Cena para mu mujer y yo, y mis hijos pequeños

Cenamos en la terraza , y decidimos pedir la carta de tapas para tapear a la brisa de Garrucha:

Pedimos

- Croquetas caseras para los niños.
- Ensalada Escañez, bien surtida de palmitos, tomates y lechugas.
- Calamar plancha, muy buen producto, muy buen sabor y punto perfecto.
- Fritura de pescado Garruchera, d enuevop buen pescado y buen punto de fritura, muy rica.

Todo acompañado del tipico pan con alioli, hiperadictivo.

Para beber, 4 cercezas, aguas, refrescos y 2 cafés.

Recomendable.

Sitio en el paseo maritimo de Garrucha, dicen que es caro pero mi experiencia fue muy buena. Los precios por debajo de los restaurantes de la zona, (almejero ó rincon del puerto, sitio famoso por tomar cañas). Tienen muy buena calidad y una carta muy amplia, para comer en la barra raciones de 7,5 € y comimos pulpo (buenisimo), tomate raf y boquerones. El marisco fresquito en el expositor, incluso tenian marisco gallego (me dijo el de la barra) en los viveros como ostras y almejas de carril de 1º.
La carta de vinos era como la del comedor muy variada con multitud de referencia.
El servicio fue bastante bueno, las chicas muy simpaticas y atentas.
Un sitio si van a Garrucha muy recomendable aunque sea para tomar un gin tonic, que por cierto es el que mejor me he tomado en mi vida, en cuanto a presentacion por 5 €.

No hay nada mejor que visitar los buenos restaurantes fuera de temporada para salir satisfechos de ellos, al menos ése ha sido mi caso en esta nueva visita a este local, teniendo en cuenta que siempre las buenas materias primas cuestan lo suyo. Si alguien pretende comer marisco y pescado fresco este restaurante es una muy buena opción, de lo mejorcito de la zona, pero que nadie se lleve a engaño ni espere que le cobren el mismo precio por unas gambas Garrucheras (frescas) que por unas sardinas. Afortunadamente nunca lo he visitado en los meses de julio y agosto, pero entiendo que como en cualquier otro lugar....restaurantes llenos, mal servicio por lo general, tirar mercancía a destajo, la cocina que no da lo suficiente, clientes que se cabrean, retrasos y un largo etc.,.

Por supuesto cada cual es libre de hacer la valoración que considere adecuada, pero me llama poderosamente la atención la calificación que se le otorga en cuanto al entorno. Sin animo de infravalorar cualquier comentario anterior, considero que tiene buena presentación el local, aunque para gustos colores, si bien es cierto y en ello estoy totalmente de acuerdo que las mesas más cercanas a la barra resultan especialmente ruidosas y molestas. Pero igualmente da la casualidad en las veces que lo he visitado siempre he estado en el comedor interior.

Iniciamos la cena para cuatro comensales con huevas y letones rebozados (12€), muy bien y frescos, sin apenas aceite; ensalada de bogavante (20€) muy completa y bien cargadita de bogavante; seguimos con 4 vieiras al horno (7.5€ unidad) en su punto; 0,550 kg., almejas de carril (71.50€) de buen tamaño y todas vivitas y coleando; 0.650 Kg., gambas rojas de Garrucha (65€) muy jugosas, frescas y fantástico sabor.

Como postres una bandeja bondadosa con tartas variadas caseras (18€).

En cuanto a la bodega, sigue en su línea, un poco desproporcionada de precios tanto al alza como a la baja. Por ejemplo, figuraba en la carta Viña el Pisón de añada 2004 por 165 euros si no recuerdo mal (10 euros arriba/abajo) y solicite llevar a dicho precio todas las botellas que dispusieran....pero no quedaba ninguna:-). Las copas para el vino correctas, así como la cubertería y vajilla. Aportamos nuestro vino blanco y no nos cobraron nada por el servicio.

El servicio (aquí cada uno cuenta como le va), profesional, rápido y muy atento.

