Restaurante Entrevinos en Madrid
Restaurante Entrevinos
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
18,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
31 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.6
Comida COMIDA
6.6
Precio medio entorno ENTORNO
5.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.3
Opiniones de Entrevinos
OPINIONES
28

Frente al clásico CUENLLAS, en la acera de enfrente, ENTREVINOS es un espacio desenfadado e informal, en donde el vino y las propuestas de carta son lo principal (y único), todo ello con un servicio personalísimo con conocimientos extraordinarios en materia del vino.

Posibilidad de recurrir a copas sueltas de variedades, localidades o países poco habituales. Referencias por botellas extraordinaria. Recurrimos a un maridaje particular para cada uno de los platos elegidos, lo que elevó la cuenta en proporción, pero con una absoluta satisfacción en todos los sentidos.

De la carta disfrutamos de 4 muy buenas y originales propuestas:

Setas frescas de temporada 11,95€

Carpaccio de lomo de buey 11,95€

Carrillada de ternera estofada al vino tinto con puré de apio nabo trufado 12,50€

Los 7 quesos artesanos del mes 14,90€

Gran trabajo de cocina, y excelsa labor en el maridaje. Recomendación indudable.

Hacia casi 5 años que no volvia. Comida rapida para tres en dia laborable. Era pronto y sin problema ya que no reservan. Carta con algunas cosas de siempre pero nos decidimos por fueras de carta y algun clasico. Todo a compartir:
* temporada de rebozuelos con verduras y huevo frito. Una pasada. Lo voy a hacer cualquier dia de estos
* paletilla de cordero deshuesada. Bien . Correcta
* Salmon marinado casero con algo de bonito. Genial

Para beber por copas unas manazanillas La Callejuela y en mi caso una copa de un blanco que no recuerdo . Un Jerez tranquilo. Muy rico.
18 euros por persona . Excelente

Queriamos “picotear” algo ligero para cenar y Entrevinos lo teniamos muy cerca. Hacia años que yo no iba y aparentemente todo sigue igual Sus mesas de madera, espacio algo destartalado… y casi lleno.
La pizarra con los vinos por copas no estaba mal y decidimos pedir una copa de algo que no recuerdo pero nos convencieron para pedir una botella de “Comunicando” ¿¿. Al abrir era patente el olor a sulfuroso y nos ofrecieron decantarlo. Mientras tanto, pedimos un Petit Hipperia a 3 euros/copa que nos acompañó el picoteo porque finalmente el vino que estaba decantandose alli se quedo con todo su olor a sulfuroso. Lo cobraron integro (creo que mas de 20 euros).
En cuanto a la comida, nada sigue igual… Compartimos:
-ensalada con pollo de corral. Lechuga con trozos de pollo con aliño de vinagreta normal
-Setas de temporada que no logre ni identificar
-Tortilla de espinacas y gambas. Lo mejor sin ser destacable. La presentan abierta como si fuera un pizza
Todo ello ascendio a 100 euros lo que resulta bastante caro ya que apenas fue una cena y la calidad dejaba que desear
No creo que vuelva salvo quiza a tomar una copa de vino en barra.
El servicio de vino a pesar de la oferta variada que tiene lo puntuo mal porque debian haber cambiado la botella o en su defecto, no haberla cobrado

Hacía ya bastante tiempo que no visitábamos esta taberna vinícola, un local en el que hemos disfrutado mucho y sobre todo de la mano de José Luis, buen tío y gran profesional. Hablamos de una taberna clásica, de toda la vida, mesas de madera oscura y sin manteles y una buena pizarra de vinos por copas, en fin, un lugar donde siempre se respira un correcto trato con el vino. Viernes festivo a mediodía y comedor a medio gas, aquí funcionan mejor por la noche. No admiten reservas.

La carta de raciones no ha variado mucho y siguen ofreciendo las clásicas, además de algunas fuera de carta dependiendo del mercado, resultando muchas veces estas últimas opciones las más apetecibles. Comenzamos con los mejillones con mayonesa al pimentón (8,9€) que vienen presentados en cucharitas individuales, sabrosos y ricos, con el protagonismo justo del pimentón, siguiendo con unas patatas con níscalos (11,9€), ración en la que curiosamente había más níscalos que patatas y que estaba muy buena, hecha como mandan los cánones. Terminamos con unas pochas con rape (11,9€), servidas en una pequeña sopera y muy bien ejecutadas, con abundantes trozos de cola de rape, la verdad es que las pochas nos encantan. No suelen hacer postres (las estrellas son las tablas de quesos), pero en festivos y sábados a mediodía sí que preparan algo, en nuestro caso unos frescos y digestivos sorbetes de mandarina (5€), aunque yo los hubiera “alegrado” un poco con vodka o Cointreau. En general todo sigue como siempre, raciones más que correctas en cantidad y calidad y siempre ofreciendo alguna opción más fuera de carta.

