Buscábamos un sitio para tomar unas raciones pero el lleno era total en los restaurantes que intentamos, con lo que decidimos coger comida e irnos a casa para disfrutarla tranquilamente.
Llegamos a la conclusión de que La Goleta sería un buen sitio para coger esa comida así que para allá nos fuimos. Había alguna mesa libre en terraza pero el día no estaba como para muchas alegrías así que seguimos con nuestro plan. El interior de La Goleta no es su fuerte pero en un día así no queda otro remedio. Entramos y cuando le indicamos al maitre que queremos llevarnos comida a casa nos dice que si preferimos se queda una mesa libre en un par de minutos, con lo que la decisión está tomada: Nos quedamos.
Sin darnos tiempo ni a tomar algo ya nos acomodan en la mesa y empezamos a pensar en lo que vamos a pedir. Nuestros acompañantes venían de una boda a mediodía pero aún así decidimos entre todos que lo mejor será tomar un arroz. Como se trata de un plato contundente, sólo tomaremos un ligero picoteo para abrir boca y 3 raciones de arroz.
Elegimos el vino y empezamos con Leirana 2013, vino de Forjas del Salnés y que en esta añada, a pesar de que le falta tiempo en botella para expresar todo lo que lleva dentro, ya está estupendo, con muchos cítricos, mineralidad y terruño.
Llega el primero para picar mientras esperamos al arroz: Pimientos de Padrón. Son los primeros de la temporada y a estas alturas no pica ninguno. Con esa sal gruesa están estupendos, se comen como pipas.
Una vez llega el arroz nos cambiamos al vino tinto, pero un vino fresco y con acidez que acompañe bien a la comida. Nos decidimos por un vino de Ribeira Sacra: Ponte da Boga 2012. Normalmente encontramos este vino un poco reducido pero en esta ocasión está estupendo, con mucha fruta roja, joven pero ya disfrutable.
Y llega la estrella de la noche: Arroz con vieiras. El arroz en el punto de cocción exacto, al dente. Humedad justa para que no esté seco pero tampoco sea caldoso, abundantes trozos de vieiras, perfecto. Los arroces de La Goleta están todos muy buenos, normalmente siempre me decido por el de bogavante pero este de vieiras me ha parecido igual de bueno.
Para cerrar, variado de postres invitación de la casa incluyendo: tarta de queso, tarta de manzana y tarta letras de crema, todo casero. Nos ofrecen los clásicos orujos pero rehusamos la invitación.
Éste es un restaurante que nunca falla, siempre está de notable hacia arriba, con una RCP estupenda, vamos, un seguro. Espero repetir en lo que queda de verano.