Restaurante La Ermita en Toledo
Restaurante La Ermita
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Vino por copas:
Precio desde:
60,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
60 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.8
Comida COMIDA
5.9
Precio medio entorno ENTORNO
9.5
RCP CALIDAD-PRECIO
4.4
Opiniones de La Ermita
OPINIONES
10

Cuando sales de un restaurante y coincides con los compañeros que ha merecido la pena ir por las vistas que se ven, no es una buena recomendación ya que para las vistas, no hace falta entrar al local. Localizado junto a la ermita de Nuestra Señora del Valle, en la carretera de acceso al parador nacional y desde ambos sitios se aprecian unas de las mejores panorámicas de la ciudad, especialmente con la iluminación nocturna.

Un local con una parte de terraza para verano a la entrada y unas escaleras que acceden al salón que con amplios ventanales, permiten ver la postal de la ciudad. No vimos carta ni de comida ni de vinos al ser una cena pactada de pequeños grupos con la ventaja que a todos nos dispusieron de forma vertical a los ventanales, lo que es un plus importante.

Amplias mesas de grupo, bien vestidas. Servicio en sala eficiente buscando acortar tiempos aunque de agradecer la explicación de platos y el ritmo de salida de los mismos desde cocina.

Nuestra cena para seis:

. cucuruchos de queso mascarpone, por cortesía de la casa: una mousse con un punto de alili hy eneldo servido en un mini cucurucho; bien resuelto.

. buñuelos de pulpo con mahonesa de pimentón y bonito seco: aparte de ver moverse ligeramente al bonito al hidratarse, el resultado del conjunto es bueno.

. lentejas con curry y foie: un guiso con una presencia burda, pero buen sabor. Muy mejorable el emplatado.

. viera y roulé de cochinillo sobre una base de crema de coliflor: emplatado a modo de pisos; un mar y montaña nada integrado aunque los elementos son buenos.

. lomo de ciervo macerado en cerveza y vino con salsa romescu y aceite de olivo: lo salvable de la cena; carne tierna, ración ajustada, bien presentado, sabroso, con un ligero paso por la plancha. Recomendable.

. frutos rojos mousse de yogurt y dados de tarta de chocolate: fracaso rotundo, pesado, denso, demasiado cargado de duzor. Se quedó en casi todos los platos.

Agua de San Pellegrino. Tinto de Corpus del Mundi 2016 y Alto Año en blanco que ni se comentaron los vinos ni había ganas de reponer. Cafés e infusiones finales y nada más. Una pequeña planificación del día siguiente y al coche y regreso al hotel.

 

Fin de semana en Toledo, y por varios consejos acudimos a este restaurante. Reserva en la terraza con una vista panorámica de Toledo iluminado, magnificas vistas y clima adecuado.

Dos personas en mesa, aperitivo por parte de la casa crema fría, apetecible. Dos entrantes para compartir, brulee de foie bonita presentación y buena textura (pero demasiado empalagosa para mi gusto) y croquetas de garbanzos con berenjenas y salsa teriyaki (no gustaron, falto crujiente en las mismas y sabor), aunque la intención de originalidad llamaron la atención.
Como platos principales, Lomo de Venado y Hamburguesa de jabalí, muy bien el punto y la presentación de ambos.
Carta de vinos con referencias bastante referencias de la región, temperatura correcta con un servicio adecuado. Nos decantamos por Mauro.
Terminamos con cafés y Gin Tonic (pocas referencias)

Destacar las vistas del restaurante, y la atención del personal (profesional y amable.), por ello creo que debe de ser visitado.

Hacía tiempo que no volvíamos. Reservamos en la ventana, llegamos a las 21:30 para ello. Al salir del coche puedes ver la impresionante vista de Toledo iluminado desde el valle.

Con una cerveza y un zumo de tomate nos ofrecieron una deliciosa croqueta de berberechos y mejillones.

De entrantes las conocidas milhojas de foie, muy ricas, y una tablita de quesos: torta del casar, curado al romero, y semi. Bien los dos, cantidad grande para dos personas.

De segundos la hamburguesa de jabalí, (son dos pequeñas), bastante buena, y un jugoso lechal servido 'sin trabajo', bien.

Postre no pudimos, y mira que me fastidió porque iba con ganas de probar la fondant con crema de galleta maría, pero estábamos llenos.

De vinos elegimos un Vallegarcía Syrah (29), correctamente servido. La carta tiene unos cuantos caldos de la región, incluso han añadido algún espumoso, pero le sigue faltanto más referencias, más vidilla.

Rematamos una buena cena con una infusión y un Gin de Blue London, bien servido. El entorno como siempre, un privilegio. Gran velada.

(El precio por persona es sin el Gin, 9 euros más)

Una carta escasa y uniforme, con ausencia de verduras y abuso de foie y caza. Platos elaboradoscon ingredientes inconexos, escasa cantidad y una carta de vinos breve y muy cara. Eso sí, las vistas espectaculares. Mala relación calidad precio.

