Restaurante El Filete Ruso en Barcelona
Restaurante El Filete Ruso
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:

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Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
16 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
6.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.7
Hamburguesa vegetariana y, por supuesto, extra de queso
Hamburguesa de buey: con salsa strogonof, champiñones y extra de bacon y pan de coca
Hamburguesa francesa: con berenjena, tomate, queso brie y mostaza de Dijon
champiñones al horno con queso, jamón y nueces
patatas bravas
steak tartar
de pollo
Opiniones de El Filete Ruso
OPINIONES
7

En uno de estos días tontos para mí, no tan tontos para mis acompañantes, que te apetece una hamburguesa, nos acercamos a El Filete Ruso.

Hay que decir que la materia prima muy buena: productos ecológicos y de proximidad. La carne con la que elaboran las hamburguesas es ecológica, biodinámica, proveniente de una explotación familiar del Pirineo catalán. Además de tener sugerencias con productos de temporada.
El local, pequeño, pero agradable y elegante en pleno Eixample barcelonés.

Y la comida:

Un par de entrantes: patatas bravas, las de siempre, y champiñones al horno con queso, jamón y nueces y una tapa de queso ecológico de oveja de Menorca, muy buenos.

Y unas hamburquesas:

Hamburguesa de buey: con salsa strogonof, champiñones y extra de bacon y pan de coca
Hamburguesa francesa: con berenjena, tomate, queso brie y mostaza de Dijon
Hamburguesa vegetariana y, por supuesto, extra de queso: elaborada con productos típicos catalanes, con "mongeta del ganxet" (judía autóctona con DOP), arroz de Pals y champiñones. Para mi gusto, exquisita.

+ 3 cañas y 1 café, un total 46,40€ entre tres personas. Bueno, bonito y barato. No se puede pedir más. Tendremos que repetir para comer sus platos estrella: el filete ruso y el steak tartar.

  • Hamburguesa vegetariana y, por supuesto, extra de queso

    Hamburguesa vegetariana y, por supuesto, extra de queso

  • Hamburguesa de buey: con salsa strogonof, champiñones y extra de bacon y pan de coca

    Hamburguesa de buey: con salsa strogonof, champiñones y extra de bacon y pan de coca

  • Hamburguesa francesa: con berenjena, tomate, queso brie y mostaza de Dijon

    Hamburguesa francesa: con berenjena, tomate, queso brie y mostaza de Dijon

  • champiñones al horno con queso, jamón y nueces

    champiñones al horno con queso, jamón y nueces

  • patatas bravas

    patatas bravas

Ni de lejos las mejores hamburguesas de la ciudad. Fuimos de noche, a barra por no haber mesa disponible. Buena cubertería y servicio correcto. Tapas (patatas con varias salsas) mejores que las hamburguesas, que eran buenas sin más, con salsas aceptables y panes discutibles. De hecho, fui hace casi un mes y he borrado por completo los complementos de mi hamburguesa, que en carta parecía mucho más apetitosa que en boca, eso sí lo recuerdo. Pero creo que el comentario es necesario para reforzar lo ya dicho por otros aquí: está sobrevalorado, y la verdad es que me llevé un cierto chasco, tanto yo como mis dos acompañantes, uno de ellos, como yo, amante de las hamburguesas. No creo que vuelva.

PD: eso sí, decoración muy cool.

Si están especializado en hacer hamburguesas y haces de ello una filosofía para desestigmatizar esta comida del mal que le ha hecho el fast food, tienes que hacerlas muy buenas. Y no es el caso. Son muy normalitas. Tamaño tirando a pequeño, patatas fritas vulgares y un porcentaje de errores en el servicio muy por encima de lo aceptable. Sobre todo porque son errores por los que no se piden disculpas ya que el personal es entre pijo, indolente y arrogante. Parece que te quieran decir en todo momento: "oye que aunque esté trabajando de camarero yo podría estar haciendo otra cosa". Lo cual a mi no me importa: especialmente porque trabajar de camarero me parece un gran trabajo.

Tengo la oficina cerca y he ido unas cuantas veces. En la primera no les funcionaba la máquina para cobrar mediante targeta y asistí como desconfiaban de dos mujeres (parecían clientas habituales) que no llevaban dinero). Dijeron que pasarían al día siguiente o a última hora de la tarde porque tenían prisa: no hubo manera. Parecía que la responsabilidad de que la máquina no funcionase fuese de ellas.

