Un bonito y pequenio restaurante situado en el barrio lepoutre en bruselas, uno de los distritos art noveau de la ciudad con mas encanto.
El local es pequenio (imprescindible reservar) pero muy acogedor, situado en una antigua carniceria de barrio, decoracion que mantiene intacta a excepcion de un reservado no excesivamente recomendable.
Cocina francesa clásica pero muy bien elaborada y con una seleccion perfecta de los productos.
Carta de vinos no muy extensa pero con buenas referencias. el servicio del vino correcto y el precio acorde a la media belga (muy caro).
el servicio es extremadamente atento, amable y profesional.
Ya son varias veces las que he ido a este restaurante y nunca defrauda. Estupenda comida y vinos con buen servicio a un precio caro pero teniendo en cuenta los precios en bruselas casi un chollo por la calidad.
Esta ultima vez tome una codorniz ahumada sobre base de foie gras estupenda, una perdiz con boletus y col verde deliciosa y un fantastico y sabroso helado de speculoos (la galleta tipica local).
muy recomendable tambien en este local el riz de veau, las vieiras, un fantastico lenguado menieur y un impresionante chateaubriand.
Lo dicho, un gustazo de restaurante para deleitarse con la cocina francesa de toda la vida muy bien hecha sin rascarse en exceso los bolsillos. el menu para cenar a 39 euros sin vino (tres platos) y a mediodia 19 euros.