Pues mi sorpresa fue que reserve en Nero Garden a traves de una oferta de Grupalia y cual fue mi sorpresa que al llegar allí vi que en el numero 10 de la calle Mistral no quedaba ni rastro del mencionado restaurant,esto se veia venir leyendo el anterior comentario.El lunes me pondre en contacto con Grupalia y espero me devuelvan el dinero,y casi que me alegro de no haber comido alli.

Fuimos 4 amigos a cenar con una promoción que incluía empanadas y entrecot. Raciones escasas y la clidad de la carne, que no era entrecot, muy mala: nos dieron 3 trocitos pequeños de carne que eran casi todo hueso y grasa.
El precio de lo que no incluía la promoción, carísimo... hasta 4€ por una botella de agua!!! Algo más de 40€ por 2 botellas de agua, 2 jarras de cerveza, 2 provoletas de queso, un poco de pan y un cortado.
Pedimos hoja de reclamaciones y el dueño se volvió medio loco, con gritos y amenazas. Nunca me había sentido tan mal en un establecimiento así.
Y digo yo, ¿para qué sacan promociones con menús cerrados si después sacan lo que quieren a los clientes, tratándonos tan mal?
He probado muchos sitios gracias a promociones, y sin duda, este establecimiento es pésimo en todos los sentidos.

Cena para dos en este restaurante argentino donde las carnes y la pasta son su principal reclamo.
Tiene una terraza en la entrada muy agradable, un salón y un patio interior. Nosotros cenamos en el patio, más tranquilo que los otros dos ambientes.
Acogida cálida. Nos cantan algún plato fuera de carta pero ya tenemos decidido qué cenaremos:
Unas cervezas para abrir apetito...
- Anchoas con tomate (aunque en la carta indica cuatro anchoas, en el plato sirven algunas más). Están buenas. El tomate viene triturado. Nos las comemos con el pan, que está blando (un fallo...).
- Parrillada de carne Garden, que incluye chorizo criollo, morcilla, entrecotte y secreto ibérico. Todo bueno, sobre todo el entrecotte, pero el secreto está demasiado hecho y seco.
No pedimos postre.
Para beber elegimos un Enate Cabernet Sauvignon-Merlot que cumple bien.
Unos tés para digerirlo todo y, como detalle, nos invitan a una copa generosa de limoncello. Quizá vuelva a probar algunas de sus pastas.