En cuanto a los vinos continúa ofreciendo una carta seria y consistente, aunque por desgracia las botellas viejas nos las hemos ido bebiendo y esas ya no se reponen. A nivel nacional muy completos y con representantes de un buen número de DO’s y a nivel internacional hay una buena lista de vinos de Burdeos, algunos de gran prestigio, junto con algo del Ródano, Borgoña, Loira y Champagne. Los precios son buenos por lo general, dependiendo del vino como siempre. Quizá lo peor es la falta de actualización, con algunas correcciones hechas a lápiz. Esta vez nos decantamos por un cava y pedimos un Llopart Leopardi Gran Reserva 2006 (29€). Está claro que es uno de los mejores cavas del mercado y se comportó como tal, muy bien con toda la comida. Copas de buen nivel y varios tipos. Servicio cercano y amable, hubo un pequeño fallo de entendimiento con un carpaccio de buey pero al final no lo tomamos y sin problemas.

Pues está claro que Entrevinos continúa siendo lo que siempre ha sido, una taberna vinícola donde se come y se bebe a buen nivel pagando un precio justo, con un ambiente tabernario y desenfadado y siempre con una calidad más que destacable. Un clásico en su zona y un local que no suele defraudar.

Taberna tipica de Madrid,Buena carta de vinos,pero con algunos errores en la misma.Bastante completa y con buenos precios.Creo que hay que mejorar los vinos por copas.La comida, para picar,correcta.Para aficionadosal vino de verdad:Nivel un poco inferior(tambien mas asequible)a su vecino Cuenllas.Vale la pena.Buena RCP.

Ayer domingo a mediodia después de un complicado aparcamiento visitamos este Wine-bar.

Ambiente cómodo, pero a mi modo de ver por lo menos como apuntaban en otro comentario anterior, sin unas sencillos individuales sobre la mesa. Para dos adultos y un niño. Servicio amable.
La comida esta bién resuelta para el nivel de precios. Tomamos un sutido de quesos a compartir, un surtido de setas de temporada, un plato de carrilleras con orejones y pasas y un prensado de cordero.El pan bastante bueno. Dos postres, helado de mandarina correcto y tartín de manzana , muy rico.
Lo que destaca aquí si lugar a dudas es el vino, infinidad de referencias, nacionales e internacionales y si bién algunos están agotadas, lo indica en carta y no supondrán siquiera el 5%. Unos catorce vinos vinos por copa si no recuerdo mal 4 tintos 4 blancos dos rosados y 2 cavas. De bebencia una cocacola, una copa de vino de Madrid, no recuerdo el nombre, una copa de cava Llopart y una botella de Loibner Grüner Veltliner 2007 de Weingut Knoll, muy rico, que ahora estoy dando cuenta de las sobras de ayer en el hotel.

Sigue siendo una buena opción para tomar vinos, por botella o por copas. La oferta por copas será de unos diez o doce vinos, entre blancos tintos y rosados.
Carta de vinos amplia e interesante, incluso se puede encontrar algunas añadas curiosas. Tomamos Valtosca 2007 servido en copas decentes.
Carta de raciones corta pero suficiente para acompañar: buen salmorejo con centollo, diferentes raciones de quesos, varios preparados de ibéricos, solomillo, secreto ibérico, tarrina de foie, cazuelita de setas con verduras, cecina con almendras...
El servicio es un pelín desenfadado para mi gusto. Se echan en falta un mantelito de tela y que en invierno pongan algún plato caliente en la carta.
Un sitio muy recomendable si lo que se desea es tomar unos vinos con algo de picar.