Es un restaurante para llevar a alguien de fuera de Toledo, sobre todo a la hora de cenar. Es imprescindible reservar una mesa pegada a la ventana. Sin duda lo mejor es el entorno: inmejorable en Toledo. Por cierto que por esta época está medio cortada la carretera de acceso al restaurante, dado que hace mes y medio hubo una tormenta bastante importante y se han dado desprendimientos en la montaña.
La carta va cambiando según la temporada, manteniendo el mismo estilo. Probamos el jamón de bellota y las milhojas de foie para compartir, bastante buenos los dos, y de segundo solomillo de buey y bacalao sobre una capa de garbanzos. Todos los platos son bastante elaborados, y las raciones son justitas. Habían cambiado los postres, y no estaba ni el fluido de chocolate ni el cruijiente de café, pero tenían una FONDANT DE AVELLANA: ESPECTACULAR.
La carta de vinos se basa en referencias manchegas: no es nada amplia pero tiene algunas cosas interesantes. Probamos el shiraz de Finca Sandoval, servido a temperatura correcta. Echo de menos vinos dulces, por no hablar de Champagne. Pero en conjunto merece bastante la pena. Por cierto, que el Alcázar sigue sin acabar las obras.... que país.

Las mejores vista de la ciudad de Toledo con gran diferencia. El entorno es ESPECTACULAR sin más.
La carta de vinos es flojísima, necesita una renovación urgente, el Maitre aparte de ser una persona muy agradable, pero se le nota que no entiende mucho de vinos.
El servicio es correcto, atento pero sin alegrias.
Buenos puntos en carne y pescados, pero platos demasiado artificiosos. El chef debería plantearse que no por poner muchas cosas en un plato, el resultado final va a ser mejor.
Algunos de los elementos no tienen ninguna relación ni conexión entre ellos.
El precio demasiado subido ara mi forma de ver, supongo que será por las vistas...

Restaurante ubicado en un entorno privilegiado. Las mejores vistas de Toledo (Solo hace falta que acaben las obras del Alcazar y lo iluminen de una vez). Imprescindible reservar con antelación una mesa situada en una ventana. Cocina elaborada: en esta ocasión probamos las milhojas de foie, buenas, y un arroz cremoso, espectacular. De segundo elegimos dos pescados bien elaborados, uno con carabineros sobre una base de pisto, y el otro con gulas y gambas sobre una crema de calamar. Respecto al vino, la carta, si bien no es muy extensa, permite disfrutar de referencias de la región, con precios interesantes. Bebimos Mauro en buenas copas, servido a temperatura correcta. La puntuación del vino me parece muy complicada; buen servicio, copas corerctas, pero hace falta mucha más variedad. Está entre el 3 y el 4. Tienen al menos dos postres deliciosos: las milhojas de chocolate con mousse de café y el fluído de chocolate con helado. No se si la comida llega al 4, pero estos dos postres son casi de 5. Muy recomendable.

Lo primero y más llama la atención del restaurante es su situación y vistas sobre la capital toledana, impresionante el poder degustar una cena con esa ciudad iluminada. Reservar en los ventanales si se puede.
La comida muy bien.
Un primero a compartir, milhojas de foie, realmente ricas.
un pescado, lubina, y un carne, solomillo muy bien de punto y cantidad.
El postre un poco flojo, para mi gusto, milhoja de chocolate y chocolate blanco.
Amplia carta de vinos que no caté, había que conducir a Madrid :-( puntuo obligado¡¡
recomendable, dos personas sobre 80 euros.
Un hallazgo al estar cerrado el as de espadas.

Muy bién, cocina cuidada consiguiendo nuevos sabores que los acostumbrados. Probé carpaccio de lubina con langostinos. ¡¡ excelente !!Lastima que era temporada baja y no ofrecian su "famoso" menu degustación. de segundo bacalao. Muy bién presentado y gustoso pero frio a mi gusto. Vinos bién de precio. Probé Portillejo que es el vino de la casa y excelente por su precio. En esta ocasión cené. Intentaré volver un mediodia para probar sus carnes.

Este restaurante pertenece a los mismo dueños que Los Cuatro Tiempos(también comentado)y se abrió hace unos 10 meses. La carta promete más de lo que realmente elaboran y aunque el resultado es satisfactorio a los ingredientes les falta ensamblaje y a los platos la originalidad que vende la carta. La carta de vinos aceptable pero con escasas referencias de fuera de Castilla La Mancha. Tomamos un Casa Gualda Selección C&J 2000 a temperatura correcta. Las copas muy mejorables.
Lo más recomendable son las vistas, preciosas. Se puede contemplar Toledo desde la orilla opuesta del Tajo.

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