Como en la mayoría de restaurantes de la zona, al sentarnos en mesa el típico ajoaceite suave. Al margen de lo comentado, refrescos y cafés finales, habiéndonos ofrecido por gentileza de la casa, chupitos, copa, GT, declinando por tener que conducir.

Solo se queda en eso este clásico de Garrucha en pleno Paseo Marítimo. Quizás tuvo mejores momentos y hemos llegado tarde.
Sala bastante amplia, bien iluminada, climatización correcta, pero resulta demasiado ruidosa por el ambiente de la barra del bar. Separación de las mesas algo justas. Creo que había zona para NO fumadores.
Servicio malo de verdad, además de escaso. Una voluntariosa camarera y un maitre-camarero que no transmite ningún buen rollo. Tardó unos 40 minutos en tomarnos nota y muy lentos para preparar la cuenta.

Carta amplia sin complicaciones, en la que en principio deberían relucir pescados y mariscos, pero esa noche, al menos, poca variedad por lo visto en los expositores y lo que había, para nada atractivo. Solo destacaban unos San Pedros de hasta casi 2Kg.

Detalle de la casa: Unas aceitunas y ajoblanco (cremoso y no muy fuerte). Nada en la sobremesa.

Cena para 3 pax:
1 ensalada especial Escánez que consistía en lo de siempre, pero con montones de maiz de conserva. El tomate raff sin pena ni gloria, y las cuatro anchoas que llevaba las dejamos por blandas y saladas (de aspecto ya de por si impresentables).
250 gramos de las afamadas gambas de Garrucha (100€ kg): En este caso bien de verdad, pero tampoco eran como para repetir y menos a esos precios.
1 de sardinas plancha: Más bien pequeñas pero fresquitas.
De segundo nos prepararon uno de los San Pedros que había expuestos (40€ el kg). Pesaba 1,9kg. Lo prepararon al horno con unas patatas panaderas; la cabeza, troceada y frita. La verdad es que el pescado resultó bien hecho y gustoso.

Postres la mayoría industriales, y los que dicen caseros...
Pedimos 1 de pan de calatrava y 1 de tocino de cielo, ambos para olvidar.

La carta de vinos no es muy amplia pero muy bien seleccionada, actualizada y lo mejor, a unos precios muy buenos: Clio a 35€ y Finca Dofí a 45€, por ejemplo. Lo peor, su presentación, como si fuera la de una heladería. Carta que incluía unos 40 cavas y champagnes, pero demasiado orientada a Riojas y Riberas. No tomamos vino por el tema de los controles, que en esta zona abundan y mucho. Servicio esmerado por lo que observé en otras mesas.

Precio total: 148.59€ (incluye pan y servicio a 1.20€ por persona, 2 cervezas dobles, 1 refresco y 2 botellas de agua de 1/2 litro a 1.50€)

Despues de valorar varias opciones y seguidos por un consejo comimos este domingo en este agradable local, bien decorado, mesas amplias, sillas comodas, espacioso, con zona para no fumadores, etc. Gambones rojos de garrucha excepcionales de sabor, frescura y textura, un flojo tomate raf con anchoas de bota, Soso el tomate y Saladas las Ancohas, y dos raciones de pescado. Una de Filetes de Dorada salvaje y otra mero, excelente la Dorada, sabor, punto, etc. y bastante bueno el mero. Acompañados ambos de patatas al horno.

Buen servicio del Vino, presentación, descorche, cata, copas, cubitera etc para un Do ferreiro Rias Baixas en su punto que nos hizo disfrutar mucho de tan estupendo pescado.

Muy flojos el surtido de postres a base de minusculas porciones de tartas copradas (aunque decian que caseras)y algo secas. Buen café. Me molesta que despues de pedir una comida de 113 € (2 pax) te cobren un misero chupito de pacharán a 2.5 €.

Resumiendo, local agradable y bien situado y atendido, sin duda el pescado merece la pena pero el resto hace al final la sensación sea de Caro.