Realmente muy bien la experiencia en este local.
No es muy amplia, resulta bastante bulliciosa, sobre todo por la gente esperando en la barra, pero merece la pena sin duda. A las 9:30 les quedaba una mesa y con ella nos quedamos (no admiten reservas). Mesas sin mantel. No nos importó.
Servicio atento y hasta simpático.
La carta es muy atractiva. Basada en buenas materias primas con presentaciones modernas.
Servicio de los platos escalonado, sin esperas, aunque el primero tardó en llegar un pelín más de la cuenta.
Cena para 3 pax:
Entrantes:
Salmorejo de almedras con migas de centollo: Realmente escepcional. Nada pesado, suave y perfecto el toque de almendras picaditas y centollo.
Ensalada de pintada escabechada con trigo: Destaca sobre todo este último componente. Muy bueno.
Rebozuelos y verduras salteadas: Magníficos los rebozuelos y las verduras en su punto.
Segundos:
Presa ibérica: Buena materia prima.
2x tacos de atún: Perfecto el punto del atún. Bien asado por fuera y crudito por dentro. Sabroso, jugoso. Lo pedimos con ciertas reservas y acertamos. Además lo sirven sobre una especie de salmorejo de remolacha muy logrado.
Lástima que no haya postres. La única alternativa que te ofrecen son quesos. Mi valoración en el apartado comida es muy buena, pero debe tomarse bajo la perspectiva de una taberna de vinos.

Vino: Carta muy amplia, tocando todas las DOs y al tanto de las novedades del mercado, con presencias incluso internacionales. Precios ajustados. Pedimos 12 Voltios 2007 (21.50€ + IVA) servido a casi 20º. Solicitamos cubitera (no pusieron mala cara) que corrigió el problema en apenas 10 minuntos. Copas Spiegelau, suficientes. No pongo nota alta sobre todo por el excesivo número de vinos en la carta agotados. No hay excusa, a mi modo de ver.

Precio total: 103,58€ (incluido IVA y 2 cestitas de pan a 1,50€).

Taberna muy bulliciosa con encanto, nuestra mesa gozaba de intimidad respecto del resto. Cuando llegamos a las 21h se estaba muy bien, luego mucha gente en barra esperando para cenar pero fue soportable.

Servicio muy simpático y diligente. Se cena sin mantel y se agradeceria uno simplemente de papel.

Al estar el local hasta los topes tardaron bastante en comenzar a servir pero cuando empezaron no hubo parones. De la cocina destacó especialmente la calidad de la materia prima. La manipulan poco y el resultado es excelente.

Cenamos taco de atún a la plancha con salsa de remolacha (fuera de carta) muy fresco y lo mejor de la cena, solomillo de ternera a plancha con patatas (buena carne) y torta de la serena con un ligero golpe de calor (bien). Las raciones no son abundantes pero suficientes.

Buena cristaleria. La carta de vinos tiene altibajos: muchos vinos pero faltan bastantes (los más asequibles y con buena RCP), alternan buenos precios con otros algo altos (mendoza shiraz a 26 euros), pero hay lo suficiente como para salir airoso. Nosotros optamos por un PQ sobre 17 euros. Hay una buena selección de vinos por copas y son generosos al servirlos.

La cena salio por 30 euros pax. Lo que me parece correcto. Cuando pueda volveré sin duda.

'Garito'que tenga una buena opinión del señor Ramico o del grupo 'PacoDeMadrid', garito que merece la pena la visita... En este caso parece que no han dado su opinión... Bueno, ahí vamos nosotros. Bien, se trata de una taberna en la cual ofrecen una muy buena oferta de vinos para degustar acompañado de una raciones generosas y sinceras. Probamos, la cecina, muy rica aunque quizá con un pelín de aceite de más, una tortillita de setas y espárragor y espinacas, que buena, un delicioso salmorejo con centollo, y una respetable torta del casar. Vinos: elegimos de copeo, Caliza 2005 de Dominio de Valdepusa, Luberri Reserva de RIoja, un rias baixas muy bueno, un Chateau 2003 bueno, otro tinto de Almansa, otro blanco de Castilla y León, semidulce... una selección reuducida pero interesante, todas las botellas o abiertas en el momento o con la válvula de sacarles el aire... Bien! Carta de vinos muy interesante y completa. (Quien quiera recordar ese magnífico Summa Varietalis de 2001 que se pase por aquí que alguna botella queda). En definitiva que sitios así en Madrid son de agradecer. Volveremos seguro. (((Eso si, no esperéis ni itimidad, ni manteles, ni gran entorno... es una taberna donde respetan la degustación de vinos con unos platos bastante interesantes).

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