Lo cierto es que las bravas son tan buenas como las del Tomas o el Mandri. Lo malo de este sitio, es que no sales contento por las constantes malas caras del personal. El trato es pésimo!. Parece q te hacen un favor sirviéndote y no tienen ningun detalle con los clientes habituales. No lo recomiendo. Mejor La copa de Oro en la Barceloneta, el Mandri en la calle Mandri, el Tomas en Sarria.... Puffff hay miles en Barcelona donde te reciben con una sonrisa y te dan ganas de volver.

Acudí esta semana recomendado por unos compañeros en horario de comida. El local es de aspecto informal, con cierto bullicio controlado, separación entre mesas reducida aunque viene con el carácter del local, si vamos buscando formalidad y privacidad lo mejor es no ir a un gastrobar. La mantelería es de corte tradicional, con un trapo antiguo para cada 2 comensales.
Probamos las patatas bravas, quizá con demasiado aceite para mi gusto, pero muy buenas de sabor. La salsa también en su punto de picante. Probamos además el falso rissotto a la trufa, completamente recomendable, no os defraudará. De plato principal probé la hamburguesa, que viene sin pan y llevaba cebolla caramelizada. La hamburguesa es de las mejores que he probado, en su óptimo punto de jugosidad y cocción.
Acompañamos la comida con un siempre bienvenido Ramón Bilbao 2009.
Un buen sitio, repetiré.

Escondido en una plaza entre callejones, es un pequeño local agradable, con decoración minimalista y luz indirecta. Mantelería, vajilla,... acorde con el local. Servicio, correcto sin más. Tapas tradicionales con algún toque innovador a unos precios más que razonables por la zona en que se ubica. Nos ofrecieron una carta compuesta de media docena de platillos fríos y calientes, algunos pinchos, creo recordar que 3 platos a base de patatas (bravas, con queso fundido y guindilla, y otro que no recuerdo) y unos cuantos postres. Además, ese día había un par de sugerencias fuera de carta. Carta de vinos escueta y con precios x2 aprox., con predominio de los tintos y una media docena de vino a copas. Copas sencillas.

Cena ligera a base de patatas bravas (bien), patatas con queso fundido y guindilla (insípidas), tacos de salmón marinado con salsa de soja (salsa saladísima), pincho de anchoa con cebolla confitada (la anchoa sólo aportaba el sabor salado), huevos estrellados con jamón ibérico (huevos fritos con patatas fritas y jamón insípido, muy flojo), tete de moine con reducción de PX (creo recordar, porque no lo probé), un par de raciones de pan con tomate (bien) y un plato que llevaba setas muy rico y de cuyo nombre no puedo acordarme (sigh!). Un agua, una cerveza y dos copas de vino (Ramon Bilbao y Pago de San Miguel). Tuve que pedir que me cambiasen la copa al cambiar de vino. Sin postres ni cafés.

Lo mejor, sin duda, la terraza. Debido a que la cocina es pequeña, algunos platos tardaron bastante (más de un cuarto de hora) en salir. Opción muy recomendable para tapear por la zona... sin prisas.

Lugar muy agradable enclavado en el casco antiguo del barrio de Les Corts, dispone de una terraza en la plaza, un pequeño pero coqueto local de dos plantas y una fantástica terraza interior que hemos elegido, 5 adultos y un niño.

Buena decoración, mesas correctas, pero faltan unas buenas copas ya que las que tienen son bastantes básicas. Las sillas de la terraza interior no son excesivamente cómodas, pero tampoco están mal.

Platos para compartir;

6 – Croquetas de jamón, muy buenas.
2 – Patatas bravas, para mi gusto mejores que las del Tomás, con todo el nombre que tiene.
1 – Tapa de jamón ibérico con pan con tomate, bastante buen jamón.
1 – Calamares a la andaluza con pimientos de padrón, bien los calamares, pero demasiado pasados los pimientos.
1 – Tartar de salmón con brotes, lo acompañaban con una salsa de cítricos, muy sabroso.
1 – Atún marinado con soja vuelta y vuelta, muy bueno, pero quizás algo pasado de fuego.
1 – Hamburguesa con patatas y ensalada, para el niño, aunque la pedimos al punto, venía demasiado hecha, buena carne, pero en este caso la estropearon.
1 – Huevos estrellados con jamón ibérico, muy buena presentación y buen sabor, por ponerle un pero, algo pasado de sal.
1 – Tapa de parmesano con pate de olivada, muy buena combinación.

Acompañado de aguas, botella de Jean León Terrasola Syrah y Garnacha 2006, que estaba mejor en nariz que en boca y un Mouton Cadet 2007 que le pasaba lo contrario, poco expresivo en la fase olfativa y mejor en la bucal.

Con cafés, salió el festival por 170,09.-€….

No cuento al niño en la comida, ya que la hamburguesa nos la comimos casi toda los adultos….