Hay que ver a las cosas que uno debe adaptarse sobre la marcha cuando la célula familiar se amplía y la organización doméstica, hasta entonces infalible, queda en entredicho... como por ejemplo motivarnos a probar un domingo cualquiera, en esta bodega clásica de nuestro distrito, su Menú Especial de 15.90€ en lugar de tapear algo y marcharnos luego a comer a casa.

El local es la típica taberna de barrio, con bastante presencia de madera o simulación de la misma en su decoración, barriles grandes que hacen la función de mesa, espejos y cuadros de motivos cerveceros con unos grandes ventanales que le dan buena iluminación natural.

La terraza amplia cubierta, que es donde comimos, resulta bastante eficaz para combatir estos calores pues tiene buena corriente de aire. Individuales y servilletas desechables y menaje de batalla.

…y esto es lo que nos ofreció el menú que se componía de:

Unos entrantes compartidos como el Tomate con Anchoas, Mojama y Queso Fresco, el Lacón a la Gallega y un par de Canelones de Pularda.

Como principal yo tomé Lubina a la Espalda y la querencia carnívora de Hambrebuena hizo que se decidiera por la opción de Entrecot de… sí, lo ha adivinado el lector, el ya tan consabido buey!!

Una cumplida Bandeja Surtida como postre que incluía Brownie con Helado de Vainilla, Tarta de Manzana, Pudin de la casa y Fruta del Tiempo.

No encontré ningún plato destacable ni para bien ni para mal… bueno, si acaso el canelón estaba bastante gustoso con un fondo de recuerdos caseros. La bechamel y unas semillas de amapola le daban talla. En los principales, manejo de un producto estándar con escasas vueltas al tema en cocina que a veces, como fue el caso, te salva la papeleta y al que no puedes pedir mucho más. Respecto a lo del buey… es lo de siempre, me cuesta creerlo en estos casos.

Se sirvió un pan normal tostado con un poco de tomate y alioli por si acaso querías acompañarlo.

Cuatro cervezas de barril en total y un café completaron la cuenta.

Cumplió su papel, que era de lo que se trataba, pero creo que seguiré acudiendo a tapear alguna cosita de forma ocasional pues me parece que es donde se defiende mejor la empresa. Aquí está la reseña por si le puede servir a alguien… para salir del paso si le pilla por la zona.

Mi marido y yo fuimos a esta bodeguita por primera vez hoy, y quedamos encantados. El servicio muy bueno y rápido, y la lista de tapas suficientemente amplia y sobre todo con opciones muy atípicas además de las tradicionales. Tienen también algunos menús que pintaban riquísimos y muy bien de precio, pero no teníamos tanta hambre e íbamos de todos modos con un presupuesto muy ajustado. De hecho, la relación calidad precio es increíble: tomamos un vaso de vino, una cerveza, 5 tapas y pan con aceite, ¡todo por 18,20€ para los dos, un domingo a la noche! Otros plus: abiertos domingo a la noche justamente, y con una terracita encantadora. Desde luego un lugar que recomendamos.