En la segunda, pedí mi hamburguesa sin ketchup. Toma Ketchup encima de la carne!

En la tercera, fui con mi hijo: sin queso. Resultado: doble de queso!!!! (sic)

En definitiva, más que prescindible por la comida y no recomendable por el servicio.

El Filete ruso es un restaurante que se consolida como punta de lanza de este movimiento que ha abierto camino hacia la dignificación de la hamburguesa. Se enorgullecen, y con razón, de emplear carne de producción biodinámica de Girona y servirla con panes elaborados por Baluard, una de las mejores panaderías de Barcelona con diferencia. El resultado es excepcional. Ya sólo por su hamburguesa Ibérica (con jamón de Jabugo, rúcula y aceite de trufa negra) bien merece una visita. También son deliciosas la Montañesa, con trigueros y queso de cabra, o la Chicago, acompañada de huevos de Calaf y bacon. El Filete ruso, esa especie de hamburguesa patria que da nombre al local, es otra opción recomendable de su carta, así como sus aros de cebolla, buenísimos. La terraza, abierta todo el año, es un lugar agradable para relajarse y disfrutar del pausado trasiego del carrer Enric Granados. Su interior, aunque angosto, es acogedor.

Por otro lado hay también aspectos que se podrían mejorar bastante. El Steak tartar es acaso su talón de aquilés particular. A pesar de que lo preparan y presentan con mucho orgullo, no convence en absoluto. También es reprochable el formato de las hamburguesas, bastante pequeñas en general, así como el hecho de no incluir patatas fritas y cobrarlas aparte. Además se toman su tiempo para servirte (media hora mínimo). Seguro que habrá quienes consideren insuficiente una sola hamburguesa, lo que pondrá la cuenta a a la altura de un restaurante. Pero en cuanto a calidad y sabor, no hay duda.

Había oído hablar mucho de la calidad de esta hamburgueseria y la verdad es que creo que no es para tanto.
El local está muy bien en todos los aspectos, la oferta de vinos muy buena y la de cervezas muy corta.
Fui con mi chica y pedimos unas Montseny Malta y para comer:
Steak Tartar: divertida la propuesta de tener que mezclar tu mismo la carne con la yema de huevo. La calidad de la carne es buena, el sabor del conjunto era excesivamente picante y el pan de coca que lo acompaña está muy bueno.
De pollo: el pan excelente, el relleno escaso (dudosos 150gr de hamburguesa, una loncha de tomate y dos trocitos de pimiento verde), resulta un poco seca y la crema de queso no consigue quitar esa sensación.

Nos quedamos con hambre y eso que tampoco solemos comer mucho. Creo que la relación calidad precio no es buena. 30'50 por dos raciones pequeñas y dos cervezas que a pesar de ser de 0.5l no es de las mejores catalanas.

Igualmente, soy de los que conceden segundas oportunidades por que me gusta probar más cosas.

  • steak tartar

    steak tartar

  • de pollo

    de pollo

Local pequeño. Muy agradable. Comida buena a buen precio. Restaurante sorprendente; desde el local, pasando por la carta y la comida, hasta el precio. Muy recomendable (para comer hamburguesas)

Dicen que las hamburgueserias estan de moda, ofrecen buen producto, con aires frescos etc etc ... vimos en la Vanguardia un artículo sobre este local y fuimos a probar. Era lunes de puente y aunque ya sabíamos que no reservan mesa nos aventuramos sobre las 14.00 y el local -aunque pequeño- estaba lleno, nos conformamos en quedarnos en las mesas de fuera. Pedimos una hamburguesa California (aguacate, beicon, tomate, cebolla caramelizada y salsa barbacoa) y una Iberica (con rúcula,jamón ibérico, aceite de trufa y parmesano) una con pan de hamburguesa y la otra con pan de coca, acompañado de una copa de Montsant y otra de Rioja, de postre compartimos una tarta Sacher. Todo estaba muy bueno, la carne exquisita, con aroma de brasa de la buena, el pan y todos los elementos de buena calidad y presentación, la tarta, con muchas nueces también nos gustó. El único pero lo pondríamos en el servicio, tuvimos que esperar más de media hora, sirviendo aleatoriamente a mesas que llegavan antes o después. Aunque comimos fuera pudimos ver un local muy acogedor, la factura fué de 34 euros (2personas). Si volvemos por esa zona de Bcn repetiremos.

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