Este pequeño y acogedor restaurante de Londres me ha cautivado por completo. Desde que lo descubrí lo he visitado varias veces y sin duda, es uno de mis favoritos.

El restaurante es muy pequeño (6-7 mesas) y está totalmente decorado con detalles marroquíes, cuidando hasta el último detalle. Todo muy auténtico.

Los Tagines (he probado el Tagine Kefta y Tagine Lahem Bel barkouk) así como el cous cous deliciosos!!!. Y las raciones bastante generosas, ya que con un tagine y un cous cous pueden comer perfectamente 3 personas.

El único inconveniente que puede tener es que tardan un poco en servir la comida, supongo que será por que lo cocinan todo al instante. Pero sinceramente merece la pena.

Así que, si te gusta la comida marroquí y estas en London, no dudes en visitar este pequeño restaurante. Además el barrio es muy tranquilo y bonito.