Restaurante Palacio Anuncibai en Llodio
Restaurante Palacio Anuncibai
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
48,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
53 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
8.1
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Tostada
Radaballo
Gratén de cigalas
Opiniones de Palacio Anuncibai
OPINIONES
4

El restaurante está ya descrito y nada ha cambiado desde la última visita en cuanto a su entorno. Todo sigue en su sitio.
La carta de vinos blancos es corta. Me comentan que la demanda es pequeña y que no les merece la pena pero que va a procurar tener algún vino un poco más “serio” para ocasiones especiales. Hoy nos decidimos por un albariño, concretamente el Fefiñanes, cosecha 2013. Esto es pura fruta, tanto en nariz como en boca. Tiene un pequeño “problema”….. te lo bebes sin darte cuenta. Es un poco “peligroso”. Pero realmente creo que está muy rico. Estoy seguro que se puede guardar y disfrutarlo aún más dentro de un par de años. Otra cosa será encontrarlo.
Nos decantamos por el “Menú degustación ejecutivo”, con el que poco o más bien nada, tenemos que ver.
Comenzamos con la Milhoja de foie gras con lámina de manzana, miel y crujiente de pan. Preciosa presentación de lo que mi hijo dice que bien pudiera ser un postre. Cada día me hace más gracia pues siempre dice que no es de dulces y yo le observo, le miro, y cuando ha dejado el plato limpio como la patena…. Le digo: menos mal que no te gustaba. Su respuesta: no me gusta ser maleducado.
Pues realmente es un plato que está muy rico, conjunción bien estructurada de sabores. No se pasa de dulce aunque está muy presente pero el ingrediente principal, el foie, destaca sobre el resto. Muy bien conseguido.
Pasamos a los Hongos laminados con gelatina de consomé y cigala salteada. El olor te llega en cuanto ponen el plato delante. Los hongos, estamos ahora en buen momento, son un placer. Cosa sencilla que la tierra nos ofrece y que bien preparada es un deleite para el paladar y para la nariz. La cigala….. de estas me como yo media docena pero de docenas. Tierna y sabrosa, te quedas con las ganas de más y más. Se presenta el plato como una ensalada templada. Rico.
Justo me estaba contando Ioritz una mala experiencia con un solomillo en un local del pueblo donde acudieron a celebrar el cotillón de reyes. Decía que pequeño y malo. Otro que se piensa que en un menú de 20 euros todo incluído pueden darte un solomillo que vale él solo, más que eso. Los duros a cuatro pesetas……….
El caso de hoy, el solomillo al Pedro Ximénez con lámina de ibérico, es otro cantar, buena pieza, con buen sabor y la textura de no ser ternera tierna. A mi me gusta la carne sabrosa.
Toque agradable la fina lámina de ibérico que aporta un añadido muy acertado y agradable de sabor.
De postre, lo lógico es algo dulce, pues en esta ocasión lo está. Tostada de la casa, caramelizada y con dulce de leche. Sobre una base tipo natilla y con un toque de leche condensada, se asienta una rica tostada que hace del conjunto un postre “sabrosón”. Dulce de verdad pero no de los que llegan a empalagarte.
Salimos a la impresionante terraza acristalada que hoy además cuenta con el agradable añadido de una estufa que además de decorar, aporta el ambiente necesario a estos fríos días de invierno.
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/02/restaurante-palacio-de-anuncibai.html

