar, el resultado fue francamente mejor que en las comidas del día anterior.

La zona está llena de restaurantes típicos donde la gente come en las terrazas exteriores, no olvidemos que se encuentra a quizás menos de 50-100 m del río Duero, pero yo tengo la impresión de que este restaurante es de otro nivel superior, en cuanto a servicio y cocina del de sus vecinos.

Local ubicado en la ribera del douro, en una calle pequeña y peatonal, pero que no os engañe su situación en un lugar turístico, es un muy buen restaurante.
El local es como una cueva, debió ser una antigua lonja donde se almacenaban cosas, es pequeño pero muy acogedor, el servicio rápido y eficiente, llegamos sin reserva, y nos hicieron un hueco (nunca mejor dicho ya que de una mesa que era para 8 empezaron a separar en mesas de 2, entramos muy apretados pero le da un cierto encanto, los compañeros de la mesa que estaba a nuestra derecha, debían ser ingleses, gente maja, con la que hablamos durante la cena).
Tomamos: bacalao, presentado en una sartén con patatas, cebolla, pimiento verde y abundante aceite de oliva, ración más que generosa y difícil de terminar con ella, el trozo de bacalao era la ventresca, y estaba exquisito (lo probé y eso que a mí no me gusta el bacalao…). Pulpo con arroz, el arroz se hace cocido con el pulpo, y luego se reboza el pulpo, muy bueno y pese que a un conocido mío sueña regularmente con él , me gusto más el que tome al horno en chez Lapin.
La carta de vinos tenía muchas cosas interesantes, y si vais todavía tienen más fuera de carta…tomamos un vale la raposa que estaba muy bueno, un café y la cuenta subió a 50,50€ muy recomendable

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