Empezamos mal, no encuentran nuestra reserva...

Coincido con Vidok en que la decoración está algo desfasada. Iluminación justa. Las almohadillas de las sillas ya no cumplen su función. Mesas muy juntas. La nuestra, junto a una cortina y de tamaño algo justo. Menaje y mantelería normales. Copas, una con el nombre de Torres y otra sin marca. Corrientitas. Servicio correcto a cargo de 2 camareras extranjeras, que no hablaban catalán.

Cena para 2. Menú de fideuá de bogavante (lo publicitan con langosta), medio por comensal, con allioli, chapata con tomate y una botella de vino Torres Atrium Chardonnay 2010 o cava de la casa, todo por 15,-€/pax (precio para cenas de lunes a jueves).

Mientras esperábamos, tomamos unas patatas bravas (2,16€). Craso error. Patatas correctas, pero la ración era ridículamente pequeña, más que la mayoría de tapas que ponen gratuitamente en algunas zonas de Andalucia. Acompañadas de una salsa que sabía como la salsa rosa de bote que compramos para casa.

La chapata con tomate, bien. La fideuá, bien. El allioli, pasable. El bogavante, muy pasado, insípido. Me trajeron un cascanueces en vez de unas pinzas para marisco. No nos pusieron las consabidas servilletas húmedas para limpiarnos las manos, ni el pincho para marisco. Tuvimos que pedir cubitera para el vino. Raciones correctas.

Tomé un postre (2,16€), no recuerdo su nombre, consistente en helado de vainilla (aunque finalmente llevaba avellanas y trozos de caramelo), fresas y chocolate caliente. Presentación deplorable, parecía que hubiesen tirado los ingredientes en el plato: helado medio deshecho cubierto completamente de chocolate, con unas fresitas partidas por la mitad por allí sueltas.

Un agua de litro (2,16€) completó la cena.

Teniendo en cuenta que el bogavante debe ir más o menos a mitad de precio que la langosta, podrían haber tenido un detalle. Nada, ni siquiera se disculparon.

Tampoco me gustó que la mini-carta que nos dieron, un folio plastificado, tuviese los precios sin IVA y no lo indicasen. No vi la carta ni los vinos.

Con todo, local medio lleno un miércoles noche, casi todos con el mismo menú. Igual es que yo soy raro, pero no creo que vuelva.

Asistimos a una celebracion familiar (esta vez no me dejaron elegir!).
Restaurante con años (desde el 1985), y que parecen mas por la decoracion del local. Todo muy limpio, eso si. De capacidad media, unas 50 personas, nos ubicaron en lo que parecia un reservado, aunque luego se sentaron 2 parejas. (eramos 9 personas).
-Teniamos acordado un menu. Este consistia en un pica-pica,aceitunas,anchoas (estas calientes-temperatura ambiente,con una salsa encima poco acertada),surtido de ibericos(jamon,lomo,queso..),calamares regularcillos arinosos,pan de coca con tomate (este estaba bueno,al igual que el jamon...).
-Mas tarde , 1 canelon trufado por comensal y fideua (escogidos ambos para toda la mesa).Se dejaban comer,sin mas.
-De 2º platos a escoger, pillamos ossobuco,colas de langostino,bacalao al horno,entrecot y solomillo). Las carnes, bien pequeñas,presentadas con arroz y patatas fritas congeladas?¿!,vamos que le faltaba un huevo frito para ser el plato nº7 de cualquier bar!.Salvo la presentacion, pues carnes normalitas. El bacalao comentaron que estaba bueno.
-En el apartado de Vinos....uf!, que dificil fue escoger algo... carta dominada por el grupo Torres, mas algunos clasicos Riojanos y Ribereños.Ademas tenian una seleccion de añadas (1968,1970,1973...) de algunos Tondonias,Rioja Alta,etc,eso si a precios de +100€. Vinos que ya he probado y teniendo suerte se consiguen por 10-20€... Opte por un Bracamonte roble 2008, este vino a la mesa caliente, y sin servicio de copas ni degustacion al sujeto elector. Pedimos la cubitera de rigor. Una botella tan solo bebimos y mas de 10 aguas (algo poco usual en nosotros). Las copas justitas.
-El servicio, correcto y agil.
-Lo mejor al final, nos disponiamos a salir (en general contentos por la comida, todos menos yo,claro),cuando nos dicen que nos tenemos que esperar pues hay un Stripper actuando para un grupo de chicas. Estas estaban en la entrada del restaurante,ocultas por una cortina, y claro...no se les podia interrumpir. Ya nos ven a unas 20 personas esperando unos 15 minutas para poder salir....tela,tela. ¡que las hubieran puesto en el supuesto reservado...digo!.
Para no volver, ni invitado.