Salir "estrellado"

Menu concertado para un grupo de personas en este restaurante del que había leído. Antes de escribir este comentario, leo las criticas anteriores y me sorprendo porque creo que he estado en otro distinto. Creo que el menu cerrado y probablemente su precio fueran los culpables de mi experiencia. Esto me hace reflexionar en lo siguiente:
- No cerrar menus baratos en sitios estrellados porque el que saldrá estrellado serás tú….y esto fue lo que pasó.

No comento detalles del local que están fielmente descritos en otros comentarios.

Relato el menú que nos fue entregado por escrito:

Antes y fuera de menú un corte de foie ( que no era tal sino un pate tipo campaña): “ni fu ni fuá” y una copita de un algo que no entendí tipo mini gintonic. No entendimos el concepto

-Panes artesanos: consisitió en una mi chapata recalentada
-Ensalada de langostinos, piña y vinagreta de mostaza. Presentada en arocon unas hojas de mezclum por encima, consistía en dados de patata con minimos / irrisorios 2 trocitos (en mi caso) de medio centímetro cuadrado de langostinos. Yo no aprecié iña. Todo cubierto por una mayonesa.
-Lenguado fresco de la bahía con champiñones en salsa veronica. Rollo de pescado seco y soso ( una lastima si de verdad era lenguado y fresco) sobre una salsa bechamel espesa con nata en la que flotaban 4 o 5 trozos de champiñones. Por dios ¡¡¡¡¡ champiñones en un Michelin. A ver… los perrechicos están caros, pero unos boletus congelados están hasta en las tiendas La Sirena… Nefasto y eso que tenia el liston bien bajo tras la falsa ensaladilla rusa
-Sorbete de piel de limón , toffe de platano y nido crujiente. Es lo único que se comio la mayoría. Yo ni eso ya que no me gustan ni sorbetes ni helados

Cafes.

Para beber sirvieron cervezas y los vinos eran:
- Lagar de Cabrera Seco moscatel. No lo probe
- Finca constancia . Servido caliente y teniendo que demandar repetidamente una segunda copa. No puntuare el servicio ya que no vi la carta ni considero este hecho suficiente como para dar una opinión.

En cuanto a la comida, no es de recibo, por barato que fuera el menú, servir lo que nos sirvieron.

En el paseo del puerto hay una heladería donde la mayoría de los comensales compraron un helado al salir