Estuvimos andurreando por el centro de Haro y por la famosa Herradura, zona repleta de locales de pinchos, donde uno debe probar sus vinos y esos pequeños manjares. Añado un comentario a este local, que no tenía referencia en Verema, porque en cuatro días que estuve es el único que repetí. Bien los vinos, con una amplia oferta y de la mejor calidad de la zona, casi todos por copas, bien de temperatura y bien las copas, como siempre en Haro. La calidad y variedad de los pinchos de lo más interesante, algunos cocinados en el momento, la mayoría sin embargo en el microondas, como es costumbre allí (desafortunadamente). Trato amable. Bien de precio. Vale la pena.