Cada día se nos hace más complicado cenar es este nuestro pueblo. Y más aún cenar en un restaurante de cierto nivel. Esto se muere y si nadie lo remedia……. no se como vamos a terminar.
Muchos han decidido no abrir las noches si no es con reserva previa y este es uno de ellos así que a sabiendas de que hoy tenían algo de meneo, allí que nos vamos.
El restaurante es una Antigua casa solariega, término medio entre fortaleza y palacio, renovada completamente en su interior, está situado en un punto estratégico, rodeado de jardines y construido sobre el cauce del río Altube, zona declarada de interés paisajístico.
Además, en el recinto se encuentra la preciosa Ermita de San Miguel que data del siglo XVI y es la más antigua de la zona, donde antiguamente se celebraban las reuniones de la archidiócesis. Hoy, es un emplazamiento de ensueño donde se ofician bodas y comuniones.
Tiene varios comedores que utilizan dependiendo de la cantidad de comensales. Buenas mesas y bien vestidas, buena vajilla, copas de correcto tamaño y un servicio atento, amable y serio a la vez.
En la cocina está un “Gasti”, eso se nota.  y además está Martina, una mujer que lleva ya muchos, pero que muchos años en esto y que no tiene demasiadas intenciones de “jubilarse”. He coincidido con ellos mientras me echaba un cigarrito y se nota cuando alguien disfruta en los fogones.
Primeramente elegimos vino, le comentamos un poco nuestros gustos y preferencias y optamos al final por un Albariño de Fefiñanes 2012.
Voy a hacer algo que no acostumbro y que hoy me apete hacer, voy a permitirme el lujazo de aprovecharme de alguien que sabe mucho de vinos, alguien que nos va a decir mucho mejor que yo lo que da de si este albariño. Espero que no me denuncie por utilizar su cata en “provecho propio”.
“En nariz se muestra fino y destaca su elegancia, que sobresale del resto. Estoy todo el rato echando de menos el tiempo y la evolución, para poder sacar lo que lleva el vino dentro, pues bien este vino lo hace ahora y mañana, cuando quieras.
Ahora es sutil, hay hierba fresca, finos rasgos cítricos, piel y hueso de melocotón , agua de pera, suave flor, pulpa de pomelo.
Boca fresca, ácida, uva verde y hollejo, suavidad y complejidad. Fruta blanca algo golosa, marcado acento ctrico, tanto de frutas como de hierbas alimonadas, tacto cremoso, ahora suave y jovial.´Equilibrio de amargor y salinidad, sin duda lo tiene todo para aventurarse a un largo futuro, muy prometedor”.
Aupa Arrutzi, eskerrik asko.
Ofrecen hoy un menú especial San Valentín pero preferimos elegir alguno de los platos de su carta y como últimamente estoy cada día más convencido de que ellos son lo que realmente saben lo mejor que pueden ofrecerte cada día, nos dejamos guiar por Fede.
Antes de acercarnos a cenar hemos tomado un par de txakolis por el pueblo y Gore estaba de antojo de comerse una gilda y al final no lo ha hecho. Pues de aperitivo una gilda. De estas se come uno un par de docenas y se queda tan ancho. Rica y mucho, empezamos con “buena letra”.
Comenzamos con Bombón de foie fresco con boletus y crujiente de caramelo:
emplatado en medias raciones como el resto de los platos degustados, aunque han sido “medias” raciones un tanto “enteras”. Muy buena cantidad.
El plato está muy sabroso, tanto el foie como las setas, el caramelo le da un toque muy original sin molestar para nada, más bien es un excelente complemento.
Continuamos con Láminas de bacalao, tosta de pan, puré de pimiento morrón y alioli de espárragos.
de nuevo una ración más que generosa con presencia destacada del bacalao. Para mi gusto lo mejor es mezclarlo todo bien y degustarlo en su conjunto, no por separado. Siempre hay alguna “desobediente” que hará lo que le venga en gana, eso sí. Me ha gustado la propuesta, plato fresco muy fácil de comer. Rico el puré de pimiento el pan tostado le da un toque agradable al conjunto.
Como tercer plato aparecen las Kokotxas de merluza, lámina templada de patata y pil-pil:
qué decir de un plato donde se mezclan tres de mis gustos favoritos, las kokotxas, las patatas y el pil-pil. De este sí que me hubiese comido yo las dos raciones. La generosidad y sobre todo el “empeño” de mi acompañante consiguen que me coma sus patatas. Es curioso que un alimento tan sencillo llegue a convertirse en un placer semejante.
Me ha gustado mucho el pil-pil, muy bien conseguido y repito como he dicho en muchas ocasiones que no es algo tan sencillo.
Y para terminar con el apartado salado Lomo de atún rojo con salsa agridulce de pimiento:
aburriré yo seguramente cuando hablo de este pescado. Solomillo de mar, me apasiona. Quizás yo lo hubiese preferido un poco menos “sellado” pero el sabor está riquísimo. A la salsa agridulce le falta el “agri”, está dulce pero está cojonuda. Untar pan, puro vicio.
De postre nos ha recomendado la tostada caliente con crema.
En esta ocasión son dos raciones enteras lo que nos sacan, tamaño XL. Es gracioso lo que me pasa con las temperaturas de ciertos postres. Ellos quieren que te los comas en caliente y a mi me encantan más atemperados, pienso que el exceso de temperatura hace perder parte del sabor a algunos platos.
Así que mientras fumo un cigarrito y Fede le dice a Goretti que se me va a enfriar, ella le dice que no se apure que me va a gustar más si espero.
Por cierto, muy rica la tostada y estupenda la crema que la acompaña.
Sin previso aviso allí nos aparece la camarera con dos botellas:
Alma de Luna e Itsasmendi vendimia tardía. Un aire se dan, no es que sean tan distintos.
Hemos hecho una cata a ciegas con los dos vinos dulces y auque ambos hemos sido capaces de difereciarlos lo curioso ha resultado que la explicación que dábamos era contraria. Para ella más “ácido” el uno y para mi el otro.
Me quedo con el Itsasmendi que en mi modesta opinión marida mejor con el postre.
Nos tomamos el cafecito en la mesa con Fede y Mª Carmen, los “jefes”, hablamos de lo “jodido” de la situación, de los cambios de costumbres de la gente. De que a este paso me voy a convertir en una “especie en vías de extinción”, de mi mala leche por ver lo que sucede. El dice que ya son muchos años y que está un tanto cansado de pelear.
Esperemos que algún día esto vuelva a parecerse a lo que fue y que nos demos cuenta de una vez que si no hacemos que la rueda funcione, nos vamos todos al carajo.
Visita al nuevo espacio que han creado en la parte baja del local, un espacio muy agradable que utlizan para los cócteles pero que es muy apropiado para acercarse alli a tomar un cafecito, un buen GT y que encima permite fumarte un buen puro si es menester.
Los vinos dulces y el café han sido invitación de la casa.
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/

