Y optamos por la mariscada Cal Tet (para dos personas), hasta ahora la más completa que he probado nunca. También es cierto que al ser de interior, me prodigo menos en esas artes, y porque soy de los que piensan que una mariscada, encontrando buen género en las tiendas, casi prefiero ser autosuficiente, por lo menso con los precios que se gastan por donde vivo.

La componían de menor a mayor relevancia: cañaillas, bígaros y mejillones para aburrir. En cantidades y calidades razonables, tirando a buenas y en algunos acasos a muy buenas me atrevería a decir: percebes, berberechos, almejas finas, un par de ostras(cocinadas ligeramente, me temo), un par de navajas por barba, cuatro nécoras, carne de vieira, un par de cigalas de tamaño majo por barba, media docena de gambas de Blanes a compartir, y un bogavante relativamente majo (sobre los 600-650 grs), canadiense, creo.

Salimos realmente satisfechos, con un pero, como no soy amigo, o no me vuelven loco las cañaíllas y los bígaros, pedí alguna salsa para acompañarlos, y me sacaron un bote de salsa romescu comercial, y mala, debería bajarle la valoración sólo por eso, pero bueno.

Total 133,50 €, sin postres ni café, con una botella de Dido blanco (18€), pan, servicio, una copa extra de vino blanco (si es que siempre hago corto, cohone), y los cientoypoco de la marsicada para dos.

Ahora que tienen una parrillada de pescados del día con bogavante por sesentaypico (para 2), que si lo llegamos a saber, nos la dejamos para otro día, lástima que fuésemos el último día.

Sin ninguna duda. Bar/Hotel/Restaurante situado en la calle principal, comercialmente hablando de L'Estartit, local moderno, paredes en piedra y ladrillo, buen montaje de mesa, sillas de anea, qeu personalemnte las encuentro bastante incómodas, quizás peca de excesivo aprovechamiento del espacio, pero es lo que tienen los locales en zonas turísticas, servicio irregular, tratamos con un camarero majísimo, otros miembros del personal no tanto, simplemente ausencia de complicidad y frialdad absoluta.

Larga barra donde se expone el género (protegido, por supuesto) de una pinta inmejorable, piezarra en la pared con los precios del día (que cambian) para el pescado y marisco, todo a peso. De nuevo muy aprovechado, los aque están en la barra casi se meten en la mesa de los que están cenando, de nuevo hay que hacerse a la idea de donde está uno.

Carta de vinos bastante correcta para tratarse de un local de este tipo y estar donde está. Pelín cara (alrededor de los 7-8 €), bien tratados los vinos.

Como íbamos buscando un sitio donde darnos un homenaje en forma de mariscada para terminar las vacaciones, decidimos tantear en forma de picoteo nocturno. Nos decantamos por una fritura para dos personas a compartir y una simple de bravas, con un resultado óptimo, las bravas estaban bastante buenas (quizás un precio excesivo de casi 5€ la ración, o media, no recuerdo bien), y la fritura excelente para los 20 € que costaba, un pero, casi todo eran cefalópodos en sus distintas versiones (rabas, pulpitos, calamarcitos, anillas, etc.), con un rebozado muy ligero y 4 hermosas gambas de Blanes, extrañamente también rebozadas, y sorprendente ya que el precio de éstas a peso, era casi el de la fritura (sobre lo que tengo mi teoría, que al no poder comprobar, me guardo), pero aun así, estaban más que bien.

Total, de la fritura, las bravas, agua, pan, una botella de Ca N'estruc a 10-11 €, y una copa más que necesitamos obsequio del camarero, no llegó a 20 € por cabeza, no nos lo pudimos terminar, y fue el día que mejor cenamos de toda la semana que pasamos en L'Estartit.

Sin duda se merecían la oportunidad de volver a por la mariscada ...