Abierto hace pocos meses en una animada plaza de la ciudad, a apenas 5 minutos del Mercado Central. Funciona como cafetería, local de tapas y restaurante, y puedes organizar con facilidad un condumio bien a base de raciones, bien aprovechando un menú de 25€ a la noche con varios primeros y segundos a elegir.
Optamos por la primera opción, y compartimos una muy rica ensalada de mango muy bien aliñada, unas croquetas de jamón en su punto,unos sustanciosos huevos rotos con foie y el delicado pan de cristal con tomate.
De segundos elegí un original "espadón" de pescado, en que te presentan un gran pincho colgando de un soporte con rape, merluza, salmón, gamba, viera,..todo a la plancha con una generosa ración de patatas al horno como guarnición. El mismo espadón lo hacen de carne y fue otra de las apuestas de un comensal. Otros segundos la parrillada de verduras, sin complicación, y las tostas de ibérico con queso de cabra.
Postres correctos: coulant, flan de coco, helado,...
Pan de barra de un tipo, bastante bueno.
El vino lo llevamos nostros, por lo que no puedo hablar de la carta. Copas un poco justas, sobre todo las de cava.
Local de decoración moderna: líneas rectas, blanco y negro,...con espacio un poco justo entre las mesas. Se organiza en 2 pisos y es un poco ruidoso. Menaje sencillo.
La RCP es buena: pagamos 22€ (sin vino).
Servico amable y competente.
En resumen: cocina sin complicaciones y de raciones generosas, sabrosa,una buena opción para aquellas salidas "a picar algo". Valdría la pena mejorar las copas.