Después de la no tan grata experiencia de la noche anterior hemos decidido apostar a lo seguro y nos hemos acercado a este precioso restaurante sito a las afueras del pueblo y con un muy fácil acceso desde la salida de la autopista.
Es un palacete elegante, con capilla propia donde puedes celebrar una boda sin necesidad de desplazamientos. Eso si, el cura y los padrinos los tienes que poner tú. :-)
Tiene varios comedores y terraza y además ahora acaban de inaugurar una terraza acristalada que es un maravilloso entorno para esas cenas de noches agradables.
Correcta separación entre mesas, por cierto de buen tamaño, con buena mantelería, vajilla elegante y copas de vino schott.
Como bien dice el anterior comentario la carta es amplia y juegan con la comida tradicional con toques innovadores.
Aperitivo de la casa excelente y empezamos con Gratén de cigalas con queso de idiazabal y uvas moscatel emplatado individualmente, plato muy conseguido, el queso con el sabor exacto, sin anular a las dos estupendas colas con una carne jugosa y exquisita, la uva daba un toque curioso sin destacar.
Ella ha pedido un Centro de rodaballo braseado más que generosa ración de un pez que a tamaño natural debía dar casi miedo.
Punto muy bueno de cocción, la piel crujiente, punto ideal de sal.
Yo, después de la conversación que hemos tenido tomando un txakolí con un viejo conocido y al verlo en carta, me he decidido por los Tacos de rabo de buey deshuesado en su jugo cuatro tacos de muy buen tamaño, con un jugo sabroso. Tierna la carne, se ha dejado comer estupendamente. Me alegro de haberlo elegido.
Queríamos probar alguno de sus postres y hemos compartido una Tostada caliente con crema condensada no apta para diabéticos pero dulzona, lograda conjunción de sabores sin llegar a empalagar y de nuevo una ración que para uno sólo sería quizás incluso demasiado.
Dos unidades de pan por cabeza, uno más normalito y el otro más de cereales que estaba crujiente y de rechupete.
Para beber y después de preguntar al propietario, nos hemos animado a probar un Riesling Waltraud la nariz engaña un montón, yo soy de vinos afrutados y el primer contacto ha sido un tanto "preocupante", pero después de aireado ha cambiado bastante la cosa y además una vez metido en boca la cosa ha ido a mejor, a mucho mejor. Sabroso, afrutado, con correcta acidez y un postgusto ligeramente dulce y largo. Nos ha gustao mucho la verdad. Correcto servicio, cubitera para mantener pues ha salido a estupenda temperatura.
Rico cafecito y una botella de PX duquesa que hemos tenido en la mesa acompañados de Fede y MªCarmen, los "jefes" que han compartido con nosotros una agradable sobremesa.
Pues lo enunciado, después de la bofetada de anoche esto ha sido una agradable caricia.

  • Tostada

    Tostada

  • Radaballo

    Radaballo

  • Gratén de cigalas

    Gratén de cigalas

Situado en las cercanías de la localidad alavesa de Llodio, junto a la salida 3 de la autopista AP-68, se trata de una antigua casa solariega ubicada junto al cauce de un río y rodeada de jardines. Cuenta también con terraza exterior. Tras cruzar su puerta nos encontramos una decoración de líneas excesivamente clásicas, si bien el local es agradable. En su amplia carta conviven propuestas tanto de cocina tradicional como moderna. Elegimos lo siguiente:
- Arroz cremoso de ibéricos y hongos: sabor algo apagado y sin la cremosidad deseada.
- Bombón de hongos y foie con crujiente de caramelo: rico, aunque hubiera sido preferible que la bollería donde se encierran los hongos fuese más liviana ya que hacen que el plato llegue a empalagar.
- Taco de bacalao sobre pure de patata y pil-pil de chorizo: buen género y resultado.
- Lubina con maridaje de garbanzos y yema de huevo: excelente plato
- Natillas de la casa con dulce de leche: una especie de crema catalana que no me dijo mucho
- Bavarois de queso y naranja crujiente: nada especial
La carta de vinos, aunque centrada en los riojas, es interesante. Las copas son adecuadas, aunque no así las de vinos de postre, que encima te las sacan directamente del congelador, como si fueras a tomarte un chupito. Elegimos un magnífico Itsasmendi nº 7 que acompañó perfectamente la comida. La botella de la abren en mesa aparte sin habértela mostrado previamente. Con los postres tomamos una copa de Itsasmendi vendimia tardía, que nos supo a poco en parte por estar a temperatura que roza la congelación.
En resumen, se trata de un restaurante donde se come medianamente bien a precios medios. Desde luego no enamora, pero tampoco te deja defraudado.

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