Cuando se repite zona en vacaciones é igualmente repites algunos de los restaurantes que visitaste el año anterior, sobre todo para los amantes de la buena gastronomía, sin lugar a dudas es por la grata experiencia que se tiene.
En esta ocasión tampoco defraudo la visita a éste buen restaurante, situado en pleno paseo maritimo de Garrucha, si bien es cierto que la crisis hace mella y se nota por la asistencia de comensales ó mesas ocupadas, así como por los comentarios del propio servicio.
Las mesas del local disponen de buena presentación y separación entre ellas, con sillas comodas, y local decorado con motivos marineros, con gusto dando buena imagen.
Los entrantes a base de ensalada Escanez y Coctel de mariscos. El marisco realmente bueno aunque algo escaso.
Seguimos con unas buenas gambas de Garrucha, realmente frescas, y el Gallo Pedro muy típico de la zona, resultando bueno, fresco y con buena elaboración en cocina. Las materias primas en general que dispone son de buena calidad.
Los nativos de la zona suelen recomendar poblaciones limítrofes, con idénticas materias primas pero con una diferencia de precios bastante considerable.
Para los postres un zumo de naranja natural (fuera de temporada) y leche frita.
Como bebidas nos limitamos al agua mineral puesto que en la mayoria de rotondas cercanas existen controles de alcoholemia practicamente a todas horas, finalizando con café y cortado.
Ojeada la carta de vinos resulta bastante amplia, con buena selección de blancos y diversas D.O. en tintos. Las copas resultan adecuadas, aunque en éste caso y al no hacer uso las retiraran.
El servicio atento, rápido y profesional.

Agradable restaurante, especializado en marisco y pescado como no podía ser de otra forma en Garrucha. Estupendo gambón rojo de Garrucha y también el calamar en aceite. Buenos también los berberechos y el chanquete con huevo frito, también buena la leche frita.
Es un restaurante con vocación enóloga, pero al ser pleno verano y tener que conducir nos limitamos a la cerveza, lástima.
Comimos en la terraza, en plena calle, un poco molesto el pasar contínuo de gente, pero la tienen bien montada

Personalmente nunca me suelo guiar y mucho menos valorar por una sola experiencia, salvo que me haya sido recomendado por personas con criterio selectivo en la materia, motivo por el cual la semana pasada y estando de vacaciones en Mojacar, estuve dos noches cenando en éste Restaurante.
La experiencia resulto satisfactoria en cuanto a calidad, servicio y precio; posiblemente porque habia poco turismos y consecuentemente pocas mesas llenas en el comedor. Por ello debo valorar el servicio como bueno. La celebre gamba de Garrucha igualmente fresca, y en cuanto a precio, no se si puede variar con los meses más fuertes de Julio y Agosto, salvo que modifiquen los precios en la carta, cosa que no creo. Bien es cierto que como en cualquier restaurante, hay ciertos productos y en especial el marisco que varían en función de otro tipo de connotaciones.
En líneas generales satisfecho de haberlo visitado.

Privilegiada localización y sugerente ubicación playera... Aunque desgraciadamente, no se por que extraña razón, generalmente en la costa Mediterránea, lo mejor situado, suele ser lo peor y lo mas caro, normalmente orientado a “Tangar al Güiri”!
En esta ocasión, nada mas entrar, notas, sientes, hueles, que éste no es uno de esos sitios. Extraordinaria y fresquísima materia prima, actividad frenética, experiencia, profesionalidad, olores y sabores mediterráneos a flor de piel.
Correcto, pero sin artificio, ni esmero en nada de los demás, ofrece lo justo para el disfrute de su cocina, sin mas pretensión que la de que cenes o comas a gusto.
RCP correcta, una visita siempre recomendable, aunque me da la impresión, que Julio y/o Agosto, no son los mejores meses para disfrutar en plenitud de lo el Escanez te propone.

La verdad es qe la experiencia fue realmente mala. Muy mal servicio,mucho tiempo para tomar nota, estuvimos más de 20 minutos sin que nadie se acercara a atendernos. Las copas correctas, la bodega surtida, la calidd del producto bueno, pero el servicio deplorable, creo que jamas volvere a ir