Hemos terminado comiendo hoy en este restaurante por pura casualidad y ha sido una elección muy buena. Nos ha costado decidirnos por la carta o el menú porque había platos muy apetecibles en los dos. Al final nos decantamos por el menú, el fin de semana el menú vale 23 euros pero merece al pena. De primero pedimos ventresca con pimientos y cebolla caramelizados y croquetas de boletus, estaban los dos platos a buen nivel. De segundo un entrecot y rollo de carrillera de buey, las dos cosas estaban buenas pero el rollo de carrillera estaba exquisito. De postre un helado de mandarina y una tarta de queso. El vino para ser de menú estaba bueno, un rioja crianza del 2011.
El servicio fue muy profesional, muy amable. La verdad que aunque nos habían hablado bien de él, no pensé que sería tan bueno.Si existe una bajada de nivel como otros foreros sugieren antes debía ser espectacular. para los que quieran probar indicar que la sala estaba medio llena.
Como nos pilla cerca, habrá que repetir porque nos quedamos con ganas de probar platos

Cuatro personas (3 adultos y una niña) decidimos conocerlo para "abrir camino" y nos decidimos a compartir unos platos para todos. Lo digo porque no se tomo nada "serio" y por lo tanto la impresión es relativa.

Rabas, aros de cebolla y langostinos. Buen nivel de todos los fritos, Aceite limpio, rabas de chipiron, langostinos pequeños.

Croquetas, 1/2 de hongos y 1/2 de jamón. Según quienes las comieron, costra crujiente y masa cremosa y rica.

Ensalada de langostinos, patata y jamón. Sobre mezclum de lechugas, patata cocida (y caliente) en tacos, langostinos (pequeños) cocidos y lascas de jamón iberico, todo salseado con un alióli suave. Muy rico.

Vieiras con langostinos. Pequeños trozos de vieira a la plancha, más langostinos (redundante la comanda) y todo sobre una salsa en la que había mostaza y nata. Rico. Escaso en vieira, por cierto.

Tiramisu (a su manera) dicen que excelente. Coulant con helado de mandarina, rico. Helado para la chiquitina.

Albariño del que no recuerdo el nombre, recomendado por el ¿maitre? que cumplio con creces. Refresco. Un par de PX para los postres.

Fuimos invitados a los cafes.

Todo, Iva incluido, 76,60. Servicio correcto y rapido. Caminos de papel (malos e incomodos). Servilletas de papel, buenas y gruesas, pero improcedentes. Buen nivel de vajilla y cristaleria.

Desde luego, volveré a comer... de verdad.

Restaurante ubicado en los bajos de una nueva urbanización de viviendas dormitorio, en el pueblo de Mompia, en el eje Santander-Torrelavega, más cerca de la primera ciudad. A pocos metros de la salida de la autovía y con fácil aparcamiento.

Se trata de un local que lleva poco tiempo en funcionamiento, calculo que aproximadamente, seis meses.

Tras varios comentarios positivos oídos y en especial el de mi compañero de correrías gastronómicas de los miércoles, este viernes nos hemos acercado al mediodía cuatro personas.

El local consta de entrada amplia con barra, grandes televisores y varias mesas dispuestas para poder incluso comer tapas sentado en unos taburetes.

El comedor esta aislado completamente del otro local, amplio con otra barra para trabajar el servicio, con 10-12 meses y teniendo uno de los frentes con amplios ventanales cubierto los mismos parcialmente con cortinas, tanto el suelo como el techo en tonos oscuros con lo que a pesar de los ventanales, y estar el día con buena luminosidad, en el interior a mi criterio impera un ambiente ligeramente triste.

Mesas amplia para cuatro personas, ligeramente juntas respecto a sus vecinas. Vajilla y cristalería con buen nivel, pero con caminos de mesa de tipo sintético y con servilletas de papel (ambos de color marrón muy oscuro, sobre una mesa del mismo color) servilletas muy poco apropiadas para comer a la carta.

Local ofrece un menú a 12,50 € más IVA, con bebida incluida, con cuatro opciones de entrada y otros cuatro de segunda (recuerdo que para la segunda por ejemplo se podía optar entre: cecina, bacalao confitado, entrecot y solomillo).

La carta (con un fondo del papel de color azulon, que no facilita la lectura) comienza con una serie de especialidades de ibéricos, de quesos y de raciones idóneas para un picoteo compartido. Pulpo, carpaccios, risottos, langostinos o mollejas (diferentes como las de novillo) son algunas de las opciones antes de llegar a los pescados, donde predominan el bacalao y los chipirones o a la carne, algunas con corte de tipo argentino.

Nos decidimos por primeros para compartir:

Plato de queso provolone gratinado con jamón serrano y langostinos, con el jamón caliente por debajo del queso, se acompañaba de biscotes para poder comerlo: nos gusto a los cuatro, buena conjunción de sabores, buen punto y generosa ración.

Huevos rotos sobre patatas con foie: también buena ración, las patatas buenas (cosa tan difícil sobre todo por estos lares), el foie presentado en pequeños taquitos pero que fundía bien y sobre todo, el conjunto nada grasiento

No se cambiaron los platos entre los dos entrantes.

De platos:

Dos de carrilleras estofadas con virutas fe foie: solo cumplieron.

Bife sobre una crema de pimientos con espárragos trigueros a la plancha: gran nivel de la carne, Pedí sal para añadir y me trajeron dos opciones, en escamas y la rosa del Himalaya.

Chipirones a la plancha sobre una costra de setas: muy buenos.

De postre dos personas canutillo de queso y membrillo con helado de manzana y un panqueque con helado de cítricos y manzanas. Nivel de notable.

Pan con buen nivel, cortado de una pieza grande.

Carta de vinos muy escueta, con precios ajustados, decidiéndonos Finca Sobreño reserva 2004 (dos) a 18,9 € mas IVA. El servicio del vino, con buenas copas, se limitó a descorchar y probar.

El servicio de sala, diligente con buena evolución en el tiempo, discreto y efectivo.

Por parte de la casa, al final de la comida se ofreció unos chupitos de varios licores.

Precio final 132 € (a tener en cuenta que fueron dos botellas de vino) con lo descrito, o más una botella de agua y cuatro cafés (estos también con buen nivel).

Se doblaron varias mesas y los comensales no eran en absoluto ruidosos.

En conjunto tras esta primera visita, he sacado la conclusión como negativo poca luminosidad, carta de vinos muy corta, mesas ligeramente cercanas y quizás lo que menos me gustó los caminos de mesa y la servilleta de papel, pero en conjunto he sacado más apreciaciones positivas y sobre todo con más peso, como fácil acceso y aparcamiento, cocina bien hecha, servicio efectivo y buena relación calidad precio.