Ayer 1 de mayo estuve comiendo en este restaurante, había leído algunos comentarios, y me pareció una buena opción.
El comienzo no fue bueno ya que tienen dos turnos, a las 14h y a las 15h. Elegimos el segundo y nos sentábamos a las 15.20, siendo un camarero algo impertinente. Pedimos una caña, una copa de vino rosado, hueva de sepia y puntilla de entrantes; para comer tres menús que consistía en cocktail de marisco, entrecot y tarta de tres chocolates que no les quedaba, más un café y un poleo, ¡ah! faltan dos botellas de Matheus. Todo eso subió 81 euros con un servicio algo lento.
Mi experiencia ha sido mala, la verdad pero me queda la duda de si una cena de tapeo sería mejor, creo que sí porque las tapas están muy bien y no se quedan cortas, ahora todo lo que sea salirse de ahí es un desastre, de verdad.

Si quereis disfrutar de las tipicas tapitas españolas y valencianas, acudir a este lugar donde podeis tomaros unos platos muy bien hechos, nada de excesos en los aceites y donde el trato es conocido por todos como un buen barete donde pasar una noche de amiguetes, tanto en mesa o en barra.
Huevas plancha, calamar de playa, calamares romana, bocadillos variados, verduritas, cigalitas, gambitas...
Excelente y recomendable.
Los vinos, ya sabéis, los propoios de un lugar de este estilo, flojitos sin grandes novedades pero... hay! al menos!!
En mi ultima visita: Cena para dos:
Tomamos: huevas de sepia, croquetas de bacalao caseras, puntilla rebozada, dos tercios san miguel, agua y una brascada. Total 30 €.
Ojo! Platos cumpliditos!