Otra buena opción para comer carnes de Chile a la parrilla en Santiago de Chile. Salón amplio con mesas no muy bien separadas y con terraza exterior acristalada para fumadores. Servicio atento.

Carta con sabrosos entrantes (longanizas, salchichas y mollejas), ensaladas y algunos mariscos; variedad de carnes (incluido wagyou) a la parrilla con diferentes cortes para el plato de fondo. Como curiosidad, te dan hasta cinco niveles para el punto de la carne, ilustrados con fotografías.

Detalles de la casa como pebre de tomate, mousselina de finas hierbas (cilantro) y puré de arvejas (guisantes), con tres variedades de panecillos.

Cena para una persona:

- Mollejas a la parrilla: Aceptables (al menos no tenían grasa)

- Plateada de wagyou con puré de papas: Generosa ración de plateada que es el plato casi nacional de Chile (parte del vacuno que sería la tapa de bifé hecha al horno). Tierna, casi melosa, y de excelente sabor.

Antes del postre me trajeron unos sorbetes de manzana verde y de piña sn apenas sabor. Lo ridículo fue que también me trajeron un enorme algodón de esos de azúcar que se preparan en las ferias (???)

- Strudel de pera: Elaborado en unos quince minutos, pero que no fueron suficientes. Mal la masa y mejor el generoso relleno de peras y almendras enteras.

Carta de vinos bastante aceptable con variedad de vinos chilenos organizados por viñas. Precios no muy abultados. Elegí Marqués de Casa Concha Carmener 2009 (Bodegas Concha y Toro) servido alto de temperatura aunque me lo enfriaron con cubitera en apenas 10 minutos. Copa Stöltze aceptable, aunque me hubiera gustado un pelín más grande. Me ofrecieron decantarlo, aunque vi que esto lo hacían en todas las mesas.

Precio total: 65€ aprox. (inc. IVA y el vino).